15 - Mago Demente

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mago demente, de magia de fuego, de noble origen, desterrado y encerrado en el interior de un hechizo prohibido, decidió trabajar en la mansión como una sirvienta siendo escoltada por un hada de ojos tristes experta en artes de combate del silencio.

en su trabajo aprendió de su guardiana a relacionarse con los clientes a esconder su magia, a no temer equivocarse, a aceptar sus errores, a seguir ordenes... a ser sometida por otros.

los años de nobleza se quedaron atrás, ahora era una sirvienta más, una que debía obedecer las ordenes de un noble que llego a su nobleza por trabajo, por la mansión que dirige al publico, por los clientes que esta tiene.

el mago demente a pesar de ser otra sirvienta, aprovecha al máximo a su escolta, pero, su escolta es monopolizada por un cliente siempre.

un viajero, quien recorre toda la ciudad con un salvoconducto imperial, mago, guerrero, musico, juglar, se dice mucho de ese cliente, pero, para el mago demente es solo un problema, uno que le impide tener a su sirvienta personal a su lado, satisfaciendo sus deseos, cumpliendo la misión por la que fue rescatada de la infinidad de un santuario olvidado y abandonado.

un buen día quien atendió al inandante fue el mago demente, no fue ni la sirvienta con orejas de coneja, ni el hada de los ojos tristes como lo hacían siempre, él no demostró sorpresa, solo le observo en silencio.

-que desea servirse- indica el mago al inandante con una bola de fuego azul en su dedo índice.

-algo frío para beber- indica el inandante al mago justo cuando una onda de sonido generada por un chispear de los dedos del inandante paga la bola de fuego creada por el mago demente.

la sirvienta con orejas de coneja ve el choque y trata de detenerlos, pero, es frenada por la sirvienta en jefa, quien le indica ir a la cocina y esperar ahí.

el mago demente deja una copa de plata sobre la mesa, esta tiene un licor de frutos rojos, algo que rara vez bebía el inandante debido a su temperatura y alto grado de alcohol.

-he pedido liquido frió y me has traído licor, ¿por que?- pregunta el inandante al mago demente quien se nota molesta por tener que servirlo.

del interior de la cocina emerge el hada de los ojos tristes y arroja cuchillos al inandante, de pronto no había ningún otro cliente más que él en el salón.

la botella y copa de licor se encienden en llamas, el vapor de licor inunda la sala como una densa niebla rojiza. se escucha el sonido de los cuchillos arrojados por el hada de ojos tristes chocando con algo blando, como si se tratara de piel.

-no debiste haberlo apuñalado- dice el mago demente a su sirvienta el hada de ojos tristes mientras le da la espalda a la nube de neblina dentro de la cual esta el inandante.

-perdón amo- baja la cabeza el hada de los ojos tristes.

de pronto, se le ve caer de rodillas con puñaladas en el pecho y el cuello, luego de caer el hada de los ojos tristes el vapor se dispersa y se ve al inandante de pie, esta ileso y con la copa de licor congelada en su mano izquierda.

-ese espectáculo es muy poco tradicional, ¿lleva un valor adicional el presenciarlo?- consulta el inandante mientras bebe el licor enfriado por sus poderes mágicos.

-debiste haber muerto con eso- indica el mago demente invocando una ametralladora enganchada en su brazo derecho usando el hechizo del fuego de Prometeo y la maquinaria del caos.

*el fuego de Prometeo es la habilidad sobrenatural de invocar o materializar armas creadas por al ciencia, la cual usan los magos de elemento fuego a través del manejo de metales en el ambiente que se condensan y forman armas al ser tocados por este fuego mágico. en el caso de el mago demente, este ha invocado una ametralladora que se encaja en su brazo derecho como una extensión de el mismo.

los disparos comienzan, disparos de balas de plata que van directo al inandante, de pronto todo se detiene, el noble regente de la mansión entra en el salón con la sirvienta de orejas de conejo al iniciar los disparos, solo para presenciar la escena.

-un mago de la corte trabajando como sirvienta en una mansión es algo inapropiado...- se escucha decir al inandante, luego el tiempo vuelve a correr.

frente al mago demente no hay nadie, desconcertada detiene sus disparos mientras el hada de los ojos tristes se pone de pie quitándose las dagas que llevaba lastimando su cuerpo.

-no pagare los destrozos realizados por tu mucama malcriada- indica el inandante mientras coge al mago demente desprevenido colocándole la palma de la mano derecha en la frente.

-no te cobrare esos destrozos- indica el noble acercándose.

de pronto se siente una gran onda de energía la que invade al mago demente, haciendo que la ametralladora de su brazo derecho se vuelva mercurio, luego cae al suelo de rodillas con los ojos llenos de lágrimas.

-envía lo de siempre al teatro- concluye el inandante y se retira de escena...

el noble baja la cabeza y se retira también de escena.

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