"Oh mi querida...madre se ha ido...me pregunto ¿quién sacará el dinero? HahahahahaHA...." Ella de repente agarró la frente de su padre.
"Eso es todo lo que siempre te preocupaba, al menos." Su padre, sin embargo era luchador, y él saltó, la agarró por el cuello, y la tiró al suelo. Comenzó a pisarle fuertemente en el pecho hasta que ella tosió sangre, y la miró.
"¿No-o se siente bien, papá? h-hahahaha-" Ella escupió más sangre. "Des-pués de todo, nunca pareció importarte hacerlo durante todos estos años, ¿no?" Él entrecerró los ojos.
"Tu no eres mi hija." Una sonrisa amplia se extendió en su cara, ella lo miró con los ojos brillantes, mientras la sangre goteaba por su cara.
"Tienes razón, no lo soy." De repente le puso una zancadilla, haciendo le caer fuertemente contra el suelo. Ella se levantó con cuchillos en la mano.
"Dicen que cuanto más grandes son, más fuerte caen." Mientras él estaba sin aliento, ella agarró una almohada y se la puso en la cara, y comenzó a estrujársela fuertemente contra su rostro, más y más fuerte, oyó un fuerte ruido de algo resquebrajándose al poco tiempo.
Cuando ella apartó la almohada, su rostro estaba horriblemente mutilado, él estaba haciendo ruidos ahogados y llorando de dolor.
"¿Qué te pasa papi? ¿Demasiado dolor para ti?" Ella le clavó dos cuchillos en el estómago, dejándolos ahí por el momento, ella arrancó uno de los grandes postes pesados de madera, de la cama. Lo dejó entre sus piernas, y cogió los cuchillos.