Sola

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Así, cariño, es como me siento hoy. Me siento sola. Maldita soledad que se apodera de mi cuerpo inconcluso en medio de una primavera en la que las flores ya han dejado de florecer. Me invade interiormente un otoño con el calor infernal de un verano, árido. Siento en el medio de mi ser, ahí donde duele, ahí justo en el medio de mi pecho, siento una especie de nudo. Es que allí, creo que se encuentra el alma.  

Me duele el alma, porque te fuiste. Pronto me dicen que "ya no dolerás", pero ¿cómo creerles? si ya casi a pasado un mes y el dolor sigue intacto como la primer noche lejos. Lejos emocionalmente. 

Quiero poder verte una última primera vez, quiero dejar de sentirme sola. Quiero que estés conmigo y no allí, lejos mío donde todo me duele más. Una taza de té sobre la mesa me dice a gritos que la beba antes que se enfríe, y es que creo, eso pasó con nuestro amor. Fuimos una taza de té helado. Al principio empezamos a beberlo, pero cuando empezó a enfriarse, o veíamos que faltaba mucho para terminarla, uno de los dos se dio por vencido. Pero, que cruel. Uno de nosotros siguió bebiendo de aquella taza, mientras el otro solo miraba y lo incentivaba a seguir haciéndolo, aunque bien sabía, el té estaba frío. Y el dolor que puede causar una taza de té frío cariño, no tienen la menor idea.

Fuimos una historia, fuimos escritos con tinta de diferentes autores. Actualmente, no descubrí cual fue exactamente. Para mí, fuimos escritos con el comienzo de John Green, pero con un final muy Stephen King. Tuvimos mucha prosa, mucha adoración, mucho amor. Tuvimos tantas cosas, pero nos faltó tenernos el uno para el otro. Nos faltó, dejar de lado la soledad entrometida. Es que aún cerca estábamos lejos, aún lejos, lo estábamos más. 

Hoy me siento sola, y déjame sentirme así un tiempo más. 

Quiero Te Y ViceversaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora