Fuimos la perfecta unión entre lo que fue y lo que podría haber sido. Fuimos la imperfecta unión entre agua y aceite, fuimos unidos para separarnos.
Hoy separo mi alma de tí. Hoy alejo mi corazón y todo lo mío de tu ser. Amores encontrarás miles; pero te reto a encontrár uno como el nuestro. Te reto a encontrar entre tantos andares a un amor emocional, a un amor incredulo y un amor cómplice. Te reto a encontrar todo eso y más, solo en un amor. Podrás encontrarlo, algo por un lado, otra cosa por el otro. Pero jamás todo comprimido en uno. Es que como dije, fuimos la perfecta unión, jamás fuimos creados pero existimos en silencio. Nos creo la nada y nos formó un todo. Fuimos, somos y seremos eternos esclavos de un amor pricionero que nos somete a latigazos de realidad a entender que la vida nos separa para jamás amor mio, jamás volver a encontrarnos.
Trato de analizar detenidamente todo lo que nos pasó. El tiempo va a ayudarme a entender que nada, ni nadie es eterno. Hoy respiramos, mañana no lo sé. Hoy tenemos corazón, quisa mañana lo rompan otra vez. El tiempo, el eterno complice de besos ahogados en distancias, de abrazos perdidos en otros brazos y de caricias dadas a otra piel. El tiempo, a quién hoy detesto tanto, porque todo el tiempo contigo es lo que más me hizo doler, cuando pasó eso, nos quedamos sin tiempo. El tiempo decidido a tomar ventaja, nos destruyó por no poder encontrarnos en menos lunas y no poder amarnos en muchos amaneceres. Como un día nos unímos, hoy te desligo de mi ser. Te suelto en cuerpo y alma para que puedas ser feliz, ya lo prometo, no te robaré más tiempo.