Solo nos basta una noche. Solo una noche para entender todo lo que fuimos. Y hoy, hoy es una noche fría, en la que extraño el calor que emanaba de tu cuerpo cada vez que dormiamos juntos.
Me basta solo una noche para traer tu presencia, pero no me bastarían ni mil amaneceres para poder lograr que te vayas de mí.
Una noche como la de ahora, donde las frías gotas rozan los vidrios de mis ventanas, me basta para otra vez, recordarte.
Los vidrios son como tu piel, sencible, aparentemente transparente, por la cual iguales a esas gotas que se deslizan eran mis manos sobre tu pecho.
Es que extraño el quererte, pero no extraño el quererte solo por una noche. Extraño cada parte de tí que me complementaba. Extraño tu caricia o tu "todo estará bien" aunque una noche como esta, me doy cuenta que en verdad, no es así.
Si bien una noche bastó para traerte, ¿cuánto será lo que tarde en alejar tus caricias intactas de mi? ¿cómo se deja de querer? ¿se puede en una noche?
Quisa se pueda, y para nada me opongo a esa creencia que tienen muchos, esa "yo te quiero más". No, no me quieras más, quereme como te quiero, quereme porque así lo sientes.
Mil noches me he repetido lo mismo "olvida ese cabrón", pero debo reconocer que aún dueles. Aún duelen esas cartas que no me escribiste, aún duele esas sonrisas que nunca aparecieron en tu rostro en alguna foto conmigo.
Es que claro, ya lo entiendo. Un corazón compartido lucha interiormente. Lucha con su conciencia que es la que puede traicionarlo, lucha contra los sentimientos, a ver, si en una se descuida y comienza a querer de verdad.
Prometimos tantos "siempre(s)" que hoy ya ni sé, quien es el peor.
Quisimos ser una historia sin final, con páginas completas, pero hoy me encuentro en el último capitulo de aquel libro que según NO(s)OTROS debía ser eterno.
Fui tonta, porque de algo no me dí cuenta. No me dí cuenta de que mientras yo leía nuestra historia, tú...hacia tiempo que estabas ya en otro libro.
Creaste historias nuevas, y otras muy parecidas a las nuestras. Ya no sé que es real. Es que hoy día ya ni capítulos hay, no existen las historias completas, y aunque hallan muy pocas llena de emociónes, hay tantas como la nuestra. Hay tantas que no llegaron a ser.
No llegaron a ser tan grandes para el amor del otro, que sentían que no lo merecían. No llegaron a ser tantas otras cosas, como por ejemplo aquel beso que siempre juramos nos daríamos. No llegaron a ser tantas otras conmigo, pero si con ella...
No te olvides que te quise cuando ni tú te querías, no te olvides que te quise, te quise por más de 365 noches.