20. La bludger atascada

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Después de la desastrosa derrota contra Ravenclaw, Slytherin no se podía permitir perder en el siguiente partido. Por eso, John Bennet, el guardián y capitán del equipo, había iniciado un entrenamiento intensivo para las próximas semanas.

- El próximo partido es contra Gryffindor – decía Ian que se había acercado con la escoba hacia donde estaba Megan. Justo en aquel momento acababa de pasarle la quaffle a otro de los cazadores. – y cuentan con un equipo bastante bueno.

- No seas pesimista y concéntrate en la snitch. – le respondió malhumorada.

Tenía razón, Gryffindor tenía un estupendo equipo de quidditch. Contaban con un guardián bastante ágil y atento, que además dirigía al equipo con gran competencia. Por no hablar del buscador, Alex Long, un creído de cuidado, que iba pavoneándose por ahí por su puesto en el equipo. A pesar de todo, Megan tenía que admitir que también era bastante bueno.

- ¡Filleman y Plinton! ¡¿Qué se supone que estáis haciendo?! Tenéis que protegerme de la bluger, ¡y esa casi me da!

John se ponía muy alterado y se volvía especialmente hosco cuando entrenaban. Estaba de un humor insoportable y la pagaba con el resto del equipo, como si él fuera perfecto y el resto no le llegara ni al bajo de la túnica.

- ¡Cálmate, John! Estamos haciendo lo que podemos. Llevamos cerca de tres horas entrenando sin parar, es momento de descansar. – afirmó Megan bajando hacia la pista. Los otros dos buscadores la imitaron.

Su hermano la miró con reproche y no le quedó más remedio que aceptar sus palabras. Hizo indicaciones a los dos golpeadores para que también bajaran. John fue el último en tocar el suelo junto con Ian, que había atrapado la snitch.

-Mañana a la misma hora. – dijo mirando desafiante a Megan. – No voy a permitir que me hagáis perder el próximo partido. – añadió mirando a Ian con desdén.

Se marchó a los vestuarios con los dos cazadores y golpeadores pisándole los talones.

- No me lo va a perdonar nunca, ¿verdad? – preguntó Ian con preocupación.

- Se le pasará si haces un buen partido – respondió Megan mientras se quitaba los guantes de agarre.

- ¡Mira! – Ian señaló hacia las gradas. Alice Adams y Adela Long acababan de llegar al campo de quidditch y se estaban sentando en las gradas de Gryffindor. - ¿Qué hacen ellas aquí?

La pregunta de Ian fue respondida en menos de un segundo cuando Alex Long apareció entrando en la pisa, haciendo giros y piruetas con su escoba. Megan suspiró asqueada mientras que el resto del equipo de Gryffindor entraba a pie.

-Ya habéis terminado, ¿no? – preguntó Lucas, situándose en frente de Megan.

- Si. – dijo levantando los hombros y la barbilla, para no parecer tan pequeña a su lado.

- Entonces no hace falta que guardéis las pelotas. Nosotros vamos a entrenar ahora. – dijo cogiendo la quaffle.

- Ya lo había supuesto. – respondió Megan molesta. – Pero las pelotas no son del material escolar, son mías y de mi hermano. – le quitó la quaffle a Lucas y le mostró un pequeño escudo con una B en medio, símbolo de la familia Bennet.

Lucas asintió e hizo un gesto a un chico alto y fuerte para que fuera a buscar las pelotas que proporcionaba el colegio. Se despidió de Megan y montó en la escoba junto con los restantes miembros del equipo.

-Recoge tú las bludger. No me apetece tener que ver al estúpido Long haciendo volteretas. – Megan no le dio opción a Ian y rápidamente se marchó a los vestuarios.

Historias de Hogwarts I: la DécimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora