Yo antes de ti

Entiéndeme

Muchos dicen que la base de una relación es la comunicación; pero no hay comunicación si uno habla y el otro escucha o no entiende.

Eso me pasó contigo

Jamás me entendiste. Muchas veces te hablé y jamás comprendías lo que quería decirte, o, tal vez, no querías entender.

Me molestaba, te molestabas y terminábamos peleados. Tratabas de romper el hielo, pero jamás pronunciabas un "Disculpame" o un "Te quiero. No discutamos por cosas sin sentido".

Tan simple como uno, dos, tres

Pero tú no comprendías que estaba molesta y que tus palabras dañaban. Por mas que fuera un "No te entiendo". ¿Por qué? Porque sentía que hablaba sola, me sentía sola.

Cuando te conocí sentía que tú eras el único que me comprendía, pero poco a poco, descubrí que tú eras el que menos sabía que sentía. No te culpo.

Tu razón de ser, no la entendia con el paso del tiempo. Quizás me equivoque al decirte que te quería, que cuando despertaba sólo pensaba en ti, que tu eras la persona en quien mas confiaba. Pero pensé que te emocionarías.

Las personas tienen razón: Unos valoran la entrega de amor y otros solo se aprovechan. Nunca quise creer que fueras del segundo tipo. Ya que, cuando te decía que te quería, te emocionabas; me cargabas, me besabas, me decías que era lo mejor que te pasó.

¿Por que tan de repente todo se oxido? ¿Es que el tiempo consume a las relaciones? ¿Es que el tiempo sólo vuelve todo monotono?

No lo sé, jamas lo sabré. Siempre comparo el antes y después. Porque extraño el antes. Algunos dicen que, cuando es una relación de enamorados, todo es color de rosa; no lo creo.

Tu y yo seguimos siendo enamorados y, con el paso del tiempo, me mostraste tu verdadera cara. No fue necesario convivir. Ya juntos, pequeñas cosas, me daban señales de cómo eras. Pero tarde logré comprender que expresaban esos comportamientos.

Como cuando discutíamos, jamás pedías disculpas; pero siempre pensé que era cosa de una o dos veces.

Como cuando hablaba o te llamaba y me decías que no comprendias. Que hablara un poco más claro. Eran cosas obvias, pero en el amor, así como una madre: nos cegamos.

Ya me cansé, Joan. Me cansaba de ser yo la que dijera disculpas cuando no había hecho nada malo. Tienes virtudes, me llevabas al cielo con un beso. Pero al mismo tiempo, con solo frases, me hacías sentir en el infierno.

El problema es que jamas me quise alejar de ti. Siempre sentí que podías cambiar.

Mis amigas tuvieron relaciones así y yo solo decia:"Alejate de el"
Ahora comprendo el:"No es facil".