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Capítulo 8
Ilegal

Las noches eran frías,y encontrar el calor en algunas sabanas de tela vieja era muy difícil. Regresé a casa a medianoche,caminaba por la calle observando a las familias a través de las ventanas. Logre ver que ya habían decoraciones navideñas,algunos pinos con juguetes colgando de ellos,medias rojas clavadas y una chimenea encendida en una que otra casa. Además, por fuera se encontraban luces de colores encendidas.

Metí las manos dentro de los bolsillos de mi chamarra. Saque las llaves y entre. Cuando abrí la puerta, asome el rostro para vigilar que nadie estuviera esperándome. Efectivamente fue así.
Me saque los zapatos de los pies,di la vuelta, cerré la puerta y me tire al sofá.

Había estado varios días haciendo trabajos para poder juntar algo de dinero y comprar algunos obsequios. Los coloqué esta mañana bajo el árbol mientras nadie estaba para abrirlos o sospechar que los había puesto yo.

Me quede viendo un hoyo de la pared, por donde habían estado metiendo cables para poner contactos de corriente en el cuarto de la sala. En cada esquina de la pared se asomaban algunas telarañas. Recoste mi rostro de lado, empecé a cerrar los ojos, entregándome a los brazos del sueño cuando escuche un ruido en la cochera.

Despegue los ojos, me levante y fui a revisar que había ocurrido.
Atravesé la habitación, tome unas bolsas de tela pequeña con algunos especias y me las lleve los bolsillos.

—¿Qué estas haciendo?— pregunté.

—¡Estoy harto de ser tu prisionero, Cipher!—macabramente decía una voz dentro un frasco luminoso de una rosácea luz—,¡Dejame ir!

Saque una de las bolsas y arroje algo de polvo de huesos humanos al frasco que estaba en el centro de aquel estacionamiento.

—¿Cómo llegaste allí?—la levante haciendo que levite por encima de mis manos.

¡¡Grrrrrua-a-a-a-a-r-rrrr!, rugió y solté el frasco dejándolo caer al suelo,¡Se quebró!
El ser de luz comenzó a moverse en el cuarto a través de otros artículos como las herramientas y cristales de vidrio.

—¡Ciphe-e-e-eeeer!—gritaba entrecortadamente—,¿Dónde esta?

—¿Quién?—no podía moverme, estaba confundido—,¿De qué hablas?

—¡El bluê Waddles que usaste para concebir!

Las pisadas de personas bajando las escaleras resonaron en la habitación, asomándose para sorprenderse en lo que estaba sucediendo con un ser brillante fuera de su contenido.

—¿Si sabes que la use por qué preguntas?—intente moverme pero mis manos se encontraban enredados con un látigo de energía—,¡Sueltame!

—Muevete y tu cuerpo será cortado en dos, Cipher.

—¡¿Qué esta pasando, Bill?—bufo una voz masculina.

Saltó sobre los muebles evitando tocar las líneas eléctricas del Waddles desenvuelto y se abalanzó sujetando el ventilador.

—¿Otro humano?—gruñó el Demon Waddles—¡Estoy listo para alimentarme!

El demonio se movió entre todas las botellas de cristal y un el parabrisas del auto.

—¡Vete, Stanley!—»No deberías estar aquí«,pensé—. Tienes que irte, corre y llevate a...

—¡N-No, Cipher!

Se soltó del objeto y cayo detrás mío, revisó entre mis bolsillos,sacó la especia negra y la esparció sobre toda la habitación.

El demonio comenzó a evaporarse y de contuvo en lo más parecido en una canica. Me libere, camine hacia la cápsula y la encerré dentro de otro jarrón con una maldición japonesa.

—Stanley, dejame explicarte lo que paso...

—¡No quiero oír tus excusas!

—No se que paso, estaba contenida, estoy seguro de que algo salió mal—intentaba explicar mi error pero despreciaba oírme—, la única manera de abrir el frasco del...

—¡Tú me mentiste!

—Solo necesitaba trabajar en esto por unos meses para poder.
—¡¡CALLATE, CIPHER!—exclamó despertando a su joven mujer—. ¡Vete,Cipher,no quiero volver a verte!

******

No podía seguir viviendo así. Los víveres que tenía se comenzaban a agotar. Si sobrevivo sera por un milagro. El frío de las noches de verano estaban envejeciendo mi cuerpo, podría perderlo si no consigo encontrar a Stanley.

—¿Qué quieres,Charles?—pregunté antes de que lograra atravesar la habitación.

Me encontró acostado.

—Vaya,Bill. Te ves...—me miro de cabeza a pies—,demasiado mal.

—¿Qué necesitas,chaparrito?

—¿Acaso no lo sabes?—se arrodillo frente a mí, tocando mi rostro—,pensé que podías adivinar lo que tus clientes querían.

Y era verdad, pero no podía ver nada.

—Mi vida se esta agotando—dije intentando levantarme, pero fue imposible—,pronto me convertiré en un ser de luz.

—Cipher,entregame tus poderes.

—No puedo—le respondí y comenzó a sacudirme mi cuerpo—,¡Deja de agitarme!

—¿Por qué no puedes darme tu poder?

—No soy... No son poderes, soy yo el poder, la energía fluyente,¿Entiendes?

—¡Eres un infame!—levanto su mano e intento darme un golpe,pero se lo impedí—,¿No podemos fusionarnos en un mismo ser?

—¿Eres tonto,acaso? ¡Jamás le entregaría mi vida a alguien como tú, el causante de que perdiera a Stanley!

Me levante con las pocas fuerzas que tuve, medite y susurré un hechizo. Desaparecí de la tienda. Comencé a correr por la calle, llegando a un pequeño bosque lleno de pinos.

Casa Árbol (BillDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora