Mío.

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Capítulo 13: Mío.


Pasaron los meses y Kibum ya estaba en el noveno mes, todo había seguido igual hasta ahora entre Kibum y Minho, cada vez tenían muchas más motivaciones de seguir juntos acompañándose con su amor que cada vez iba creciendo y mejorando día a día.

Minho en estos últimos meses se la había pasado pidiendo permiso a su padre para acompañar a Kibum en sus clases de preparación para el parto. Últimamente lo disfrutaba porque los ejercicios para casa consistían en ayudar con masajes que Minho y Kibum en verdad disfrutaban, Kibum tenía una gran y redonda panza y se sentía pesado hasta para tener sexo pero se satisfacían con lo mínimo que encontraban.

-Ya falta tan poco. -Kibum se acostó más cómodamente en el pecho de Minho mientras éste lo abrazaba con más fuerza y cerró sus ojos para dejarse llevar por el sueño.

-Estoy tan impaciente, ya quiero verlos. -sonrió Minho besando la frente de Kibum a la vez que acariciaba su panza debajo de las sábanas.

-Buenas noches mi amor, duerme bien y ruega que esta noche me dejen dormir.

-Está bien mi vida, ojala te dejen dormir. -rió abrazándolo aún más, sabía el insomnio que tenía Kibum en estos últimos días por contracciones pero todas eran producto de una falsa alarma.





-¿Minho? -Kibum lloró levantándose de improvisto, estaba temblando y trataba de despertar al moreno con fuertes forcejeos.

-Bummie... ¿Qué pasa? -Minho se levantó asustado refregando sus ojos.

-Me... me du-duele... dios, ya no aguanto más.

-Oh por dios, ya... ya... ay que hago -Minho se paró rápido de la cama buscando su celular marcando rápido a su chófer para que lo ayudara a llevar a Kibum. -Vamos rápido al hospital. -cortó y escuchó como Kibum trataba de hablar.

-Pe-pero... Minho ¿Qué pasa si solo es otra contracción? -preguntó agitado mientras se agarraba de la panza.

-Todas las que has tenido hasta el momento no eran tan fuertes. -Minho le puso las zapatillas a Kibum y lo abrigó, después él se puso un sweater y una campera y enseguida escuchó como el timbre sonaba dejando ver a su chófer somnoliento.

-Señor Choi, ¿Qué pasó?

-Debemos ir al hospital, ahora, ayúdame. -el chófer de Minho lo ayudó rápidamente a agarrar a Kibum con fuerza llevándolo al auto, el chófer conducía muy rápido mientras veía por el espejo que tenía en frente como Minho trataba de tranquilizar a Kibum besándole la mejilla como también la frente, era una escena muy tierna a los ojos de cualquiera que los viera en este momento. El tráfico por suerte no estaba lleno porque sino se desesperaría aun más ya que escuchaba a Kibum quejarse más seguido y notaba como su respiración se iba volviendo más agitada.


Al llegar al hospital enseguida bajaron y YoonA justo estaba de turno en la noche y grito al ver a Kibum como una señal para que fueran hacia ella.

-Sabía, sabía que de hoy no pasaba, acompáñenme... hay a veces en donde el embarazo se adelanta, casi nunca es la fecha exacta y me alegra que esos pequeñitos al fin se van a dejar ver.

-Yo también, estoy muy ansioso. -Minho habló nervioso mientras sus manos temblaban sosteniendo a Kibum que no paraba de quejarse.

Minho definitivamente nunca iba a olvidar la forma en que lo hicieron lavarse las manos rápido y como lo hicieron vestirse adecuadamente con un gorro y delantal azul y lo hicieron pasar a la sala de partos, al instante lo primero que hizo fue apretar la mano de Kibum con fuerza y ahí recién entendió dónde se encontraba, recién caía reaccionando de que estaba a punto de ser papá. Nunca en su vida había imaginado encontrar el amor, nunca había imaginado encontrar una persona como Kibum que fuera su total adicción y más todavía, el amor de su vida.

Adicción enfermiza II [MINKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora