Luz, la creación de la extinción

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-¡Garleneinh! — Gritó desesperada al ver que él y la extraña sombra con forma de humano cayeron al piso, destrozando una de las paredes de madera, pasando a una sala que no habían descubierto.

La sombra se paró rápidamente para seguir atacando a su adversario sin piedad alguna, mientras que Garleneinh se paraba intentando evitar el inminente dolor que sentía en su espalda, pero antes de que pudiera ponerse en posición el enemigo atacó de nuevo, esta vez golpeando su estómago con una fuerza descomunal, haciéndolo caer al piso con la boca llena de sangre y apenas respirando.

—La... De cuarzo— dijo Garleneinh con el poco aliento que le quedaba mientras se ponía de pie de nuevo, dispuesto a recibir otro ataque más.

—¡ESO NO VA A PASAR! — El enemigo en un instante se dirigió hacia Jeneshisu, para acabar con el enemigo que creía más débil— ¡MUERE! —

Antes de alcanzarla una rosa de metal quedó clavada en el pecho del hombre oscuro, dejándolo perplejo por un segundo, hasta que una suave y femenina y maquiavélica voz se escuchó en su espalda.

—Jamás debiste haberle hecho eso—

Antes de tocar el suelo con sus pies, el enemigo fue atravesado por cinco espadas pequeñas que tenían una rosa negra en el mango, quedando completamente clavado en el suelo, inmovilizado al instante y paralizado por la impresión, hasta que una blanca cara, con una sonrisa en la boca y los ojos extremadamente abiertos se asomaron por su mirada.

—Me gustaría saber quién será el siguiente en recordar mi hermosa mirada mientras lo asesino lenta, suave y dolorosamente— Lentamente comenzó a desgarrar su pecho con una daga que parecía el tallo de una rosa, con espinas muy pequeñas y afiladas, rasgando con suavidad para poder oír el sonido de la carne fresca, de la cual extrañamente brotaba un líquido negro.

—¡Basta! — Garleneinh la tomó de los hombros y a detuvo en seco, tirándola al piso y acariciando su rostro— Si nos atacó debe tener un motivo para haberlo hecho, y lo mejor es aprovechar su existencia para averiguar que sabe sobre nosotros y los Tenebris Cruento, ya que es casi imposible llegar aquí de casualidad—

—Yo... —

—No importa, no pierdas el tiempo en disculpas, ahora tenemos a una persona a la que "Entrevistar"— Dijo haciendo con los dedos el burlesco gesto de las comillas.

Garleneinh trató de tomar una de las rosas negras por la parte del mango, pero esta se desvanecía en oscuridad cuando trataba de hacerlo, hasta que distinguió un extraño hilo de oscuridad que se afirmaba en la base de la espada de rosa blanca de Jeneshisu quien se puso de pie y tomando con su mano derecha la espada desde el mango la levantó unos centímetros hasta que las rosas negras se desvanecieron por completo.

—Si no existiese la luz la oscuridad serían solo palabras vacías, una existencia inexistente, un espacio lleno que sin darse cuenta está completamente vacío. La oscuridad depende de la luz y la luz de la oscuridad, yo aprendí a controlar la existencia de las dos— Dijo en voz baja.

La espada con forma de tallo de rosa que poseía en su mano izquierda se empezó a llenar de oscuridad hasta que se desvaneció entre sus manos, quedando tan solo un pequeño manto de polvo negro en la palma de su mano.

—No te preocupes por mí, yo ya estoy tranquila— Volvió a enterrar al piso su espada de rosa, la cual esta vez formó cuatro réplicas blancas en las extremidades del extraño sujeto, dejándolo clavado al piso por segunda vez.

—Ahora lo que me interesa saber es... — Garleneinh guió su mirada hacia el hombre encapuchado, y con sus propias manos le arrancó la capa de su cabeza, dejando su cara totalmente descubierta— ¿¡HARLEYK!? —

Umbra Inter UmbrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora