De vuelta a casa.

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-4 horas después-

Toca la sirena de fin de clases. La gente sale como locos saltando y gritando que es viernes. Mi hermana, Eli, está en la puerta esperando a que yo salga para irnos juntas. Cuando me ve, me hace un gesto para ir hacia ella y me cuenta en un resumen lo que ha hecho esta mañana. Yo, en cambio, prefiero ocultarle lo del chico, ese tal Marcos que ha sido el motivo de que haya estado el resto de las horas de clase totalmente empanada.

-¿Entonces ya has hecho amigos? -Le digo a Eli mientras subimos al bus. Parece muy contenta.

-¡Sí! He conocido a Sara, una chica de gafas y pelo castaño muy guapa. También a Adrián y a Paula, a Manuel, a Yaiza, a Pablo...

-Que bien.

-¿Y tú?

-Yo a unas chicas de mi clase muy majas, y a unos cuantos chicos.

-¡Seguro que has ligado mucho! ¿A que si?

-¡¡No!! ¿Qué os ha dado hoy a todas con lo de que he ligado?

-Tendremos nuestros motivos. Seguro que hay alguien que le has gustado, o al revés. A mi me ha gustado uno de mi clase que se llama David, es muy guapo.

-Tú no entiendes de amor, eres pequeña.

-Tú también lo eres. El problema es que quieres crecer muy rápido, pero no te das cuenta que aún te faltan muchas cosas por descubrir.

Lo que faltaba. Mi hermana pequeña me da una charla sobre madurar. En fin, es mejor ignorar lo que dice y ponerme los auriculares.

El bus hace unas cuantas paradas, hasta que finalmente, para en la puerta de nuestra casa. Es un chalet bastante grande, casi como el de mi prima Mandi.

Elísabet se baja del autobús dando pequeños saltitos como signo de felicidad. Yo, en cambio, voy detrás de ella con el móvil, iniciando sesión en twitter. 

Entramos en casa. Vamos a la cocina, y leemos una nota que dice lo siguiente:

Alba, Elísabet. Dani ha tenido un accidente con la moto, pero no os preocupéis, está bien. Me he tenido que ir al hospital, así que hasta que no le den el alta, no volveré a casa. Supongo que mañana para la hora de comer estaremos aquí. Mientras tanto, ocuparos de mantener limpia la casa y de haceros vosotras la comida. Si necésitais algo, llamadme. Un beso, mamá.

-Pero Dani está bien... ¿No?

-Supongo que sí, Eli. Mañana estarán en casa.

-Yo quiero irme con mamá...

-Pareces una niña pequeña.

-Pero es que... Tengo miedo de que le pase algo a Dani...

-Tranquila, si mamá ha dicho que está bien, confía en ella. Ahora vamos a comer.

Preparo la comida y me siento en la mesa junto a Elísabet. No me hace mucha gracia quedarme con ella de niñera, pero si no queda más remedio, tendré que aguantar. 

Termino de comer y recojo la mesa, meto los platos en el lavavajillas y voy a mi habitación. Pongo música, enciendo el portátil y miro el papel que me ha dado antes Victoria... 

¿Y si tiene razón?

Bajo el mismo cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora