How Did I End Up Here?. ||5SOS|| [Luke Hemmings]

Bienvenida al infierno.

Salí del baño tras haber vomitado todos los cubatas que llevaba bebidos hasta el momento, sintiendome menos mareada y volviendo a poder pensar con claridad.

Me acerqué a la barra encontrandome a Dylan comiéndose todos los morros con un atractivo chico. Cuando Dylan me vio, se separó de aquel chico y me dio mi teléfono.

-Ha llamado Luke, te buscaba.- habló Dylan.

En ese momento juro que se me cortó la respiración y se me paró el corazón.

¡Que alguien me explique cómo puedo ser tan jodidamente estúpida! Había olvidado completamente que había quedado con él a cenar. No me quería ni imaginar cómo debía estar Luke en estos momentos.

Y entonces caí, en que Dylan había contestado al teléfono. Luke se habia tenido que dar cuenta que ese "pequeño recado" del que le hablé, era Dylan.

Me odio a mí misma.

-Dylan, tengo que irme.- le grité debido a la música tan alta de ese bar.

Miré la hora, las 22:20 de la noche.

Corrí por los oscuros callejones hasta que, tras quince minutos corriendo sin parar, conseguí llegar a la entrada de mi apartamento.

Subí las escaleras pensando en cómo le iba a explicar a Luke lo ocurrido, y por más que pensara, ninguna idea iba a ser creible para él. Aunque le contara la verdad, cosa que no podía hacer porque él no sabia que Dyl es homosexual, igualmente no me creería.

Caminé por el pasillo hasta llegar a la puerta, la cual abrí lo más desoacio que pude y sim hacer ruido alguno. Caminé con miedo por la casa hasta llegar al salón, encontrandome con la peor imagen que me podía haber imaginado.

Arzaylea encima de Luke en el sofá, besándose apasionadamente mientras Arzaylea le quitaba la camisa a Luke y éste último metía sus manos bajo el bestido de Arzaylea.

Me quedé allí parada en medio del salón sin ser notada por nadie, mientras miles de lágrimas desgarraban mis mejillas como si de cristales se trataran. Cuando de un momento a otro, se abrió la puerta dejando paso a Ashton, Mike, Calum y Dana, que entraban riendo animadamente hasta toparse con la horrorosa escena que estaba presenciando.

Todos quedaron paralizados, mirando aquella estampa para después mirarme a mí, que me encontraba sin poder reaccionar, sin pestañear siquiera.

-Joder, qué inoportunos.- gruñó Arzaylea bajándose de las piernas de Luke y alisando su bestido con las manos.

-¿Puede alguien explicarme qué demonios es esto?- habló Calum, al borde de perder los papeles.- ¿Qué tienes en tu maldita cabeza, Luke? Te sobrepasas, tío.- sentenció Calum para seguidamente acercarse hasta mí. Yo seguía sin reaccionar. No era capaz de mirar a nadie a la cara.- Jodie, ¿estás bien?

-¿Cómo va a estar bien?- pregunta esta vez Mike.- Luke, ¿no piensas decir nada?

Alcé mi mirada para conectar mis ojos con los de Luke por primera vez desde que había entrado en el salón. Le miré esperando una explicación, pero no dijo nada hasta que Arzaylea le dió una pequeña palmada en el hombro, mirándole amemazante.

-He vuelto con Arzaylea, no he podido encontrar en Jodie lo que tiene Arzaylea y es con ella con la que quiero estar.- citó como si lo tuviese memorizado.

Estoy segura de que en esos momentos todo el mundo pudo escuchar mi corazón romperse en mil pedazos. Aparté la mirada de él y me encamine hacia mi habitación.
Pero antes de salir del salón, cité unas palabras.

-Ojalá nunca te hubiera conocido, Luke Hemmings.- y tras decir aquello, entré a mi habitación, cerrando de un portazo y tirándome en mi cama, volviendo a estallar en lágrimas.

Narrador en tercera persona.

Todos los presentes en el salón se acercaron al sofá y se sentaron, mirando incrédulos a Luke.

-Bueno, Lukey, ya sabes lo que les tienes que decir. Me voy a dormir, ser tan fabulosa es cansado.- Dijo Arzaylea y se levantó del sofá, dándole un beso a Luke y a continuación desapareciendo del salón.

Todos miraron a Luke pidiendo explicaciones, hasta que este empezó a hablar.

Luke les contó primero lo del retraso de Jodie.

El de la cena, no el mental.

-Entonces al darme cuenta que ella estaba con Dylan, decidí llamar a Arzaylea.- habló cabizbajo.

-Joder Luke, tú y tus eatúpidos celos, ¡Dylan es gay, joder!- gritó Ashton.

Todos menos Dana lo miraron sorprendidos.

-¿Cómo que es gay?- preguntaron todos al unisono.

-Sí es gay.- habló esta vez Dana.

-Él... me tiró los tejos, ¿vale?- continuó Ashton.- Me padeció extraño que lo hiciera y le pregunté a Jodie, la cual me lo afirmó haciéndome jurar que no diría nada, ya que Dylan lo lleva en secreto.

-¡¿Qué?!- se alteró esta vez Luke.- Mierda, mierda y más mierda. ¡Joder!- se alteró, pegandole golpes a la mesa, logrando tirar al suelo un jarrón, haciendo así que se rompiera.- Si hubiera sabido que Dylan es gay no habría llamado a Arzaylea.

-¿Así que solo te has enrollado con ella para joder a Jodie? ¿Como puedes ser así, tío? ¿Es que no has visto como se ha ido llorando Jodie?- habló más serio de lo normal Michael.

-No ha sido por eso, y lo que os voy a pedir ahora, no os va a gustar, pero no tenemos opción, nos tienen cogidos por los huevos.- anunció Luke.

-¿De qué demonios estás hablando, Luke?- frunció el ceño Dana.

-Si queréis seguir teniendo cerca a Jodie, tenéis que escucharme.- sentenció Luke.

Narra Jodie.

Me desperté con un extremo dolor de cabeza, sintiendo los ojos arder por el mero echo de que me había pasado la noche llorando. Intentando buscarle el sentido a lo que había pasado la noche anterior, pero todos mis untentos fueron nulos.

¿Cual se suponía que era el olan de Luke? ¿Conseguir mi confianza para desvirgarme e irse con Arzaylea a continuación?

Se me habían quitado las ganas de levantarme de la cama, porque estaba profundamente enamorada de Luke, y como la ingenua que soy, me creí que él lo estaba de mí también.

Por favor Jodie, mírate, eres un desastre, Alison tenía razón, no eres suficientemente buena para él. ¡Ingenua!

Sin quererlo volví a romper en llanto. Me consolé a mí misma diciéndome aue seguía teniendo a los chicos, que no estaba sola.

Pero lo que yo no sabía, era que a partir de esa mañana, mi vida iba a dar un giro de 180 grados, dejando mi vida patas arriba, mientras los que yo creía mis amigos me daban la bienvenida al mismisimo infierno.