23. La sección prohibida

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Todos habían quedado muy desconcertados tras el repentino abandono de Tim Robbins de las clases de Alquimia.

Poco a poco habían ido desapareciendo los patronus de elemento que Blake les acababa de enseñar a hacer. El último en desaparecer fue el oso del profesor que se desintegró una vez que todos los alumnos hubieron guardado sus varitas y recogido sus mochilas o bandoleras. Habían estado tan distraídos con la nueva práctica que la hora de clase se había pasado volando.

Blake seguía mirando ceñudo las enormes puertas de roble por las que había salido Tim.

"Una vez entréis en el Proyecto Décima no podréis abandonar" – recordó las palabras que les había dicho a sus alumnos durante el primer día de clase.

Danny Turner, con rapidez, fue el primero en salir de su despacho. Quizás todavía alcanzara a Tim antes de que se le ocurriera hacer alguna tontería. Nunca había visto a su amigo perder los papeles de aquella forma. Ni de expresarse así de abiertamente frente a tanta gente.

- ¡Vamos Will! – llamó Lucas a su compañero, buscando una vía de escape para que Adela dejara de hablarle de su patronus de fuego. - ¡La comida debe de haber aparecido ya en las mesas del Gran Comedor!

- Era incluso más grande que el oso que invocó el profesor ¿verdad?... – le dijo Adela a Marshall Smith mientras salían del despacho. 

Lucas se había parado para esperar a Will.

- ¿Te encuentras bien? – le preguntó mirándolo con preocupación. En el despacho de Blake solo quedaban ellos dos junto con Alice y Mina. El profesor había desaparecido.

- Sí, claro – le respondió con una sonrisa que trataba de ser convincente. – Ahora te alcanzo, no te preocupes. – dijo sentándose en una de las bancas que el profesor había puesto contra la pared.

Lucas lo miró brevemente, pero comprendió que su amigo quería que se fuera, así que salió también de la clase. Mina salió detrás de él, pero antes le hizo un gesto a Alice recordándole que habían quedado al día siguiente. Alice asintió con la cabeza y se despidió de ella.

Se había quedado a solas con Will.

Se sentó a su lado. No sabía muy bien que hacer, ya que tampoco quería incomodar al chico. Ella se había dado cuenta de lo que había ocurrido cuando el enorme patronus de fuego se le había puesto en frente. Recordaba perfectamente lo que le había contado sobre cómo había perdido a su familia.

"- ¿Cómo es que vives con tus primas? -preguntó Alice justo cuando empezó a verter el Aguamiel en la poción volubis.

-Mis padres murieron en un incendio cuando yo estaba en tercer curso. -respondió secamente Will. Alice apoyó el frasco de Aguamiel y miró al chico muy seriamente.

-Lo siento...

-No te preocupes. - dijo Will recuperando la sonrisa. -Ya está más que superado, además mis primas me tratan bastante bien."

Al final decidió tocarle el hombro para que al menos viera que lo apoyaba.

Will se había portado muy bien con Alice en las últimas clases: le había defendido frente al patronus de serpiente de Sam Kelly; sin olvidar la agradable tarde que habían pasado elaborando la poción volubis. Resultaba un poco irónico.

Levantó la cabeza y se alborotó el pelo intentando disimular su pesar, después volvió la vista hacia Alice.

- Es por lo que me contaste del incendio... ¿verdad? - se atrevió a preguntar.

Will asintió con la cabeza. A pesar de que trataba de sonreía, apretaba los puños con fuerza.

Se levantó y abriendo las puertas de roble, quiso marcharse de allí rápidamente. Parecía algo desorientado mientras intentaba recordar cual era el camino hacia el Gran Comedor.

Historias de Hogwarts I: la DécimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora