My Murderer (Karma x Tú)

Capítulo 8.- Hora de Papá - Parte Dos

Una vez todos acabaron de transmitirme sus sentimientos de apoyo, me sentía muchísimo más reconfortada. Pero todavía seguía algo perdida.

- Qué... debería hacer? - pregunté aún dudosa.

- Deberías decirle que si no para de tratarte de esa manera, lo denunciarás a la policía -. dijo firme Kataoka-san.

- Y... Si se niega? - mi rostro se oscureció.

- Cumplir la amenaza -. habló esta vez Nakamura-san.

- P-Pero...

- Está bien, Haruka-san. Incluso alguien de tu edad puede hacer eso, siempre y cuando sea maltrato de hogar... - me acarició la cabeza Korosensei.

- Mm -. asentí lentamente - Gracias, a todos -. y les sonreí.

Pasaron todas las horas de clase que quedaban para el final del día. Ya que no pude prepararme el almuerzo, Karma-kun me ofreció para compartir del suyo. En fin... Salimos del aulario y, como siempre, Karma-kun me acompañaba.

- Quieres que esté contigo mientras se lo dices? - negué.

- Quiero hablarle a la cara.

- Ya veo. Entonces, como ordene Ojou-san -. me hizo una reverencia al más puro estilo mayordomo, a lo cual yo reí.

Llegamos a casa y, ya que era viernes, mi padre ya estaría en casa a estas horas. Suspiré y saqué de donde pude las fuerzas para entrar al interior de mi casa, Karma-kun se quedó afuera y comenzó a caminar en dirección a la estación.

- Estoy en casa... - dije casi inaudible.

- Vaya, pensaba que seguías en el sótano, Haruka... - miró la puerta bloqueada desde el exterior y volvió su mirada hacia mí, la cual hizo que se me helara la sangre y se me erizara la piel.

- Yo... Quería hablarte de algo, padre...

...

Ya que no estaba seguro de que fuese a salir bien, hice ver que me marchaba, para que Haru-chan no se preocupase, pero en realidad, volví y me quedé en la entrada de su casa. Estuve así un par de minutos, hasta que supe que estaba en lo cierto, ya que oí unos gritos, provenientes de mi novia.

- Padre, no!! Suéltame! Socorro!

Salí corriendo hacia la puerta de entrada. Estaba cerrada, pero por suerte, Haru-chan las había dejado en la cerradura exterior. Abrí la puerta y me la encontré siendo agarrada del cabello, por su padre, haciendo que sus pies apenas tocasen el suelo.

- Déjela! - grité mientras lo derribaba con mi propio cuerpo.

- K-Karma-kun...!!

- Vamos! - la agarré del brazo y salí corriendo de allí, con ella.

- A-Adónde vamos, Karma-kun? - me preguntó desde detrás.

- A mi casa. Hoy pasarás allí la noche -. dije algo agitado al estar corriendo.

- Q-Qué?!

- Tranquila, nadie preguntará nada. Mis padres están de viaje.

- Eso es aún peor!!! - se escandalizó.

Llegamos a la estación y allí pagué los billetes. Subimos al tren que justo acababa de llegar.

- Por... qué vamos a tu casa? - me preguntó con la respiración algo agitada, mientras intentaba respirar con sus manos sobre sus rodillas.

- Tienes algún otro sitio al cual ir? - yo tenía algo más de resistencia, así que me repuse más rápido.

- N-No... Pero...