La niña conocida como Natalie, entró en su cuarto goteando sangre, y en una esquina, ella la vio, su jirafa de peluche, ella se arrodilló y la miró fijamente. Luego sin decir una palabra, se puso de pie y se dirigió al cuarto de baño, mirándose fijamente a sí misma, cubierta de sangre. Ella oyó un tenue ruido de tictac, miró hacia abajo y vio un reloj de bolsillo.
Se quedó mirándolo en sus manos girando lentamente, escuchando el tic-tac de lo que pareció una eternidad.
Sacó uno de sus cuchillos ahora rojos como la sangre, y golpeó fuertemente sobre el mostrador. Cogió el reloj de bolsillo, y lo desmontó hasta que solo quedó el pequeño reloj.
"El tiempo hace que vivas a través de la tortura." Dijo, intentando acercarse el cuchillo poco a poco a su ojo.
"Progresando lentamente a través de la vida, siendo controlada por la sociedad." Ella empezó a clavárselo lentamente en su ojo, así que la visión de su ojo izquierdo empezó a volverse borrosa y roja. "Hasta que te encuentres con que ya no tienes un propósito." Ella sintió que su ojo empezaba a salirse de la órbita, vertiendo sangre en el fregadero.