Capítulo 11: Vida maravillosa.
Para Kibum fue ayer cuando Minho le preguntó sobre que pensaba acerca de que se mudaran de casa. En parte tenía razón, la casa de Kibum era grande pero tenían que alejarse de los malos recuerdos, desatarse de todo tipo de recuerdo y vivir su vida con sus dos hijos que ya se venían en camino.
Finalmente al tomar la decisión se lo consultaron al tío de Kibum y él accedió en comprarla tomándolos por sorpresa. El tío les comentó que pronto vendría su familia a vivir con él ya que él se había venido de improvisto por la muerte del padre de Kibum dejando a toda su familia atrás y por esa razón necesitaba una casa más grande que su departamento pequeño que tenía.
Y ahora finalmente ya estaban mudados en su casa, habían elegido la casa perfecta, con perfectas divisiones para la habitación de los pequeños, la habitación de ellos, una cocina enorme, elegantes baños como también un hermoso comedor y un amplio living. La casa afuera tenía un inmenso patio que no hacía más que mostrar el color verde del césped y algunas hamacas y más al fondo tenía una pileta climatizada tapada por unos hermosos árboles altos que le daban un toque hermoso a la casa.
-¡Hoy por fin es el día! -Kibum saltó a los brazos de Minho que recién llegaba de la empresa.
-Sí señorito hoy es el día que haremos las compras de nuestros pequeños y ten más cuidado con esos impulsos de saltar, sabes que no puedes ejercer fuerza alguna.
-Está bien, está bien señor gruñón. - rió Kibum haciendo reir a Minho también que al bajarlo de sus brazos lo miró sonriendo.
-Cada vez pesas más amor, dejen de comer. - Minho se tentó al ver como se le transformaba la cara a Kibum y le daba la espalda cruzándose de brazos. -Mentira, mentira. - rió más fuerte haciéndolo contagiar a Kibum con su risa hasta que lo calló cuando lo tiró de la cintura apegándolo a él para besarlo, el más bajo rodeo la nuca del moreno demostrándose lo cuanto se habían extrañado por más que fuera una mañana de trabajo.
-¿Vamos amor? Ya no aguanto más la emoción.
-Te diría que almorcemos primero pero almorzamos en el camino.
-¡Maravilloso! - gritó de emoción Kibum y agarró a Minho de los hombros volteándolo llevándolo hasta la salida de nuevo. En eso aparecieron las empleadas viendo la adorable escena y Kibum las saludó con la mano mientras contra la otra arrastraba a Minho hasta la salida.
-¿Dónde podemos ir? - preguntó Minho una vez que ya estaban en el auto.
-Podemos ir a esa tienda hermosa que hay en el centro del centro.
-¿En el centro del centro? - Minho bajó sus cejas mirándolo a propósito confundido por el juego de palabras.
-¡Idiota! - se puso a reír Kibum - Deja de mirarme como si estuviera diciendo cualquier estupidez.
-Solo bromeo, sé lo que quisiste decir centro del centro. - esta vez Kibum le pegó despacio en el hombro riendo a más no poder, Minho no se cansaba de bromearlo hasta el cansancio. A medida que iban avanzando por el centro Kibum señaló una tienda haciendo que Minho frenara en seco estacionando.
Al entrar a la tienda los ojos de ambos se iluminaron, la tienda estaba llena de ropa de bebé, muebles y cunas muy divertidas.
-¡Mira amor! ¡Que chiquitito! - Minho sonrió de la ternura al ver como Kibum le mostraba unos conjuntos de bebé, eran realmente pequeños y no pudo evitar que sus ojos brillaran, todo era muy bonito para poder ser real.
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Adicción enfermiza II [MINKEY]
Fiksi PenggemarNo puedo decir lo que realmente es, solo puedo decir cómo se siente... Siempre y cuando lo incorrecto se sienta bien es como estar en pleno vuelo, estamos drogados de amor como borrachos de odio de tan solo pensar que terceros pueden interferir en n...