I knew you were trouble {Justin Bieber} EN PAUSA :(

Capítulo 12

Capítulo 12:

 Me levanté temprano ese día. Me ardían los ojos y estaban irritados, solo había una respuesta; había estado llorando. Así que el tiempo libre antes de irme al colegio, lo aproveché para maquillarme.

George había vuelto a su puesto de chofer, resulta que su hijo tuvo un accidente en el colegio y se rompió el brazo. Conocía a George desde que me llevaba al jardín, y me sentí mal por ni siquiera saber que tenia un hijo.

―     Entonces ¿Cómo está él?-pregunté cortésmente cuando ya estaba acomodada en el asiento del auto.

―     ¿Mi hijo?-asentí-Bien, sus compañeros le dieron una tundra por defender a una chica.

Le sonreí, eso era muy tierno viniendo de un niño de siete años.

Cuando entré al colegio, Jazmín estaba en la entrada con su celular en la mano. Ni siquiera alcancé a alcanzarla cuando empezó a atacarme.

―     ¡Dios, Antonella!

Su voz era melodramática. Pero yo estaba acostumbrada a eso.

Caminó hacia la entrada y yo le seguí. Se veía cansada. La miré cuestionando, queriendo recibir respuestas.

―     Debiste haber venido anoche-comenzó-Justin le dio una paliza a un tipo, fue genial.

Sonreí.

No me había acordado de Justin, no quería hacerlo. Realmente no quería ilusionarme y que luego me rompieran el corazón. Y él realmente parecía uno de esos chicos.

Entramos a la clase pero el profesor prácticamente no hizo nada, estábamos en la penúltima semana de clases así que los únicos preocupados eran los que estaban repitiendo el año. Yo sólo venía para no perder mi impecable asistencia.

El día pasó lento, estaba acostumbrada a hacer algo, como guías de trabajo o estudiar, pero ahora ni a los profesores eso parecía importarles.

Luego del almuerzo, quedaba la última hora. Educación física.

Lo odiaba. Realmente no era muy buena con los deportes.

―     Bien curso-dijo el profesor con su silbato en la mano-Hoy jugaremos Humboldt. Quiero cinco grupos de siete personas, contando con el arquero, por supuesto.

Genial.

Rápidamente hicimos grupos y comenzamos a jugar. Me dejaron de mosquito, más genial aún. Cuando la clase terminó me fui a las duchas. Fui la primera en terminar. Comencé a buscar a Jazmín, pero no estaba por ninguna parte. Probablemente había ido a la sala.

Así que caminé hacia allí, con mi bolso y tratando de secar mi cabello mojado. Di la vuelta al pasillo y ahí estaba él, mirándome expectante. Alex.

 Debía enfrentarlo, era ahora o nunca. Debía dejar de ser una niña y darle cara a los problemas.

―     ¿Qué quieres?-traté de sonar ruda, pero no creo que me hubiera resultado.

Él se acercó, lentamente, con ambas manos en los bolsillos.

―     Pollito-dijo cuando estuvo cerca de mí, pero retrocedí unos cuantos pasos-Escucha, yo sólo quería…

―     No-agregué sería-Escucha tú. Déjame en paz, no quiero saber nada de ti.

Él miró mis ojos, se veían oscuros y cansados, no alegres ni azules, como solían estarlo.

De mis ojos, pasó su vista a mi boca.

No, Antonella. Sácalo de ahí.

―     Tú fuiste quien me engañó-seguí hablando antes de darle una oportunidad de responder-Y no sólo una vez, fueron muchas. Así que ¿por qué mejor no te vas a vender droga con tus amiguitos?