Capitulo 10

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|ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas de sexo explícito. No quiero comentarios cómo “Ugh, que asco”, “Eres una asquerosa” u otros mencionados con el tema. Si no te gusta leer de sexo, fácil, no leas. Ahorrate tu comentario♥

Muchas gracias, lectoras.

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Justin sudaba cómo si hubiera corrido una maratón. Las manos le temblaban y miraba nervioso hacia ____, que abrazaba sus rodillas tímidamente y con miedo. En los ojos de la castaña el miedo no se iba, simplemente permanecía ahí.

Y luego, temblando y con la voz un poco quebrada, repitió.

—Lo has matado. Que lo has matado Justin, no se mueve...—la voz finalmente se le quebró y temerosamente se puso de pie—¿Qué vamos a... a hacer?

Y, con un poco de histeria se acercó a Justin, apuntándolo con el dedo índice y prosiguió.

—O mejor dicho... ¿Qué harás tú? No tengo la fuerza suficiente para... para cargar con esto durante toda mi vida.

Justin la rodeó con sus brazos y ella soltó algunas lágrimas en silencio.

—Ha pasado ya _____. Ordena tus cosas, guarda todo lo que consideres importante y lleva mucha ropa—a la castaña se le tensaron los músculos del cuerpo al oírlo—Nos iremos de este lugar, es lo mejor. Yo no quiero hacerlo, pero debemos.

Y Justin no le dio tiempo a _____ de hablar, ya que puso su móvil en su oreja y comenzó a hablar con alguien. _____ sólo escuchaba “Si, iré” y “Ven para acá rápido.”

Guardó toda su ropa y guardaba sus audífonos hasta que cayeron abajo de su cama y ella se agachó para recogerlos. Y vio una caja. Cogió la caja con sus dos manos y la abrió. En ella, había cartas que ella misma había escrito con un destinatario indefinido. A su lado, fotografías de ella cuándo pequeña. Y unas pocas vendas. Cogió la primera carta, tenía la fecha y todo el formato escrito con tinta color negro.

“Miércoles veintiuno del 2009.

Me siento completamente estúpida escribiendo estas cartas. Ni sé para quién son, pero me desahogo. No tienes nombre, pero te imagino completamente perfecto. Te imagino cómo el chico popular, el chico lindo, el chico con la novia perfecta y la actitud de masculinidad que inspiraba. Ah... cuando pienso en ti, en mi destinatario secreto pienso en Justin. Sí, tengo la esperanza de que Justin Bieber lea mis cartas. Y sería tonto, que las leyera. Eso jamás sucederá. Bueno, cómo tú serás el “Justin”; no me imagino llamándote así, así que serás el anti-Justin. Porque no eres real. Porque Justin... jamás me hablará.

Amo a Justin...

Y el ama a Beth”

_____ observó cómo la hoja estaba con marcas de lágrimas y cerró los ojos, acordándose de cuándo lo escribió. Ese día, había visto a Justin besar a Beth y le entró una cólera que no se le quitó en todo el día. Ni siquiera comió de toda la ira consumida que llevaba dentro.

—Así que te gustaba desde hace tiempo, ¿No es así?

La ronca voz de Justin la sacó de sus pensamientos. Y sintió sus mejillas arder cómo el mismísimo sol.

—Calla ya, Justin.

Siguió guardando las cosas, aún sintiendo la mirada de Justin sobre ella y cada vez se ponía más incómoda.

—Terminé—anunció.

Justin asintió y luego, por la ventana (Al parecer todos tenían la mala costumbre de entrar por la ventana. Raro) entró un chico rubio y alto. 

AWKWARD. | j.b |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora