Capítulo 1

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Hace mucho tiempo. En la silenciosa y oscura madrugada del primero de enero de 1933. Caía una ligera nevada sobre las heladas, desiertas calles del barrio bajo de Nueva York. El tiempo pasaba lentamente; en ese momento la calma invernal se quebró con el sonido de las campanas de la Gran Iglesia, que daban las cuatro de la mañana.
A un par de cuadras de la iglesia, situada en St. Mark's Place, en el dormitorio del segundo piso del Orfanato Municipal de Nueva York, seccion Niñas, una chica de once años permanecia sola, de pie frente a una escarchada ventana. Temblando bajo el fino camisón blanco de algodón, escuchaba el sonifo de las campanas mientras observaba a la luz de la lampara de la calle. De tanto en tanto miraba anhelante hacia uno y otro lado de la calle. Esperaba a alguien que iría a buscarla. Que la sacara del orfanato. Pero no llego nadie. Delgada, un poco baja para su edad, la niña tenía la nariz pequeña y su corto cabello rojo que formaba en la frente un mechón rebelde. Pero lo más notable eran sus brillantes ojos azules grisaceos que,extrañamente, parecen reflejar al mismo tiempo un tono triste, una poca alegría y una aguda inteligencia. Su nombre era Annie...
En el frío dormitorio las demás niñas- en total siete- Hacía mucho que dormían, murmurando y quejándose ocasionalmente en sueños cuando, inquietas, se daban vuelta en sus estrechas camas bajo las ásperas frazadas. Pero Annie habia estado despierta toda la noche. Más temprano no pudo dormir por los ruidos que hacía la gente en Nueva York ésta víspera de año nuevo: gritos, cantos, bocinazos y sonidos de matracas. Sin embargo, bastante Después de medianoche, cuando todo se había calmado y la nieve había empezado a caer, Annie aún no conseguía dormir. Y al final había saltado de su cama para ir a pararse junto a la ventana, para mantener una silenciosa vigilancia en la nevosa noche, para aguardar...

***

Hasta donde alcanzaba a recordar Annie no había podido dormir en la víspera de año nuevo. Porque la víspera de año nuevo era el aniversario de la noche qué hacía 11 años cuando, siendo un bebé de 2 meses, la habían dejado en una canasta de mimbre sobre un peldaño del frente del orfanato. Alguien Había tocado el timbre y después huyó en la calle. La niña estaba envuelta en una cobija rosada de lana y llevaba en el cuello la mitad rota de un relicario de plata. En la cobija está prendida una nota sin firma que decía: " Por favor, cuiden de nuestra querida pequeña. Su nombre es Annie y la queremos mucho. Nació el 28 de octubre. Regresaremos pronto para llevarla con nosotros. Hemos dejado la mitad de un relicario en su cuello y conservamos la otra, de modo que cuando regresemos a buscarla ustedes sabrán que ella es nuestra pequeña"
Como la habían dejado en el orfanato en una víspera de Año Nuevo, Annie pensaba que tal vez sus padres regresarian a buscarla en una víspera de Año Nuevo también. Por eso cada año, mientras las otras chicas contaban los días que faltaban para la Nochebuena, ella contaba en cambio los días que faltaban para la víspera de Año Nuevo. Pero año tras año habia sido defraudado. Sus padres no habían regresado por ella. Y ahora parecía casi seguro que irían tampoco ese año a buscarla. Mientras la nieve y comenzaba a caer más espesa, Annie Suspiro y se frotó los ojos para no llorar. " hechos de cien en la nota que me amaba y que volverían a buscarme" murmuró para sí en la oscuridad. "¿Qué sucedió? ¿Dónde están? ¿Por que no han venido?" Tocó la mitad del relicario de plata que llevaba siempre colgado del cuello, noche y día, y lo apretó con fuerza contra su pecho...

-Mamá... mamá...mamita...-
Molly, la mas pequeña de las huérfanas del orfanato, de 6 años, había despertado de una pesadilla y lloraba llamando a su madre. Pero la madre de Molly había muerto hacía dos años en un accidente automóvil, y con ella también su padre. Aunque era una niña extraordinariamente hermosa, con ojos oscuro de mirada profunda y largo y brillante cabello negro, Molly era una huérfana a la que nadie adoptó. Una huérfana como cualquier otra en el orfanato. Excepto Annie. Annie era diferente porque tenia un padre y una madre. En alguna parte.

Mamá, mamita!- gritó Molly de nuevo, despertando a las niñas que dormían cerca de ella.

Callate!- exclamó Pepper desde el lecho vecino.

-¿Es que nadie va a poder dormir aquí?- rezongó Duffy

Mamá, mamita!- exclamó otra vez Molly.

Te dije que cerraras la boca Molly!- dijo Pepper saltando de la cama, llegando a Molly y arrojándola al piso.
Pepper de 14 años, era la mejor y la más grande de las huérfanas, una chica de nariz aplastada,el rostro cubierto de pecas y largos y peinados cabellos aún más rojos que los de Annie.

- deja de empujar a esa pobre chica- dijo July - ella no te hizo nada-
De 12 años, July era la más dulce de las huérfanas, aunque no la más bonita, había recibido ese nombre por la simple razón de que la habían abandonado en el orfanato un día 4 de julio cuando era un bebé.

-Me tiene despierta, ¿no?- exclamó Pepper encaminándose hacia la cama de July.

-No. Eres tú quien nos tiene despiertas- dijo July.

-Tú te la buscaste- exclamó Pepper encaminádose hacia la cama de July

Oh, la Jack Dempsey del orfanato!- se burló July.
Y un instante despues ambas rodaban por el piso,dando chillidos, propinandose puñetazos y tirándose el pelo, lo que despertó a Tessie, de 8 años, que dormía en el extremo mas lejano del dormitorio.

Oh, Dios mio, Dios mio, se están peleando y yo quiero dormir!-gimió la pálida y asustada chica de trenzas rubias, puntiaguda nariz y casi sin mentón-¡Oh, Dios mio, Dios mio!-

Annie se habia mantenido silenciosa mirando por la ventana. Pero ahora se adelantó y separó a las contendientes.

Vamos, terminen la pelea y vuelvan a la cama!- ordenó, manteniendo apartadas a las muchachas.

-Estás loca, Annie- murmuró Pepper con voz amenazadora mientras regresaba a su lecho. Pero no intentó pelear con Annie porque a pesar de que ésta era bastante más pequeña que ella sentía temor porque la otra era más fuerte...

AnnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora