Mientras que los mosqueteros estaban en su trabajo de entrenar a Phillippe en la capital francesa, se encontraba su majestad el rey Luis XIV en el comedor principal acompañado por sus asesores reales y ambas reinas, todos reunidos para el tomar el desayuno.
Como era de costumbre cuando el joven monarca estaba molesto comía en un total silencio que demostraba lo irritado que se hallaba.
Su nivel de paciencia que era escaso se estaba acabando con cada día que pasaba.
-¿Hay alguna novedad sobre D'artagnan? - preguntó el rey mirando a sus asesores reales.
- No su majestad, no hemos podido saber nada sobre él - contesto Fouquet en tono apenas audible
- Yo creo que no volverá, el capitán seguramente está con sus viejos amigos – habló Colbert con aquel tono de voz que dejaba ver el nivel de ponzoña que acompañaba a sus palabras.
En aquel momento se creó un silencio incomodo entre los presentes, las puertas del gran comedor se abrieron dejando entrar aquel muchacho desgarbado que recién arribaba al palacio real con gran apremio.
El rey alzó la vista mostrando que la cólera comenzaba hacer estragos, sus ojos con aquel azul penetrante se comían al joven con la vista. Ya ni siquiera podía desayunar tranquilo porque los sirvientes no sabían cómo debían comportarse.
- Nadie entra al comedor cuando yo estoy desayunando sin permiso - basto que alzara una de sus manos para que dos mosqueteros jóvenes se colocarán al lado del muchacho.
Jonathan nervioso los evadió dando un paso hacia adelante sintiendo como su corazón comenzaba a salirse del pecho. No importaba como pero tenía que entregar las cartas dadas por el señor D'artagnan.
- Lamento la interrupción su majestad pero el Monsieur D'artagnan me ha enviado con estrictas ordenes de que os entregue esto solo a usted - el joven sin pensarlo dios varios pasos hasta llegar a los pies del rey y echo la rodilla al suelo entregando la carta con el listón rojo.
Luis mirando con cierto grado de desdén al joven, le arranco el mensaje de las manos y al ver que Colbert se paraba se la entregó sin darle tiempo de hablar.
- Léela con vos alta y clara - ordenó el rey sentándose nuevamente en la mesa con aire de superioridad
Colbert tosió para limpiar su garganta y luego lleno sus pulmones con aire.
Esperaba que fueran las noticias que él esperaba porque solo le faltaba otra pisada en falso del mosquetero para poder lograr que el rey lo expulsara de su lado.
- " Su majestad:
Os pido que me perdone por haber dejado mí puesto sin previo aviso pero la verdad es que no podía perder tiempo dejando mis explicaciones por escritas ni tampoco usando un mensajero pero me urgía salir sin ser visto del palacio. Su majestad me ha pedido que buscara a los señores De La Fere, Du Vallon y el Obispo de Vannes. Los he encontrado para la alegría de su magnificencia. Lamento si obre mal al no mencionar que estaba en misión de buscarlos y cazarlos para vuestra majestad pero tal fue la falta que he cometido que Dios todo poderoso me ha castigado antes que su grandeza. Los hombres que he mencionado en esta carta se han escapado de mis manos y cuanto pueda volveré al palacio, y digo pueda porque ellos me han tendido una trampa dejándome postrado en una cama por una herida de bala en la pierna, volveré al Palacio para pedir el perdón de su majestad y si es necesario dejaré mi espada si a si el rey lo desea."
- firmado por Charles D'artagnan, Capitán de los mosqueteros de su majestad. - concluyo de leer Colbert - Puede ser que sea una trampa.
ESTÁS LEYENDO
El hombre de la mascara de hierro: El secreto de la vida
FanfictionLos mosqueteros se vuelven a reunir como en viejas épocas por el bien de Francia. Su nuevo objetivo es salvar al pueblo frances de las manos de del joven gobernante, Luis XIV. Athos, Porthos y Aramis ponen en marcha el plan, un peligroso plan p...