Capítulo 2

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Estábamos saliendo de la casa Máx como siempre que salíamos le echaba doble seguro ala puerta mire a Máx y estaba de espaldas echándole llave ala puerta levante la vista y vi mi hermosa casa, una casa grande, blanca y extensa era de 3 plantas.
En la primera estaba la cocina, la sala y la habitación de huéspedes algo normal pero lo raro era en la tercera planta.

En la segunda planta habían dos habitaciones la mía y la de Máx.

En la tercera planta estaba el estudio de "entrenamiento" de Máx por alguna extraña razón tengo prohibido subir allí, pero osea no le había a hacer caso a Máx en todo, siempre subía sin qué el se diera cuenta y trataba de abrirla pero nunca tenia éxito.

-Oye enano, ¿qué miras? - dijo serio.-

-Primero que todo no soy enano, - pude ver como se reía en su interior por que el es mucho más grande que yo- y segundo nada, solo pensaba.

-¿si?,¿Y en que pensabas? ¿En la niña que te encontraste hoy?.

Cuando dijo eso recordé su mirada y su sonrisa y mi corazón se puso a palpitar como loco y me puse rojo y trate de girar la cara pero Máx lo noto.

-Eres un picar....-lo interrumpí-

-pues si, un poco, - mire al cielo recordando sus ojos- probablemente no la vuelva a ver, son de esas niñas lindas que solo vez una ves o dos en la vida. - dije serio con la mirada perdida en el azul cielo-

-lo que digas.... Enano, y ¿vamos? o ¿nos quedamos aquí?

-esta bien miedosito - dije recordando el susto qué le pegue ambos reímos y fuimos a caminar al centro-

*****25 minutos después *****

Después de ir con Máx de compras fuimos a almorzar, íbamos de camino a un restaurante cuando escuche a Máx decir:

-Oye sebas esa niña ¿no te parece bonita?, se parece a la que me describiste esta tarde - dijo algo dudoso.

Puede ser algo imposible, te dije que es de las que solo se ven..... - dije mientras volteaba con los ojos cerrados y cuando voltee y abrí los ojos la vi de nuevo.-

-no puede ser. - dije casi con la boca abierta-

-¿es ella?. - pregunto Max serio.

Solo asentí con la cabeza, pensaba en:

"como puede ser el destino tan cruel conmigo, no estoy en contra de que me la encuentre, si no de que me la encuentre cuando ¡ESTOY CON MAX!."- Grite en mis adentros.

-bueno y ¿qué esperas una tarjeta de invitación?, ve ha hablarle, me lo prometiste. - Max me mira con cara de hazlo o te mato. -

-esta bien, lo are, - dije con la cabeza abajo. - PERO tu te quedas callado, ¿esta bien?.

-esta bien. - me mira con una sonrisa maliciosa.

"algo me dice que esto no es buena idea." - pensé.

Nos acercamos a ella Máx tenia todas la bolsas para que yo pudiera hablar con ella.

-adelante enano.

-¡qué dejes de decirme así!.

-lo siento, es costumbre.

"esta bien Sebastián calmate y solo ve donde ella." - pensé.

Ella me estaba mirando como si me hubiera reconocido

-hola - le dije

-hola, niño

"¿Niño? ¿Qué se cree?" - pensé

-¿como te llamas? - dije sin demostrar mis nervios qué me comían por dentro como pirañas hambrientas

-Alejandra o Mariana como me quieras decir, -me dijo con suavidad - ¿y tu?

Sebastián, solo Sebastián

Esta bien solo Sebastián, ¿que edad tienes?

-tengo 14 ¿y tu?

15

¡Qué bien! - dije nervioso por que no sabia que más preguntarle a esa hermosa chica

Hola - reconocería esa voz a millones de kilómetros es Máx

Máx estaba detrás mio, prefecto

"super máx viene a salvarme"

MÁX:
Vi que Sebastián estaba nervioso y fui su rescate me acerca a ellos con las bolsas.

-Hola - le dije ala niña

-hola me respondió y me respondió

-niña mi enano me dijo antes de el hablarte qué eres muy bonita ¿te gustaría caminar un rato con nosotros? - me encorbe un poco para mirarla bien y si tenia un gran parecido ala madre de Sebastián; pude ver como Sebastián se ponía rojo por mi comentario -
"estoy muerto" - pensé

-lo siento pero me tengo que ir a mi casa.

-si gustas te acompañamos - dijo Sebastián algo que me sorprendió

Esta bien - nos dijo la niña con una mirada y sonrisa inocente

Salimos del restaurante sin comer nada

"que hambre tengo y todo por culpa de Sebastián es más debería dejarlos sólitos" - pensé y se me dibujo una sonrisa maliciosa en el rostro a lo que Sebastián me vio y leyó mi mente con una mirada y se acercó a mi mientras caminábamos

-si te llegas a ir estas muerto, por cierto te golpiare cuando llegamos - dijo susurrando

Llegamos - escuche decir a la niña.

no me había percatado pero vive a más o menos 30 casa de nosotros

Esta bien nos vemos Alejandra - dijo Sebastián.

Adiós muchachos un placer conocerlos.

Sebastián no dijo nada mientras caminábamos ya estábamos a 5 casa a la de Alejandra y escuchamos un grito y venia de la casa de alejandra

¡¡¡¡Aaaaaaaaaahhhh!!!!

SEBASTIÁN

Cuando estábamos a una distancia considerable escuchamos un grito de Alejandra me voltee y corrí hacia allí instintivamente y me le adelante a Máx a la carrera a lo que el no tuvo problemas en alcanzarme y corrimos ala casa de Alejandra al llegar vimos a un monstruo sujetando a Alejandra por el cuello y vi como Máx esta pensando en como remediar la situación, el monstruo se percató de nosotros y nos atacó y Máx me empujó a un lado y caí con fuerza al piso pero gracias a él no me había dado la garra de aquel bicho gigante,Máx salto y le dio en la cara en esa cosa haciendo qué soltara a Alejandra, máx me lanzó una mirada y la entendí por completo, fui corriendo hacia Alejandra la agarre en mis brazos y salí de hay como pude, pude ver como el monstruo peleaba con Máx de una forma tan pareja que me parecía aterradora la forma en que peleaba más y el bicho era un poco más grande que Máx
¡¡LARGATE CON ALEJANDRA Y VE A LA CASA !! - escuche gritar a Máx.

-Pero...!

-¡QUE TE LARGES!

Moví mi cabeza en forma de afirmación y cogí a Alejandra en mis brazos y fui corriendo a mi casa con ella en tan solo 4 minutos ya estaba en mi casa deje a Alejandra en el piso mientras abría, abrí la puerta entre a Alejandra y la acosté en mi cuarto baje corriendo las escaleras y agarre dos cuchillos igual de largos a mis antebrazos y salí cerrando la puerta de un portazo y salí corriendo al rescate de Máx.

Escuela De ShinigamisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora