Hina despertó sobresaltada al escuchar portazos en su puerta, que en menos de dos segundos se abrió estrepitosamente dejando pasar a Shion, que sin esperar un momento más le lanzó dos cajas de cartón.
―Te voy a ayudar con la mudanza. Para que veas que buena amiga soy.
¡Si hasta he madrugado por ti! ―No esperó a la joven que aun no terminaba de despegar las pestañas y comenzó a abrir los cajones sin dilación―. Supongo que no te importará si te tomo prestada algunas cosas. Además, con ese cuerpo tuyo, jamás vas a lucir bien nada de esto.
La sutil invasora de la intimidad comenzó seleccionar sus piezas preferidas. Después de todo se las merecía por soportar a la estúpida de Hinata. Miró de refilón como la miope se levantaba y se desperezaba, comenzando a desnudarse. En ese momento, aprovechó para regalarse tres vestidos más y un par de zapatos.
Ahora que iba a tener a una verdadera compañera de piso, y no una sosa como esa mojigata, podría tener una vida más activa y, seguramente, podría convencer a Toneri para llevárselo a la cama.
Lo único que extrañaría de la boba de Hina sería el armario. Por eso, aprovecharía ese momento para tomar lo más que pudiese.
Afortunadamente, había pensado muy rápido su jugada.
―Entonces, ¿te irás a vivir con un hombre? ―comenzó preguntando cualquier cosa para distraer a Hinata, y que no se diera cuenta de lo que hacía a sus espaldas.
―Sí ―afirmó Hinata, mientras se ponía una ropa deportiva. Cepilló su cabello y se hizo una coleta―. Es muy majo. Se quedó mi Cosmo. Dijo que no tenía la de este mes.
―Oh querida, seguro es gay. ―Apuntilló maliciosa―. Un hombre que se jacte de serlo no leería las bobadas que tú lees, y a eso añado tus libros románticos. ―Se sentó en la cama acariciando la tela del edredón―. Tú sabes que te quiero y por eso te aconsejo, aunque parezca dura, Hina. Pero es que eres tan... tú.
―Ya. ―Se encogió de hombros y suspiró.
Afortunadamente el recuerdo de la presencia de N.M. hizo que sintiera mariposas en el estómago y que cualquier comentario malicioso no la afectara. ¡Qué ganas tenía por verlo de nuevo!
―Venga date prisa y recoge rápido. Si no puedes llevarte todo, no te preocupes que yo puedo cuidarlo por ti. Por cierto, ¿no crees que es muy ridícula esta funda de edredón? ―No paraba de acariciarla con avaricia―.
Los gay son muy especiales, yo te lo digo por tu bien.
Hina se giró y acarició la funda con cariño.
―No la voy a dejar, me la regaló mi abuela.
―Pues ya te he dicho que tiene un gusto fatal, pero allá tú si te ridiculiza. ¿Cuántas veces te he tenido que aconsejar acerca de los regalos de la vieja? Uff, te ha dado vestidos que ni en tus sueños podrían verse bien. Tú eres... solo tú y no me gustaría que alguien te humillase.
"Alguien como tú" pensó por un momento Hina. Estuvo tentada a ceder y dejar ese regalo, pero negó. Shion se había encargado de deshacerse de casi todos los regalos de su abuela Tsunade. Pero de este, no.
―Me da igual, es mío.
―Allá tú. ―Se levantó molesta―. Ya te dije que te des prisa, no quiero que nos lleve esto mucho tiempo. Tengo un compromiso para el almuerzo.
―Se supone que me ibas a ayudar...
―El mariquita seguro puede ayudarte con todo lo demás. Pero para que veas que soy buena persona, te acompañaré a dejar... mmhh...
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Tres no son multitud
FanfictionEsta en una versión de un libro que leí hace algún tiempo me pareció interesante si los protagonista fuera algunos de mis personajes favoritos de naruto. Aquí podremos ver a hinata como la protagonista y naruto y a menma como hermanos gemelos ta...