Pasado.

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Capítulo 2: Pasado.


-¿Me vas a dejar solo? - Miré a Minho desde la cama con un puchero.

-Solo iré con unos amigos a jugar un partido de futbol.

-No me dijiste que tenías amigos aquí.

-Perdona. - Agarró mis manos juntándolas y acariciándolas. - Lo olvidé.

-¿No puedo acompañarte?

-Creí que no ibas a querer.

-Es que... me voy a aburrir acá solo.

-Está bien. - Me sonrió y se paró de la cama y después lo seguí yo.

-Espérame solo un rato que me cambio y ya estoy.

-Nada de ropa ajustada ni provocativa, no te olvides que van a estar las miradas de mis amigos y no soportaría que te miren como lo hago yo. - Minho me agarró fuerte de las caderas mientras me miraba tan serio, con esa mirada que me podía mucho, subí mis manos a su cuello y lo besé, Minho me correspondió mientras sentía como sus dedos se remarcaban con más fuerza en mi cadera.

-¿Sabes algo, Minho? Me vestiré con medias negras hasta más arriba de las rodillas, una pollera corta y...

-No me provoques. - reí por mi broma y volví a besarlo.

-¿No te gustaría que tus amigos tengan envidia de lo que te comes todas las noches?

-Kibum, de verdad... ¿No puedes ser más delicado en como dices eso? - su cara era de frustración pura.

-JAJAJAJAJAJA - me largué a reír fuerte - Sabes como soy.

-Por favor, como si no te conociera - puso los ojos en blanco - Eres fatal con tus ocurrencias.

-No me respondiste. - mi mirada era de provocación absoluta.

-Sí... sí me gustaría que sientan envidia de lo maravilloso que eres en todo sentido, pero no soportaría que te miraran como si estuvieran devorándote con sus ojos, de eso me encargo yo.

-Ay tan posesivo él. - bromeé y Minho tiró de mi cintura hacia él besándome tan bien, subí mis manos a su pelo tirando de él mientras profundizábamos el beso.

-Kibum, sabes que siempre que empezamos así... - se separó despacio.

-Está bien, vamos. - lo interrumpí adivinando lo que iba a decirme y me separé del todo yendo al placar, tuve que hacer terrible juicio contra Minho para que pudiera llevar un pantalón de cuero ya que usar ropa holgada no me gustaba si no era otra cosa que para el piyama, pero bueno, lo había conseguido.


Fuimos en el auto que le habían derivado a Minho desde Seúl apurados porque ya llegábamos tarde. Una de las razones por las cuales Minho iba con el uniforme y con una muda de ropa y agua en la mochila.

Al llegar, Minho no exageraba... todos sus amigos voltearon a vernos, algunos con cara de "conozco a tu acompañante" y otros como "¿Quién es?", me hacían sentir muy incómodo por la atención que recibía.


-Siéntate aquí en la tribuna, te aseguro que te voy a dedicar miles de goles. - rió.

-Agrandado. - le devolví la sonrisa, Minho me dio un largo beso y bajó de la tribuna para ir con su equipo y saludar a todos. Sin duda, era una nueva faceta que veía en Minho, una faceta de amistad que nunca antes había visto, se lo veía feliz y se notaba que hace mucho que no veía a sus amigos porque se lo veía feliz hablando con ellos como si estuvieran contándose anécdotas.

Adicción enfermiza II [MINKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora