Epílogo

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Pdv de Mikan

Camine a través de las calles de Tokio, mirando continuamente hacia atrás, esperando que Yuichi no me siguiera como hacia siempre que salía.

— Perdón —dije, parándome justo en frente de Hotaru — Es que a veces tengo que dar esquinazo a Yuichi, ya sabes lo posesivo que es.

La chica me miró con una ceja alzada mientras estiraba la mano.

— Dinero —fue lo único que dijo, sonriendo cuanto le puse un billete de 20 en la mano. — Bien. Vámonos.

Con una gran sonrisa camine a su lado, mirando por todas las tiendas.

Habían pasado ya 10 años desde que regrese en el tiempo, justo en el día en el que mis padres morían.

Los salve, por supuesto, y mate a todo el mundo que me hizo sufrir. Cambie también el hecho de que Tsubasa y Yuichi fueran a Gakuen Alice, y no fui tras Hotaru, ni ingrese por venganza ni nada. Tan sólo, me quede con mi pequeña familia. Busque a los chicos de Gakuen Alice en su graduación, pero nadie me reconoció, cosa que me dolió bastante pero, eran las consecuencias del alice del cambio.

Aquel día busque a Natsume, deseando verlo, deseando besarle, deseando... Estar a su lado una vez más. Pero no lo encontré.

Y asi llegamos a hoy. Muchas cosas cambiaron, por ejemplo, Ryu y Ritsu no me conocieron, los estuve buscando durante mucho tiempo. Al final los encontré a ambos en una casa de acogida, apuntó de ser adoptados por una familia un tanto peculiar. No me atreví a acercarme, no después de haberles dejado morir.

— Mira mira Hotaru —exclame cuando vi unos zapatos preciosos — Son hermosos.

La azabache asintió, dirigiendo su mirada a algo detrás de mi. Note el desagrado y el odio en su mirada, así que con curiosidad me gire lentamente, encontrándose con una escena que jamás quería ver.

— Natsume... —dije cuando el azabache paso por nuestro lado.

— ¿Eh? —me miró.

Sus ojos rubíes y los míos entraron en contacto, enviando muchas emociones a mi pecho.

Por un momento sentido que me había reconocido, que sabía quien era yo y que nos quedaríamos juntos para siempre.

No sucedió.

El me miró con una ceja levantada y me dio la espalda, hablándole a una güera de su edad que sonreía traviesa mente.

— Hotaru —dijo con voz chillona — Mira mira.

Alzó la mano izquierda, mostrando su dedo. Y con aquella imagen, mi corazón se rompió.

— Natsume y yo nos vamos a casar —chilló emocionada, abrazando aun más al azabache.

Sentí como un enorme nudo crecía en mi estómago y en mi garganta, con los ojos llenos de aquellas gotas de agua salada que yo me negaba a soltar.

— Que bien Koizumi. Ahora, si quieres seguir hablándome ya sabes lo que tienes darme —estiró la mano, pidiendo dinero.

La rubia río con cierta desagrado en la voz y le miró fijamente.

— Que divertida eres —solto, haciendo que sólo yo y mi amiga notarás el veneno en su voz — No podemos seguir hablando. Natsume y yo estamos viendo los vestidos de novia.

Y tras decir aquello se dieron la vuelta y siguieron caminando, hablando entre ellos.

— ¿Mikan? —me miró Hotaru cuidadosamente — ¿Estas bien?

Pero yo no me movi. Tal vez mi cerebro se negaba a aceptar aquella noticia.

Natsume se va a casar con la maldita de Luna Koizumi.

Vi sus espaldas alejarse cada vez más, haciendo mi corazón pedazos y pulverizándolo.

— Tengo que irme —dije con la voz quebrada, mirando a Hoyaru con una sonrisa — Tengo que irme...

Me di la vuelta y salí corriendo, alejándome de mi mejor amiga, de Luna Koizumi, y sobre todo, de mi primer y único amor, Natsume Hyugga.

— Siempre te amare —susurré al aire, dejando que mis palabras se las llevará el viento, así como el polvo que ahora era mi corazón. — Y siempre te esperaré.

Fin

Yei ~ ¿Precioso eh? ¿Que os parece? ¿Es aceptable para saciaros o no?

Y este es el final, señores y señoras. ¿O chicos y chicas? Emmmm..... Kee más dha. Pues como decía, estrés el final de todo. De esta pequeña historia que cree en medio de clases. Me siento muy agradecido con auwella personas que han estado siguiendo esta historia (por que admitamoslo, esta historia es un poco... Difícil de seguir)

Y dicho esto, muchas gracias a todos.

Saludos y gracias.

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