Heme aquí, otra vez escribiendote. Solo que ahora ya tengo compañía. En verdad, jamás me ah dejado sola. Aunque no la vea una noche se que está, admirable como ninguna y tan brillante como se lo permiten. Recuerdo que te veía en ella cada noche ¿Que loco,no? Te veía a tí, que te tengo a más de 1500 kilometros.
A mi me bastaba hacerlo, eras tú reflejado en lo en el mundo más me gusta.
Eras eso que tenía tan pero tan lejos, y que aún así yo era capas de esperar.
Llevo un tiempo ya sin mirarla, no es que me olvide o se me pase por alto...solo que como dije, te veo allí.
Vas al ritmo de un sin fin de preguntas, eres el mejor autor y consertista. Tienes el papel principal de la obra, y no puedo salirme de tí.
Puede que llegué a comprender que no es que estás encerrado en mi ser, puede que yo sea la que está atrapada.
¿Importa? Si, porque te veo a tí que ya no estás. La luna me recuerda que te tuve, pero que te perdí. O mejor dicho...te perdiste. La luna me recuerdan los momentos que pasamos, pero ahora me recuerda que te fuiste, para no volver.
Y sí, me perdí. Me perdí en la luna, o más bien digo que me perdí en ella, para no decir que en verdad...me perdí en tí.