Desperté puntual gracias a mi maravilloso despertador, no podía creer que hoy vería a Tay. Han pasado mas de un mes desde que no lo veo que ya lo extraño demasiado solo espero que el sentimiento sea mutuo.
Rápidamente me encamino al baño, solo es cuestión de una ducha rápida. Ya fuera de este elijo mi ropa ¿Jeans casuales o falda? ¿crop top o suéter? Definitivamente tardaba mucho en elegir un atuendo. Me decidí por un jean, un crop top, y mis irreemplazables converse, opté por colocarme solo polvo y brillo labial.
Ya lista me dirijo a la cocina por un rico sándwich de queso. Estoy tan entusiasmada ya quiero verlo, se llevará una gran sorpresa.
-Lele ya estoy lista, mueve tu trasero que ya quiero ir a ver a tay- grito desde la cocina, rezando porque aún esa morsa no siga dormida.
-Ay ya maggie, aún falta- dice entrando a la cocina con voz somnolienta y su pijama de corazones, ¿YA VA, PIJAMA? ESTA MUERTA.
-Lele como puedes estar en pijama a estas horas. DEBERIAS ESTAR LISTA JODER.- dije gritando, podría asegurar que el vecino escuchó.
-Callate, me duele la cabeza.- dice tapando sus oídos, oh si me había olvidado que estuvo en una fiesta.
- No es mi jodido problema que tengas resaca.- digo cabreada debido a que faltan 20 minutos para tomar mi vuelo.- no te molestara que tome tu auto y me vaya, verdad?.- vuelvo a decir a lo que ella se para de un tirón y me quita las llaves.
-ya vamos que esperas?.- la toque en su punto débil, como me amo.
Llegamos al aeropuerto en 5 escasos minutos. Todos nos veían raros, gracias a Lele y su alta autoestima, no le importa que la vean en pijama.
- Le diré a chris que grabe cuando te encuentres con Tay.- me dice dando palmaditas, parece de 5 años esta chica.
-Esta bien, Chao Ami.- la abrazo y me encamino al avión
•••
No dormí todo el vuelo, gracias a Taylor y oyendo el concierto de ronquidos del señor de atrás.
Apenas aterrizamos, fui la primera en salir, le envíe un texto a Chris avisándole mi llegada.
A los 5 minutos divisé un Audi negro y de éste se bajaba Chris con una sonrisa de oreja a oreja.
- Al fin llegas, vamos rápido que Tay esta fuera del hotel.- me dice arrastrándome con el.
Gracias a la rapidez con que iba el chofer, llegamos a los 5 minutos. Christian bajo primero "revisando el hotel". Al no ver rastros de Tay, fuimos corriendo a su cuarto.
- No se que haría sin ti, muchas gracias Chris. Te debo una.- digo dándole mi famoso abrazo de oso.
-Entra rápido, no hay nadie.- aseguró el moreno.- llamaré a Tay para que vuelva.- dijo girando sobre sus talones, alejándose lo suficiente para no poder oír lo que decía.
Giré el pomo de la puerta, dejé mi maleta en la cama seguido le envíe un texto a Lele diciendo que había llegado. Ya quería ver a mi novio.
El sonido de la regadera hizo que volviera a la realidad. No que aquí no había nadie? Debe ser Cameron seguro. Pensé en esconderme para darle una sorpresa a mi gran amigo.
Al abrirse la puerta del baño divise una cabellera negra, oh vaya este no era Cam. Esto si estará bueno. Rápidamente salí de mi escondite.
- Oh mierda me asustaste.- dice la chica llevándose la mano al pecho.
-Quien eres? Que haces aquí?.-pregunte levantando una ceja, podía ser muy cortante cuando me lo proponía
- Este es mi cuarto amiga.- aseguró la pelinegra.
- Estas segura?.- achine los ojos, definitivamente no me cae bien.
- Por que no lo estaría?.- preguntó agarrándose el cabello.
-Hasta donde se este es el cuarto de Tay, sam.- digo tratando de descubrir por que anda aquí.
- Soy su compañera, novia celosa?- odio esa sonrisa tan cínica.
No me había percatado de que la puerta del cuarto estaba abierta, mostrando a un Taylor casi petrificado. No lo pensé dos veces y lo abracé, me devolvió el abrazo y me beso como si no hubiese mañana. Sam aclaró su garganta *claro siempre tiene que estar alguien interrumpiendo*
-Y y que haces aquí?- preguntó tay obviamente sorprendido
-Sorpresa?- digo tomándolo de la mano.
-la mejor de todas- dice envolviendome con sus fuertes brazos. He estado esperando por este abrazo durante un mes.- he comprado mac donald's, quieres?.- pregunta levantando las cejas rápidamente, el sabe que amo la comida chatarra.
-Que si quiero? Es obvio.- digo fingiendo enojo.- que esperamos? Vamos.- vuelvo a decir.
En un rápido movimiento me toma de la cintura y me carga cuán saco de papa. Lo ultimo que veo antes de salir por la puerta es la "cara larga" de Sam. Tay ni la saludo cuando llegó.