Inmigrante 00 - Inmigrante de la Equidad.

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su viaje inicio temprano, aún caía la lluvia del cielo, eran tiempos prósperos, pasivos, dulces

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su viaje inicio temprano, aún caía la lluvia del cielo, eran tiempos prósperos, pasivos, dulces.

no había razones para comenzar, está ruta no era la tradicional, la que le fuese mejor porque acostumbraba seguir órdenes, el pensar estaba de más, era un aditivo innato innecesario incluido en él, el bonus track que nadie quería ver en acción, nadie excepto él mismo.

vida monótona, prospera, vacía, con un futuro asegurado, viajes, una familia, un mundo de cristal, pero, no era lo que él quería... él quería libertad!

por eso no extraño verse cada vez más envuelto en este mundo, un sueño, algo por lo que abandonar su monotonía diaria, por perseguir un sueño reprimido.

su sueño convertir el escenario mundial, equidad, fin a la desigualdad social, un mundo de pares, un mundo de paz, un mundo donde encontrarse con quién le escogiera hace tanto tiempo, quién necesita seguridad, amor, comprensión, alegría y paz.

dejó de ser un esclavo del sistema, dejó lo establecido, comenzó su viaje, sin un sitio donde regresar, sólo un objeto a conseguir, el sueño de muchos, una verdadera felicidad.

abandonado, traicionando, vendido, rechazado por la muerte, ignorando por el destino, borrado de las actas públicas, muerto en vida, sólo un número, un inmigrante, un viajero, sin derechos, sin nombre, sólo un apodo.

pasó de ser el miembro hábil de un grupo de autómatas programados a ser un lobo solitario, sombio, cauto en exageración, huraño, al punto de la pesadez, descuidado de su apariencia...

... su carácter, eliminando dulzura de su personalidad.

el inmigrante se dio un tiempo de conocer a su gente, su entorno de trabajo, sus peligros, ganándose su espacio en el mundo donde se estaba insertando.

el mundo libertario es solitario, pero, la soledad es necesaria a veces, forma carácter, educa, da objeto al camino.

a veces la soledad cierra los ojos de las personas, les nubla la visión, les engaña, les despista.

el inmigrante estaba sólo, manteniendo un sueño, uno con visiones divergentes de ideas e ideales únicos, el tiempo en soledad es doloroso, porque la soledad no tiene alegría en sí, sólo tristeza, dulce tristeza.

el inmigrante tenía que trabajar en un equipo, uno que el decidió llamar familia, pero, como su primera familia, las cosas no fluyeron como debían.

el equipo creció y se cerró, un grupo con corazón, pero, sólo corazón, nada más... el conocimiento adquirido, aunque sólo el propio, los demás no eran válidos... el inmigrante comenzaba a quedarse atrás con este nuevo grupo, su trabajo entorpecía el ritmo retardado del resto, su fuerza de mejoras autómatas le quitaban el trabajo a sus compañeros, mejoras inútiles?

ahora el inmigrante no estaba sólo, debía de cambiar su ritmo de vida, cambiar su forma de ver y realizar la lucha, su carácter, su personalidad.

el mundo libertario dejaba de ser solitario, el inmigrante debía aprender a vivir en compañía nuevamente, aprender a dar apoyo a aceptar críticas, a darlas, a hacer familia.

el enemigo desea vernos fallar, por eso no debemos dejarnos nublar, mente fría, corazón firme, a veces el enemigo no quiere destruir el sueño, porque lo comparte, sólo desea deshacerse de los ejecutores, porque los ve con recelo, con miedo a ser opacado, perder protagonismo.

el inmigrante por fin estaba enfocado en lo verdaderamente importante, mantener el sueño que le instó a dejar todo lo que era, a crear esperanzas, para eso cedió, se dejó pasar a llevar, calumniar, maltratar, perseguir, amenazar y someter, la causa libertaria es más importante que el ego de unos pocos, por eso a veces es mejor ceder, pero, hacerlo con conciencia, no sólo por omisión.

el inmigrante ya había reconocido al enemigo, a quién atentaba contra la causa libertaria, esa que defendían, esa que buscaban, el enemigo era quién nadie creería, lleva incluso más que el inmigrante en la causa, batallas ganadas, vividas y huidas, con un carácter violento moldeado por la inseguridad, el rechazo y la autocomplacencia.

en un momento el inmigrante estuvo sólo, atacado por este veterano del mundo libertario, injuriado, maldito y desechado, sólo resistiendo ataque tras ataque, mentira tras mentira, hasta que sus ojos fueron abiertos, su mente aclarada y sus aliados fueron clara e inequívocamente visibles.

el mundo libertario ya no era solitario, sólo una parte de él. el inmigrante aprendió durante un tiempo a ceder, absorber conocimiento, procesar información, asociar ideas, leer personalidades.

el inmigrante dejó su lugar en aquel frío edificio, decidió hacer su papel en la lucha libertaria, apoyar a sus hermanos en la libertad, pelear una vez más en el frente.

el frío de la oficina es distinto del calor del frente, el ver a otros a los ojos, sonreír, exponer ideas, ver reacciones, vivir.

el camino libertario cobraba vida, avanzaba, tocaba seguir dándole hacia adelante, con seguridad, sin mirar atrás, está vez el enemigo estaba fuera de alcance, era un utópico, lejano, camino descubierto, sólo avanzar.

con sus hermanos, con los amigos, la lucha tomo un nuevo rumbo, uno más dinámico, el frente es más claro, ahí ves a quienes la cagan, quienes mienten, quienes se cuelgan de ideas ajenas.

InmigranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora