Umbra Inter Umbras

Luz y Oscuridad... El Inicio del Fin

El cuerpo de Lazetheez dejó caer las dos espadas que tenía sujetas en sus manos, y se comenzó a inclinar hacia adelante, provocando que la cabeza se desprendiese del cuello lentamente, dejando al aire un corte totalmente limpio y liso.

—Esta mierda es todo culpa de ese hijo de puta de Hockuloss... —La pena que lo abrumaba se transformó en una impotencia que lo llevó desde el odio hasta a una ira incontenible—Vas a pagar por lo que has hecho... tu poder no te hace inmortal, simplemente una bestia del Akáthartos difícil de derrotar... —

A la Lejanía se pudo divisar a Jeneshisu y a Pethrov corriendo en dirección a Garleneinh, preocupados por la pelea que se había escuchado a la lejanía.

—¿Qué...? —Jeneshisu se quedó sin palabras al ver el cadáver de Lazetheez en el suelo, rodeado de una charca de sangre.

—¿Por... Por qué la mataste...? —Como acostumbraba a hacer, Pethrov trató de hacer su pregunta lo más fría posible, pese a que no pudo contener lo impactante que le hacía sentir la situación.

—Hockuloss... —Una sola respuesta, un nombre que estremeció a Jeneshisu y preocupó a Pethrov, aunque este último no lo demostrase- Debe estar al final de esta caverna... al fondo hay unas antorchas iluminando un sector algo oculto de esta cueva... —

—Tenemos que ir a asesinar a esa bestia, vengar la muerte de... —Jeneshisu fue interrumpida por un gesto de Garleneinh, quien levantó su brazo izquierdo e indicó que parase de hablar con su mano. Le dirigió una fría mirada con el rabillo del ojo al girar la cabeza hacia donde estaba ella y habló con frialdad.

—Vayan ustedes a ver el lugar, yo... —Puso sus manos sobre sus ojos para evitar volver al llanto—Yo... quiero darle un digno entierro a Lazetheez... —

—Déjame acompañarte en esto... — Dijo Jeneshisu con un tono tranquilizador y maternal-

—Quiero hacer esto solo... —Garleneinh volvió a dirigir su mirada al piso con una voz que parecía vacía, sin sentimientos, casi como el cuerpo reprodujese sonidos por inercia, como si fuese un caparazón vacío, un cuerpo sin alma.

—Está... está bien... iremos a inspeccionar el lugar—Posó su mano en la mejilla de Garleneinh y rozó suavemente sus dedos por la piel de su rostro hasta llegar al mentón, donde quitó lentamente su mano mientras se daba media vuelta para dirigirse a donde estaba Pethrov— Te estaré esperando... —

Jeneshisu se dirigió al lugar a paso lento mientras miraba hacia atrás constantemente para poder ver a Garleneinh y cerciorarse de que se encontrase bien, le preocupaba mucho la seguridad y la estabilidad emocional de él, cosa que le resultaba bastante extraño viniendo de ella, quien se crió en el sufrimiento y la desconfianza hacia el otro. Pero esta vez, había algo distinto, algo que, sin que ella lo quisiera cambió su forma de ser, comenzando a comportarse de manera natural, demostrando lo que siempre trató de ocultar y dejando que sus sentimientos se expresaran a flor de piel. Su experiencia no lograba entender que era lo que le estaba pasando, pero su corazón lo entendía y lo sentía, dejándola en el vacío de lo desconocido. Algo desconocido, pero que ella estaba segura de que daría todo por explorar.

—¡Hey, Jeneshisu! —Exclamó Pethrov, sacándola del trance en el que se encontraba—Tengo algo muy interesante que mostrarte, esto debe venir a verlo Garleneinh—

—¿Que hace... esta chica tirada en el suelo? — Se puso en cuclillas para poderla ver de más cerca—¿Está viva? —

—Sí, su corazón late y está respirando, pero siento que respira con dificultad, como si tuviese algo en su pecho—

—Yo la puedo sanar y quitarle eso— La sugerencia fue rápida y no esperó respuesta ni aprobación para comenzar a actuar.

Jeneshisu se quitó el guante izquierdo y sacó un cuchillo pequeño de su cintura, el cual al igual que todas sus armas presentaba una rosa en el mango, pero esta, era transparente, como si de un fino mineral se tratase. Posó su mano sobre la rosa y comenzó a recitar en un idioma desconocido.