Capítulo 3

50 3 0
                                    

Un lunes por la mañana, su maestra, Miss Cecilia, llegó a clases con un mapa del mundo espléndidamente ilustrado. Anunció que el mapa sería otorgado el día de fin de clases, el 23 de noviembre, se lo darían al alumno de quinto año que ganara el deletreo geográfico. Los estudiantes tendrían que nombrar y deletrear correctamente los cuarenta y ocho estados de los Estados Unidos, lo mismo que sus capitales.
-Por ejemplo- Dijo la maestra- el primer estado, por orden alfabético, es Alabama, y su capital es Montgomery, M-o-n-t-g-o-m-e-r-y. Un error en el deletréo, y el alumno que lo cometa quedará eliminado del torneo. Y continuaremos hasta que solo quedara un alumno en pie, el cual, será el ganador del mapa.-

Annie anhelaba con el alma ganar ese mapa. Pensaba que si sus padres no iban a buscarla pronto, ella tendría que recorrer el mundo para encontrarlos. No sabia de que forma un mapa la ayudaría, pero estaba segura que la conduciría hasta ellos.
Y así, en las proximas semanas, la niña aprovechó sus momentos libres aprendiendo los nombres de los Estados y de sus capitales y memorizando su deletreo. En el orfanato, entre el descanso de la cena y la hora de acostarse, hacia que su mejor compañera, Kate, de nueve años, se sentara junto a ella y le leyera en voz alta los nombres de los Estados.
-Mississippi- decía Kate
-M-i-s-s-i-s-s-i-p-p-i, Mississippi- repetía Annie- Y la capital de Mississippi es Jackson, J-a-c-k-s-o-n.
Y así continuaban hasta que repasaban los 48 Estados. Todas las huérfanas rogaban a Dios que Annie ganara el mapa. Excepto Pepper.
Cielos, Annie! Nos estás volviendo locas con tanto deletreo cada noche- gruñía- ¿A quién le importa que ganes ese mapa o no?-
Pero Annie ignoraba a Pepper.

Al fin llego el día del concurso. Esa mañana Annie fue a la escuela con las otraa huérfanas confiada en que no había ningún Estado o capital de los Estados Unidos que ella no supiera deletrear correctamente.
Ella ya sabia quienes iban a ser sus contrincantes, y uno de ellos fué Samantha Comberlake. Ésta, rubia, de ojos verdes, era la más rica y lista de la clase de Annie.
Samantha capitaneaba un grupo de chicas de quinto grado cuyo pasatiempo favorito era molestar a las huérfanas. Especialmente a Annie.
Por la simple razon de que ella no tiene un apellido, que Molly, Pepper y Duffy habían llegado al orfanato con uno, pero cuando Annie llego al orfanato, en su carta, no figuraba ningun apellido. Por eso era conocida, tanto en el orfanato como en la escuela, simplemente con el nombre de Annie la huérfana. Desde los primeros días de clases, Samantha se había burlado de ella por no tener apellido...

Miren quien está: Annie la huérfana!- solía decir entre la risa de sus amigas- Annie la huérfanita-
Si Annie corría detras de ellas para darles su merecido, Samantha se acercaba llorando a la maestra y le decía:
- Señorita... Señorita... Annie la huérfana quiere pegarme.
Y siempre era Annie la castigada; la enviaban a la dirección o le daban algún trabajo adicional para hacer el el orfanato por haber "molestado" a Samantha.
-Si tengo que perder el torneo, te pido Dios mío que no sea Samantha quien gane- rogó la niña esa mañana.

El concurso se llevo a cabo en la forma que Annie suponía. Los menos listos de la clase fueron rápidamente eliminados al deletrar Estados como Missouri o capitales como Sacramento, y al cabo de pocos minutos sólo quedaban 5 alumnos compitiendo. Tommy, Margaret, Philip, Samantha y Annie. En la tercera vuelta Tommy tuvo que retirarse cuando deletreó mal Franckfort y Margaret lo siguió en seguida porque olvidó una de las capitales.
Durante un rato los tres que habían quedado, Philip, Samantha y Annie, continuaron contestando correctamente sin cometer errores. Entonces Philip deletreó mal Montpellier y se encontraron Samantha y Annie frente a frente.

Las dos niñas permanecían de pie delante de la clase mientras su maestra, sentada en el escritorio con el libro de geografía abierto, nombraba ciudades con voz aguda. A Annie le pareció que le daban Estados más dificiles que a Samantha. Pero ninguna de las dos cometió un error y continuaban deletrando Estados, uno tras otro, tanto que pareció que el concurso iba a acabar en un empate. Pero en ese momento le indicaron a Samantha que deletreara Florida y su capital.
-F-l-o-r-i-d-a- anunció la niña con voz arrogante, convencida de que ella ganaría el concurso- la capital de Florida es Tallahassee, T-a-l-l-a-h-a-s-e-e.
El pálido rostro de la maestra se puso rojo de rabia porque ahora ella tenía que enfrentar el increíble hecho de que Samantha, la brillante y rica Samantha, había deletreado mal la capital.
-Lo lamento Samantha, pero te has equivocado- dijo la maestra con los dientes apretados- Quedas eliminada. Puedes volver a tu asiento.
No es justo, no es justo! ¡Annie hizo trampa!- Reaccionó furiosa y se dirigió a su asiento, dando un golpe a la mesa.
-¿Esto significa que he ganado yo?- le preguntó a la maestra.
-No, hasta que hayas deletreado correctamente el nombre de la capital que Samantha no deletreó bien- contestó la maestra.
Rápidamente acababa de cambiar las reglas del concurso, en la esperanza de que ésta terminara en un empate entre Samantha y Annie.
-Deletrea Tallahassee- dijo
Annie cerró los ojos y trató de recordar cómo estaba escrito el nombre de la ciudad en su libro de geografía. Éste había sido para ella uno de los nombres más difíciles de recordar...
-Tallahassee- dijo-...

AnnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora