Capítulo 29

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Desde que era pequeña mi felicidad se había extinguido a tal manera que el rencor y odio era lo único que resguardaba en mi corazón. La brutal muerte de mis padres y mi hermana. El hecho de que mi hermano me odiara. Que mi hermano mayor hubiera perdido la memoria. Que yo fuera una inútil en prácticamente todo. No había nada que mi corazón amara después de todo. Como hacer que después de sufrir tanto pudieras sonreír aunque solo fuera por hacer que la demás gente se dijera que ella estaba bien. Aunque... ¿A quién le importaba lo que la demás gente pensara o dijera de mi?

Recordaba una vez que cuando tenia 8 años había sido atacada por unas extrañas personas. Me habían tirado piedras mientras me insultaban. Yo me había quedado sorprendida mientras estaba acostada sobre el piso, ensangrentada y confusa. Tiempo después había llegado mi abuelo (ya que en ese tiempo mis padres ya habían muerto) estaba realmente preocupado y lloraba al verme en ese estado.

El me había preguntado por que estaba tan herida yo sólo le respondí "Abuelo ... ¿Por qué la gente me odia tanto?" después de eso no recuerdo nada. Creo que me desmaye. Eso es algo por lo cual también empecé a odiar a las personas. Me odiaban y en ese tiempo yo no sabia la razón, así que inconscientemente yo también les devolvía el odio.

Sin embargo para mi no quedaba nada que proteger. No servía para nada protegerte a ti misma, si sabrás que en algún momento vas a morir. Me deje capturar por la AAO para ver a mi hermano y pedir su perdón. Para hacer que el mayor me recordará. Para vengarme de todos los que me llevaron a este punto. Pero que puedo hacer. Soy inútil. Solo soy una herramienta en esta futura guerra. No creo poder sobrevivir a todo esto. Y aún así.... Aún así intento buscar algo a lo que agarrarme, es penoso.

A veces me gusta cerrar los ojos en la oscuridad de la noche, soñando estar en otra parte. En la mesa del comedor de mi antigua casa. Mi hermano mayor hace berrinches pidiendo más comida, mientras mi madre pelea con él, amenazando le con una cuchara. Mi hermano pequeño que esta a mi lado, tiene pequeñas figurillas de acción, y los mete con brusquedad en la comida, esparciendo la comida por el lugar. Mi padre está a mi otro lado, tiene la cabeza metida en la comida, posiblemente dormido por culpa de su trabajo.

Eso es lo último que recuerdo antes de que aquellos malnacidos entrarán en casa. Arrastrando mi felicidad en el proceso. Recuerdo las últimas palabras exactas de mi madre << Mikan.... No olvides que la gente a veces es cruel, pero no todos son así. No todos son así>> Después de eso me quedé inconsciente hasta que lo siguiente que vi de ellos, fue su muerte.

Diganme ustedes, ¿que debería haber hecho aquella noche que mi leve enamorado se me confesó? ¿Debería haberle dicho que también me gustaba? ¿Qué deseaba tanto como él dejar de lado todo y vivir juntos todos los días de nuestra pequeña vida? No sabeís como me arrepiento de no haberle dicho que le amaba a aquel pelinegro de ojos rojos con una actitud inaguantable. De no haberle dicho que quería estar junto a él, de que lo amaba, que quería vivir juntos y formar una hermosa familia junto a nuestros mejores amigos, que tendrían un precioso niño, que se haría el mejor amigo de nuestro hijo y ambos crecerían juntos. Pero, el pasado no se puede cambiar. Y eso es algo de lo que me di cuenta cuando en la batalla, intenté viajar en el tiempo para revertir todo. Que todo cambiara y que volviera a ser como antes. Que pena, que siempre me equivoco. Y desgraciadamente esta vez no fue diferente.

Perdonenme please. Es que últimamente todo me ha caído encima y no tenía tiempo para subir nuevamente, pero bueno, no hay excusa para una escritora que deja a la mitad su libro. Desde que comencé esta historia ya sabía como iba a terminar todo, por lo que el final ya esta grabado a fuego en mi mente. Así que no se preocupen, que ahora creo que si podré escribir el final. Dentro de unos cuantos capítulos el final se acerca. No sabeís cuanto quiero a todas aquellas personas que han leído este libro, que le han dado a aquella estrellita de ahi abajo y sus comentarios que me animaban a seguir escribiendo. Muchos besos, y os ama tanto esta torpe y novata escritora que estaís leyendo en estos momentos. Muchas y profundas gracias.

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