De Secretos Al Peligro

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Garleneinh dejó de correr al ver que aún había trampas activas en la ruta de llegada a Solestherk, aminorando el paso para no caer en ninguna cogió la cabeza del bandido que sujetaba en una mano y la lanzó hacia una de las trampas, la cual no se activó y dejó impresionado a Garleneinh.


— ¿Por qué no se activó?... — Caminó lo más cautelosamente posible hacia el activador — Se supondría que debería haber funcionado... —

— ¡GARLENEINH! — La voz de Pethrov se oyó a lo lejos, sacando de sus pensamientos a Garleneinh y llevándose su atención — ¡Hey!, no temas, ninguna trampa se activará, todas están destrozadas... y no solo las trampas lo están... — De un momento a otro la voz de Pethrov pasó a un tono melancólico.

— ¿A qué te refieres? — Es mejor que lo veas con tus propios ojos — Dijo Pethrov apoyando su mano en el hombro de Garleneinh.

— ¿Qu... qué fue lo que ha pasado durante este último mes que yo no he estad... —Un horrible hedor a putrefacción inundó los sentidos de Garleneinh — ¡BUAGH!, ¿Qué es este olor? —

— Ven, sígueme, te guiaré hacia él, creo que es mejor que sea lo primero que veas — Le hizo una seña a Garleneinh para que lo siguiera y siguió caminando.

— Este olor es asqueroso, además, hay algo viscoso en el piso que no quiero preguntar qué es...  —

— Es sangre, pero no humana —

— ¿¡Pero qué!? — Garleneinh sabía que la única especie que no poseía sangre de color rojo eran las bestias del Akáthartos cuando tomaban formas físicas y tangibles — ¿Me podrías explicar que fue lo que pasó aquí? —

— Ya llegará el momento en que sepas lo que ocurrió aquí, pero primero quiero que veas esto...  — Frenó su caminata de golpe y apuntó hacia un lugar con la mano, haciéndole pasar a Garleneinh primero.

Garleneinh y Pethrov se encontraban en el patio de entrenamiento de Solestherk, en el centro del patio se encontraba un cuerpo, destrozado a la mitad, como si algo con unas garras enormemente afiladas hubiesen rasgado la piel de esa persona hasta el punto de destrozarle todo el interior y partir el cuerpo en dos, dejando las mitades de manera visiblemente grotescas.

— ¿D... de quien es el cadáver? — Por lo que le había dicho Pethrov temió a que fuese alguien cercano.

Pethrov no le respondió con palabras, sólo suspiró y se volteó para irse del lugar, dejando a Garleneinh solo para que averiguase por sus propios medios. Cuando ya iba saliendo del lugar volteó su cabeza y miró de reojo a Garleneinh diciendo:

— Te esperaré en la entrada principal de Solestherk —

— Ahí estaré, sólo dame unos minutos... —

Por el actuar de Pethrov, Garleneinh se esperaba lo peor del cuerpo que yacía en el suelo, tomó fuerzas y se dirigió hacia el cadáver, tratando de descifrar lentamente quien era el que había muerto en ese lugar. Mientras más se acercaba más se acrecentaba la presencia del horrible hedor, empapando sus narices y desconcentrándolo en su intento por ver quién era ése, cuando iba a menos de tres metros pudo ver su cara y lo reconoció al instante.

— NO... Esto no puede estar pasando... no... no...no...¡VAULTHEEEEEEEER! — El grito de agonía y dolor sentimental llenó de tristeza el ambiente e hizo volar asustadas a muchas aves que se escondían entre los árboles.

Vaulther se encontraba ya en un estado avanzado de putrefacción, dejando al descubierto el trabajo de las aves carroñeras y los hongos, apenas quedaban manchones de sangre en el interior del cadáver que mantenían su brillante y rojizo color.

Umbra Inter UmbrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora