Capitulo 33 - 12 CHICOS LOBOS

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Capitulo 33

"Despierta"

"Despierta"

"Despierta"

"Tus padres tuvieron que renunciar a ti, adoptaron a todas tus amigas menos a ti, tu novio te engaño, te secuestraron, te golpearon, te abandonaron. Nada de eso puedes cambiar, ni ahora, ni nunca. Lo que si puedes cambiar, es el hecho de que tus dos mejores amigos se asesinen. Erika, despierta."

Un agudo pitido retumbaba en sus oídos cuando abrió lentamente los ojos. Las imágenes se paseaban de manera torpe y borrosa frente a ella, sin poder escuchar nada más que su propia respiración entre cortada.

Las náuseas iban y venían mientras trataba de enfocar la mirada en esos dos lobos que se atacaban con furia. Uno gris, y el otro completamente negro. Tardó unos segundos en captar la imagen completa.

"Simón, Nick..."

Puso ambas palmas en la nieve y se impulsó para levantarse. Al primer intento cayó débilmente al suelo, pero tomó fuerza y se levantó. Fue entonces cuando el sonido volvió de golpe y comenzó a escuchar los terribles gruñidos de los lobos.

Su respiración se aceleró. Tenía que hacer algo, pero ¿qué? Los animales eran de un tamaño peligrosamente grande, si se acercaba podrían incluso matarla, ¿prefería eso? Quizá.

Ambos lobos comenzaron a empujarse mutuamente hasta llegar a un pequeño descenso y cayeron rodando, perdiéndose de la vista de Erika. Se apresuró a correr detrás de ellos para encontrarlos y los divisó algunos metros abajo.

Habían vuelto a ser humanos, con la ropa rota y sucia. La nariz de Nick no dejaba de sangrar, sin mencionar el perturbador estado de su mano derecha. Simón por el contrario tenía ambas manos sanas, pero cojeaba a causa de su tobillo roto. Ninguna de estas heridas parecía hacerlos desistir de la idea de matarse mutuamente. Era como si no pudieran sentir dolor, solo ira.

Nick alcanzó a Simón por el cuello de su sudadera y le asestó un puñetazo en la cara. La boca de Simón comenzó a sangrar escandalosamente. Nick lo levantó sin soltarlo del cuello como si no pesara nada, igual que había hecho con Jim, y lo arrojó hacia un pino. Al caer, Simón tocó la parte posterior de su cabeza, y cuando miró su mano los dedos estaban manchados de sangre.

El chico se levantó y avanzó hacia Nick con rapidez, empujándolo con ambos brazos al suelo. Nick quiso levantarse, pero Simón volvió a tumbarlo con una patada, y esta vez se puso sobre él. Comenzó a darle puñetazo tras puñetazo.

- ¡Basta! ¡No! – gritó Erika presa del pánico.

Iba a matarlo, definitivamente lo haría. Aquella imagen lleno sus venas de adrenalina, y comenzó a correr cuesta abajo para llegar hasta ellos. La inclinación provocó que cayera y rodara contra su voluntad. Mientras caía, golpeo su pierna contra algo.

El dolor le corto la respiración paralizándole todos los sentidos. Apretó su pierna con fuerza intentando tragarse sus gritos de dolor. Al mirarla, tuvo que morderse el labio para no llorar, se hinchaba y sangraba un poco. Intentó levantarse, pero no le respondía.

Sin embargo no tenía tiempo para pensar en aquello. A su lado, Simón había colocado sus manos en estratégicos puntos de la cabeza de Nick. Un solo movimiento, y todo acabaría frente a sus ojos.

Gritó con todas sus fuerzas al levantarse. El dolor era insoportable, pero su arranque de adrenalina no había terminado aún. Cojeó con desesperación y se dejó caer sobre la espalda de Simón, rodeándole el cuello con los brazos.

- ¡Detente! ¡Te lo ruego! ¡Haré lo que quieras! – chilló con toda la energía que quedaba en su cuerpo en ese momento - ¡Haré lo que sea! ¡Simón, detente!

12 CHICOS LOBOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora