Capítulo 4: Desconfianza.
-¿Puedes decirme por qué mierda te dejaste tocar por ese imbécil? – Minho cada vez subía más de tono la voz y apretaba con más fuerza el acelerador.
-¡¿PUEDES CALMARTE?! – traté de agarrarlo del brazo que tenía desocupado pero se soltaba.
-¡NO, NO PUEDO CALMARME! ¡ME DESQUICIA QUE ESE INÚTIL TE HAYA TOCADO Y MÁS ENCIMA ABRAZADO!
-¡DIOS, MINHO! ¡NO TE SOPORTO CUANDO TE COMPORTAS ASÍ! – Minho paró en seco en mi casa y bajé del auto golpeando fuerte la puerta del auto y entré a casa, tiré el saco en cualquier lado junto con mis llaves y el celular.
-¿Es que no me vas a decir nada más?
-Minho... – suspiré – Ya estoy cansado, hoy no fue un buen día, déjame descansar. – Minho volvió a insistir y me agarró de la muñeca – Mira, acá el único que tiene derecho a hacerte un escándalo soy yo, ni siquiera tienes la voluntad, ni siquiera por mí de decirme la verdad... de poderme decir quién era él, ¿Quién era? ¿Tu hermano? ¿Y por eso no me lo querías decir? Pero si tú eres hijo único, la verdad que no entiendo nada y dudo que me expliques así que déjame, me voy a dormir.
-¿Y lo del hijo de puta que te mandó mensaje?
-Minho, tú no me quieres explicar nada ¿Y por qué lo tengo que hacer yo?
-Kibum, dímelo. – sus ojos me miraban fijos, estaban rojos... se los notaba irritados.
-Fui a ver a mi tío y no estaba Jimin, entonces, pregunté por él, listo, punto final.
-¿Piensas volver a lo de antes?
-¿Antes? ¿De qué estás hablando?
-Kibum, no te hagas el idiota.
-¿A las clases? Mira me diste una muy buena idea, mañana volveré.
-Kibum.
-Y que mierda me importa lo que pienses, Minho, algo tengo que hacer, me la paso encerrado cuando el señor se la pasa en empresa en empresa y quién sabe si en mujer en mujer.
-Kibum, no te atrevas a hablarme así. – me empujó fuerte contra la pared haciéndome quejar por el reciente golpe en el restaurante, veía en su mirada que no tenía planes de parar así que solo avancé despacio, mirándolo con cansancio y lo abracé totalmente harto de esto.
-Dejémoslo, enserio Minho, no tengo ganas de pelear, ya está. – me solté despacio de su cuerpo y Minho me dejó ir, entré al baño y me curé solo las heridas que habían dejado en mi cuerpo los vidrios rotos de las copas y los platos. Me puse el piyama, saqué mi maquillaje y directamente fui a nuestra habitación, Minho no estaba, la cama se sentía vacía y fría pero me acurruqué contra las sábanas y de a poco fui escuchando ruido desde adentro... estaba a punto de cerrar mis ojos cuando sentí a Minho acostarse al lado mío, pegó su pecho contra mi espalda en un abrazo y me morí de ternura.
Me daba cuenta que Minho estaba arrepentido y me di vuelta entre sus brazos, lo miré y Minho me besó al instante... era un beso, tranquilo, con paciencia... recorriendo la boca del otro suavemente.
Minho bajó a mi cuello besando suavemente cada rasguño, cada moretón que comenzaba a aparecer y después me apretó más fuerte de la cintura y yo lo correspondí abrazándolo acurrucándome entre sus brazos, aspirando su perfume y así me dormí plácidamente.
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Adicción enfermiza II [MINKEY]
FanfictionNo puedo decir lo que realmente es, solo puedo decir cómo se siente... Siempre y cuando lo incorrecto se sienta bien es como estar en pleno vuelo, estamos drogados de amor como borrachos de odio de tan solo pensar que terceros pueden interferir en n...