Capítulo 11

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Se acaba el verano y Juan se está volviendo loco con las últimas fiestas veraniegas que tiene en la discoteca, pero más loco aún ya que debe preparar la fiesta de despedida de Isabella. Tuvo la suerte de que la llamasen después de presentarse para un nuevo musical en Madrid, será una de las bailarinas principales y la última semana de agosto comienzan los ensayos ya que la obra se estrena a principios de septiembre

- estoy súper emocionada, la verdad que no pensé que fuera a ser todo tan rápido – nos dice mientras nos tomamos un café dos días antes de la sorpresa que preparamos en la discoteca para ella

- ¿y que pasara con la audición para el Cirque do Solei? – pregunto curiosa ante semejante oportunidad que puede dejar pasar

- iré por supuesto, mi manager me dijo que será a finales de septiembre y si me escogen comenzaran los ensayos en noviembre, así que podre estar al menos un mes en este musical. El dinero me viene de maravilla y la experiencia aún más –

La conversación continua, la complicidad es ya notable entre los tres, nos sentimos cómodos hasta tal punto que los coqueteos entre Juan y ella son naturales y para mí son un verdadero placer el poder presenciarlos.

Desde hace mucho tiempo tenemos una fantasía en común, Isabella. Siempre hemos deseado compartir nuestra cama con alguna mujer, el deseo de los dos por las mujeres se compenetra y eso nos ha llevado a imaginarnos mil veces como seria, pero desde que la conocemos a ella ese deseo se ha intensificado, pero claro aún no sabemos bien cuál es su deseo aunque si sabemos que está interesada en los dos por igual.

Llega por fin el día tan esperado, todo está preparado para la gran sorpresa que Isabella ni se imagina, ella cree que debe cubrir la baja de una de sus compañeras así que hará su espectáculo en solitario para empezar la noche, su noche.

El local comienza a llenarse con amigos, conocidos, compañeros de trabajo, de clase en fin, todos aquellos que directa o indirectamente la conocen; Isabella se prepara en el camerino junto a las demás bailarinas como en un día normal, ninguna desvela la sorpresa así que ella aún sigue inocente de ello. Se hacen las presentaciones de la noche y la música se escucha indicando a las bailarinas que deben salir a escena, de ultima esta Isabella que debe esperar para su número que dará inicio a la fiesta.

Finalmente sale a escena tan despampanante como siempre, con su espectáculo brillante demostrando que ha nacido para estar encima de un escenario. Tan entregada como siempre, no reconoce las caras que la observan, ella vive su espectáculo entregándose en cuerpo y alma, eso se nota cada vez que ella baila, es por eso que sus espectadores no dejan de admirarla mientras se mueve.

Termina de moverse e inmediatamente se hace un silencio, algo nunca visto y que sorprende amargamente a Isabella ya que al ser su ultimo día esperaba algo más, de repente las luces se encienden y se da comienzo a una noche de sorpresas para ella, el cual desde el minuto uno disfruta como una niña pequeña entre sonrisas y lágrimas. Hemos cumplido con la gran despedida que todos deseábamos para ella, pero la noche aun es larga y las sorpresas siguen llegando

- ¡wow, no puedo creer que hayan hecho todo esto por mí! – dice aun sorprendida por todo, con su preciosa sonrisa y esa luz brillante en su mirada

- ¡bueno, eres una parte importante de nosotros y lo serás siempre, así que habrá que despedirte como es debido! – contesta Juan acercándose a ella, regalándole dos suaves besos, mientras la abraza con delicadeza por su cintura atrayéndola hacia a él. Ella responde rodeándole con sus brazos al cuello, disfrutando de su tacto tan cercano, suspirando en su cuello mientras el olor de su colonia se le queda clavado en su memoria

- ¡venga guapa, vete a cambiar que esta noche es tuya! – le digo emocionada y ella haciendo caso a mis palabras se apresura hacia el camerino para ponerse cómoda – ¡acompáñala! – le indico de manera picara a Juan el cual sonríe y la sigue por la discoteca

Al llegar al camerino la encuentra semi desnuda, su espalda suave le excita sin manera de poder evitarlo. Cierra la puerta y se acerca a ella, le acaricia suavemente como le suele gustar, ella responde ante sus caricias dando media vuelta, le mira fijamente y sin más se funde en un apasionado beso. Esta será la última noche que el podrá sentir esos deliciosos labios rosa sobre los suyos, acariciar su piel blanca coloreada por los rayos del sol o tener entre sus dedos su suave cabellera roja. Esta es la última partida para los dos y quieren jugarla a ganar

- ¿aún queda alguna sorpresa que debas darme? – dice casi en susurros, lujuriosa de su respuesta

- tengo una que seguro te gustara – le responde, teniendo en mente que en el juego se mueven tres fichas a la par – mantente atenta, que esta noche no solo serás mía – la acerca brutalmente hacia él, marcando con claridad su territorio y sellando su promesa con un voraz beso que revive la excitación en Isabella

Todo el mundo se la pasa de maravilla, entre baile y copas, la noche está saliendo mejor de lo que esperábamos. Se unen a la fiesta Juan e Isabella, cada uno por su lado pero aún pendientes el uno del otro

- ¡¿te has despedido apropiadamente?! – pregunto con total picardía en mi mirada

- ¡aun no, pero creo que luego podremos hacerlo! – responde con vicio y eso me lleva a pensar que no solo habla de ellos dos – ¡tranquila cariño, que la noche aun es joven! – me toma de la mano y me lleva a bailar.

Cuestión De Lujuria III : IsabellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora