Recuperar.

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Capítulo 8: Recuperar.


Kibum abrió los ojos y lo primero que vio fue una habitación oscura, se vio sentado en una silla amarrado de las manos por unas esposas, su cuerpo atrapado a la silla junto con sus pies atados.

-Con que la princesa despertó, has dormido tanto que ya comenzaba a molestarme, es así como te dice mi hermanito ¿verdad? Princesita - Kibum de a poco notaba como su vista se enfocaba y veía a Minseok acercarse a él.

-Maldito. - dijo sin dudar.

-¿Cómo? ¿Ya has empezado desde tan temprano? Han pasado unas buenas horas que has estado dormido y ahora te la das de vivo.

-No te me acerques. - Kibum con sus esposas apretó su vientre como pudo.

-¿Por qué? ¿Acaso tienes miedo? - cada vez se acercaba más hasta que llegó a él y lo agarró de las muñecas las cuales tenía atadas. Kibum no contestó y Minseok volvió a preguntar lo mismo pero en un tono más alto. -¡CONTESTA! - Kibum seguía quedándose callado hasta que Minseok no lo soportó más y le pegó, Kibum giró su cara al recibir la cachetada y sus ojos lagrimearon.

-¿Qué consigues con esto? Dime, ¿Es que acaso estoy pagando algún tipo de castigo por esto? Con Minho ya no tenemos nada y sin embargo insistes en destruirlo.

-¡CALLATE! - Minseok le pegó de nuevo - ¡BASTA! - ¡NO ME PROVOQUES! ¡NO TE ATREVAS! - lo agarró del cuello apretando fuerte.

-¡P-POR FAVOR! - alcanzó a gritar Kibum y Minseok una vez que lo miró fijo lo soltó bruto.

-Ni te atrevas a hablarme así. - Kibum lo fulminó con la mirada mientras seguía llorando en silencio tratándose de aferrar a su hijo, que mierda era todo esto, estar pagando por la vida pasada de Minho.


"Como dije... te enredaría en mis brazos, jugaría contigo hasta cansarme de ti, como un juguete... buscar el momento perfecto para decirte estas palabras y romper cada pedazo de ti, lo lamento mucho ¿Pensaste que enserio me había enamorado de una persona como tú? No me hagas reír, desde el primer momento tendrías que haberte dado cuenta que una persona como yo no se podría haber fijado en una tan poca cosa como tú, el juego ha terminado princesa, espero que hayas disfrutado lo poco que duró el cuento de hadas."


Recordó y se puso a llorar con más fuerza, le daba impotencia ver el rumbo que estaba tomando su vida. Pero de una cosa estaba seguro, mataría al que se metiera con su hijo ya que era lo único que tenía y tendría.

-¿Qué es esa manera de mirarme? ¡Claro! ¡Encima la princesa tiene preferencias! ¡PREFIERES QUE MI HERMANITO QUERIDO TE PEGUE Y YO NO! - se volvió a acercar rodeando lentamente la silla en la que Kibum estaba sentado mirándolo con susto. -¿Es eso? ¡¿Tienes preferencias?! - desde atrás volvió a apretar su cuello ahorcándolo, haciendo que cada vez perdiera más el control de su respiración.

Kibum soltó un quejido y Minseok lo soltó y le pegó otra cachetada.

-¿Por qué haces esto? - susurró bajito derramando más lagrimas -¿Por qué lo odias tanto?

-¡ESO NO TE INCUMBE! - Minseok se alejó tirando de su pelo y un silencio tormentoso se dominó de la habitación hasta que fue interrumpido por el sonido de la panza de Kibum - Con que tienes hambre eh, que lástima, estarás sin comer hasta que tu príncipe venga a rescatarse si es que puede. - sonrió de medio lado y Kibum apretó con fuerza los ojos resignado, no podía hacer el más mínimo movimiento por más que quisiera. Su cuerpo dolía horrores, sentía nuevas marcas rojizas remarcarse en su nívea piel.

Adicción enfermiza II [MINKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora