Capitulo 17

599 47 3
                                    


Los hermanos estaban sentados en el sofá con sonrisa de satisfacción.

La dulce y encantadora Hina estaba dando muestras de un cambio en su interior que los emocionaba.

Sin embargo, desde que la habían conocido, había mostrado claras muestras de inseguridad provocada por años de manipulación malsana de su compañera de piso. Los gemelos se estaban esforzando para que Hina encontrase su propia voz. Querían que si ella los aceptase fuese por propia voluntad y no coaccionada a entablar una relación de la que no supiera salir por miedo a decir no..

La conquista para ellos era imperiosa, furiosa y dulce. Se habían encontrado necesitados de protegerla y ayudarla a sacar la fuerza interior que poseía. Aunque todo eso significase que no los aceptara cuando descubriera la verdad sobre ellos. Sin embargo, albergaban la esperanza de salir airosos de aquella dura prueba.

Estaban sorprendidos cuando supieron ella trabajaba en una de las agencias publicitarias que peleaban por quedarse con "Libélula". Ninguna de las agencias que habían conocido hasta ahora había dado con lo que buscaban. Pero sin haberlo esperado habían encontrado a una persona que sabía todo lo que ellos necesitaban para una campaña justa. Desde que conocieron su trabajo, se habían decantado por su campaña. No porque fuera ella, sino por la seriedad y profesionalidad que había mostrado. Su chica había logrado una magistral presentación de campaña publicitaria y ahora esperaba festejarlo.

Lejos quedaba aquella jovencita que solamente decía que Hyuga era un apellido injusto para alguien tan torpe. .

"Torpe". Una palabra odiosa que esperaban sacar de su boca, y enseñarle otras palabras deliciosas para ampliar su vocabulario, pero sobre todos sus sentidos.

La llamada de un número que no reconocieron los sacó de sus pensamientos. Menma puso el manos-libres y reconocieron al segundo a su madre.

―Hola hermosa, llevábamos días sin saber de ti. ¿Qué tal todo?

―preguntó mientras Naruto sonreía al suponer a qué se debía esa llamada.

―He estado un poco ocupada ―la voz era baja, cuidadosa―. Díganme que tal lo llevan, ¿Ya tenemos fecha para unirse?

―Cualquiera diría que tienes urgencia por volverte suegra, querida madre ―apuntó divertido Naruto.

―Y abuela ―refutó sin ningún reparo Kushina―. Sin embargo, ninguno de los dos me dice lo que quiero escuchar.

―Todo lleva su tiempo. Paciencia y quizá muy pronto podamos darte alguna noticia. Por cierto, ¿Desde dónde estás llamando? ―Menma intentaba cambiar el tema. Algo le hacía dudar de esa llamada.

―Oh, bueno..., desde... pues estoy en... mmh... ¡Ya lo estáis volviendo a hacer! No tengo que dar explicaciones de donde estoy y menos a vosotros, granujas. ―Comenzó a ponerse nerviosa―. Quiero nietos señores. Así que ponerse las pilas, o no respondo de lo que os pueda pasar. ―Sin más colgó con urgencia, dejando anonadados a sus hijos.

―Te has dado cuenta ¿verdad? ―Menma miraba a su hermano.

―Están en la ciudad. ―Naruto confirmó―. Esperemos que no se meta y que la mantengan entretenida. No pienso acelerar las cosas, estamos muy cerca de llegar al final.

―No lo vamos a estropear. Ella es nuestra prioridad, da igual lo que madre quiera.

―Hablando de prioridades. Creo que sería bueno festejar su éxito esta noche.

―Me has leído la mente. ―Menma sonrió complacido―. Pensaba en llevarla a cenar a algún sitio caro y exquisito.

―Una mierda. ¿Y yo que? ―Naruto se quedó pensativo unos

Tres no son multitudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora