Umbra Inter Umbras

Estaba amaneciendo en Solestherk y el bosque Osiris y Garleneinh seguía sentado en el tronco con los ojos muy abiertos y pensando aún en lo sucedido la noche pasada. No dejaba de preguntarse quién era ese sujeto, porqué no lo atacó, porqué no huyó sin más y se quedó mirándolo, pero una sola fue la pregunta que no lo dejó dormir durante toda la noche.

—¿Porqué esa espada tenía una forma idéntica a la de mi funda? — Mientras se preguntaba eso miraba hacia el piso y se miraba las manos — ¿Tendré algo en común... algún vínculo con ese sujeto? —

—¡Garleneinh!, ¡Garleneinh! — Dos voces que gritaban al unísono interrumpieron la concentración de Garleneinh. Una era la voz de Lazetheez, pero la otra no se lograba reconocer—¡Garleneinh! —

Una vez interrumpido, Garleneinh no quiso seguir escuchando tanto griterío y se dispuso a caminar en dirección a los gritos, para acabar con tanta búsqueda que se producía por culpa de él.

— Prefiero creer que nada ha pasado y callaré todo comentario sobre lo que pasó anoche, no me interesa que nadie se preocupe por mí — Dijo sacando los kunai de los árboles, guardándolas y emprendiendo rumbo a las voces de una vez por todas.

Garleneinh caminó un tramo muy corto cuando logró divisar a Lazetheez entre los árboles acompañada por alguien joven, se acercó para saber quién era aquél guerrero que no reconocía a la distancia.

—¿¡QUÉ!? —Gritó Garleneinh impresionado y frenando toda marcha — No puedo creerlo, ¡VAULTHER! —

—¡GARLENEINH, VIEJO AMIGO, MI HERMANO! — No pudo evitar gritar de la alegría Vaulther — Wow, cuánto tiempo sin verte, estás muy cambiado —

Garleneinh y Vaulther corrieron el uno hacia el otro dándose un muy fuerte abrazo y dándose fuertes palmadas en la espalda.

—Deben ser unos siete años desde que te fuiste a tu misión... ¡No has cambiado en nada — Exclamó sonriendo y muy vivaz Garleneinh— Bueno, ahora que te tenemos aquí, yo creo que es hora de que te pregunte. ¿Porqué te fuiste durante siete años de nuestra sociedad?. Has pasado junto a nosotros desde que teníamos nueve años. Perdiste toda tu adolescencia junto a nosotros al irte cuando sólo teníamos diez y seis años —

—¿¡SIETE AÑOS!? —Exclamó perplejo Vaulther— no bromees, yo sólo estuve un año fuera de la hermandad. Que me digas esto me deja realmente sorprendido Garleneinh—

—Eso explicaría el porqué Vaulther sigue igual a como era antes — Pensó para sí misma Lazetheez mirando hacia el piso.

—¿Cuál fue la misión que te encargó el Gran Maestro? — Al preguntarle a Vaulther Garleneinh levantó una de sus cejas y hablando con un serio tono de cuestionamiento.

—Bueno... La misión más bien me la dio un nigromante que deseaba la completa destrucción de un alma que le causó mucho daño tanto en vida y muerte... — Vaulther hablaba lento y con un tono bajo, como si se encontrara bajo presión.

— Eso quiere decir que te mandó al mundo de los muertos, a través del portal de Akátharoz, el cual es un portal de color negro, con flamas moradas que giran a su alrededor sin parar. Además de el sello en la palma de la mano — Dijo Garleneinh con un tono concluyente.

— Sí, así fue — Vaulther comenzó a hablar más lento que ántes e impresionado de Garleneinh.

— Por lo que debo suponer, el Nigromante te envió al mundo de los muertos con el sello de Katharós, para que así pudieras ingresar al Akáthartos o el mundo de las almas impuras, el llamado vulgarmente Infierno. A través del muro de pureza y seguridad. ¿Me equivoco? —Garleneinh habló con una naturalidad única.