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12 CHICOS LOBOS - Capitulo 13

Capitulo 13

Respiro profunda y pausadamente tratando de calmarse, pero no podía negar lo que tenia frente a sus ojos. Ese vestido, con el cual Erika había tenido en más de una ocasión pesadillas, estaba en sus manos, las cuales temblaban levemente. Pero el vestido solo era una parte del problema, la otra parte era quien se lo había dado, Micaél.

La habitación había quedado en silencio desde el momento en que los chicos vieron la reacción de Erika ante el regalo. Se miraban extrañados unos a otros y miraban con más extrañeza a Erika, quien observaba el vestido en total silencio.

-          Baby Doll, - rompió el silencio Baco - ¿estás bien?

-          ¿Qué te pasa? – pregunto a su vez Simón.

Las preguntas la sacaron de sus conclusiones apresuradas. Lo último que quería era preocupar a los chicos con ideas extrañas.

-          Nada, me encuentro perfectamente. – contesto con una sonrisa forzada.

Los chicos volvieron a intercambiar miradas entre ellos como si no le creyeran en lo absoluto.

-          ¿No te gusto? – pregunto Micaél.

Erika lo miro atentamente, no había ninguna señal de malicia en su rostro o cualquier otra cosa que le dijera que Micaél tenía intenciones ocultas detrás de su regalo. No recordaba haberle contando a nadie de sus pesadillas, porque eso era lo que eran, pesadillas ¿verdad? El punto era que Micaél no tenia conocimiento alguno de ellas, el no sabía nada, ¿o sí?

Las preguntas y el miedo se empezaban a acumular en su interior, pero confesarles a los chicos sus preocupaciones no resolvería nada, al contrario. Por lo tanto respiro nuevamente y levanto la mirada lo más segura que pudo.

-          Claro que me ha gustado, es realmente hermoso, gracias.

Metió nuevamente el vestido en su caja y tomo el resto de sus regalos, se levanto cargando con todo entre sus brazos y camino hacia el pasillo, pero antes de seguir su camino se volteo para mirar a los chicos, que seguían sentados en un medio circulo mirándola en silencio.

-          Estoy algo cansada, creo que me iré a dormir ya. Muchas gracias a todos, esta ha sido la mejor – y la única, pensó para sí – navidad que he tenido.

Siguió nuevamente por el pasillo hasta llegar a la otra habitación con alfombras. Habían estado durmiendo ahí últimamente porque a veces el frio lograba colarse a través del agujero de la madriguera, los chicos no sentían nada, pero Erika sí. Dejo sus cosas en el suelo, y busco en un pequeño baúl que los chicos le habían dado - para que guardara sus pertenencias -  su batón blanco con el que solía dormir.

Se cambio de ropa lo más rápido que pudo, porque nunca sabía cuando iban a entrar en la habitación, la cual, solo tenía una cortina en lugar de puerta. Se acurruco entre los cojines y almohadas, tapándose con la nueva manta que Sheen le había dado, y trato de dormir. Pero no lograba sacar el vestido de su cabeza. Después de repetirse varias veces que estaba a salvo y que Micaél nunca la dañaría, logro quedarse dormida, aunque le costó mucho trabajo creerse la segunda.

***

Despertó muy temprano, debían de ser las cinco de la mañana. Miro a su alrededor, los doce chicos dormían, unos encima de otros como siempre. A veces, Erika los veía dormir, le gustaba hacerlo de vez en cuando, porque cuando dormían no parecía que no fueran humanos, no parecía haber ninguna diferencia entre ellos y ella, incluso se veían más jóvenes, más indefensos.

Después de meditar en silencio un rato, una sonrisa cruzo su rostro al recordar que día era. A pesar de que nunca había celebrado aquella invernal tradición, le gustaba demasiado la navidad, y si no se equivocaba, era veinticinco de diciembre.