17 - Castillo de las artes y los sueños

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la ciudad es un gran infortunio para algunos, con una ciudad superficial y una ciudad subterránea, separada la magia de lo humano con el más elaborado velo, un teatro, un gran teatro que funciona como pantalla y cortina para permitirle a quienes viven abajo mostrarle a quienes viven arriba su arte y a su vez también permitirles a los que viven arriba el contactar a quienes habitan en el mundo inferior...

el teatro es custodiado por el inandante, puesto que un guerrero de alta leyenda decidió mantenerlo en pie, aun con los temores de los reyes de que este pudiera ser base de motín, aunque la reina persuadió al gran monarca de lo contrario, por esa noble seguridad que solo tienen algunos de que no habría traición tal, esa que solo podría darle el inandante sobre su lecho.

los gremios de las artes de la magia y la libertad, que habitan en la ciudad subterránea llenan de felicidad a tiempos dispares la superficie dominada por los humanos de cambio, personas sin instrucción, aprendices y magos menores, soñadores, aldeanos y trabajadores, que se rigen con las leyes de las clases nobles y dominantes, que no bajan de la parte alta de la ciudad...

los nobles no bajan de la parte alta, pero, en sus limites, hay un teatro antiguo, fundado en donde una vieja fabrica se asentaba, mantenido en un sitio apartado por gremios de herreros unidos por el bienestar común, dirigido actualmente por un viejo guerrero que se dedico a usar las artes como espadas, alimentando la conciencia, alimentando la divergencia de ideas, la libertad del pueblo.

este sitio fue cuna y refugio para muchos de los perseguidos, aquellos a los que el rey considero peligrosos para su reinado, para su lógica, para su ideal de mundo, fue refugio de las artes, de la magia, de la vida de estos los que mantenían la esperanza, rompiendo ese viejo paradigma impuesto por quienes gobernaban desde el lado opuesto de la ciudad.

el inandante llega al gran teatro cuando la ciudad aun era un pequeño caos, con las tropas del rey saqueando y registrando a diario la ciudad en busca de insulgentes, debiendo enfrentarlos en varias ocasiones, con hechizos, con tácticas, con confusión, sin derramar sangre alguna, sin perder a nadie en el combate.

la gran batalla vino después, con el rey en persona visitando al inandante, quien apostó su reino, su vida y su servidumbre con él en una partida de ajedrez, una guiada por su maestre, el maestre del teatro, una que significo al rey perder terrenos del pueblo, parar con las persecuciones, entregar a su reina...

la reina pacto con el inandante, el recibió un salvoconducto real, uno que le permitió recorrer toda la ciudad academia, uno que le permitió crear un refugio mágico para todos los perseguidos por el rey, una ciudad bajo la ciudad, un reino mágico dentro del reino humano, este el mercado de los sueños, por tanto el teatro del gremio, dirigido por el gran maestre de la guerra de ideas, fue rebautizado el castillo de las artes...

el maestre, soldado y director de sueños de antaño, de ahora y de mañana acepto al inandante dentro de sus muros, como uno más, como un aprendiz a su guía, como a un hijo...

entonces le enseño el arte de negociar, el arte de planificar y el arte de destruir, pero, no de destruir con una espada, sino que, el de destruir con la magia que solo habita en las palabras, en los conceptos y los sueños, también le enseño el arte de la política, el precio de la libertad y la llave a la puerta de la tristeza, esa que se encuentra escondida en el corazón de toda alma, esa que puede convertir el mundo de un mar de lágrimas a un campo de flores eterno, esa que controla las esperanzas, esa que controla el destino de la humanidad...

el inandante ahora mago, luego de entregar su espada, legendaria guardiana de un campo sagrado al mejor herrero mágico del imperio decidió seguir la senda de su gran maestre, para eso, creo en este su nuevo hogar un nexo entre los perseguidos por el rey y los que no tenían sitio dentro de sus planes, generando fiestas de mascaras, generando comidas, generando sueños y muestras de que los perseguidos eran igual que los que nada podían hacer contra el reino... fue así como el mundo comenzó a caminar, como la reina poco a poco se fijo en este nuevo orden, esta nueva forma de mantener la vida.

y la reina, cual curiosa mujer, cual noble mujer, quiso aprender más del mundo del inandante, bajando de su trono, viviendo la vida de los arrabales, viviendo la vida del pueblo, del mercado, del teatro, este nuevo reino dentro de el reino, este que le robaba la atención...

ese nuevo mundo fue el que ahora el inandante decidió proteger, mantener, aun ajeno a todo, dejando todo de lado para poder mantenerlo, encontrando en su viaje a muchos quienes tanto como él lo desean mantener, proteger y hacer crecer, este mundo donde lo oculto y lo permitido se rodean de misticismo y se confunden entre si, para crear imágenes que hacen soñar hasta el más realista de los hombres y creer hasta al más incrédulo de los cortesanos...

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