Capítulo 5
El SueñoCapítulo 4
El Sueño
Todo lo que acaba de ocurrir me dejo agotado. Pase un día lleno de demasiadas emociones que no sabía si reír o llorar, aunque lo que quería era descansar y librarme de toda la pesadez del cumpleaños. No me había imaginado que obtener un año más de vida pudiera ser motivo de celebraciones. Lo extraño es que no logre pasar algunos momentos a solas con Mabel, ni siquiera pude darle su regalo de cumpleaños. Me pregunto si le gustara tanto como la gorra que me obsequió.
Me pesaban los ojos y poco a poco comencé a cerrarlos hasta quedar nuevamente dormido, que incluso olvide lo acontecido hace días a lo de hoy.
—¿Dipper, ya te dormiste? — escuche una voz.
Pero ignore todo para poder dormir.
Nuevamente me encontraba allí. Sumergidos en las aguas de la libertad, podía correr hacía donde yo quisiera y ser quien deseara porque todo es posible cuando sueñas. Mis piernas desnudas salpicaban al adentrarme en el agua de la laguna de Gravity Falls.
¡El agua golpeando mi cara!
—¿Es divertido, verdad, Dipper?
—Lo es.
Respondí corriendo hacia Gabe.
—¡Ven aquí, no corras!
—¡No me atraparas, Dipp, no lo harás, – repetía Gabe – eres muy lento, no me atraparas!
Corrió hacia algunas piedras y empezó a treparlas. Salí del agua, fui hacia el otro lado y no esperaba que estuviera allí. Sus ojos demostraban sorpresa cuando me lance sobre él. Caímos al agua graciosamente. La falta de oxígeno me obligo a salir a la superficie.
—Gabe, eso fue divertido, – repetí riendo – ¿Gabe?
—No esta aquí, Dipper. – una voz desconocida.
El aire jugueteaba con mi cabello, me hacía cosquillas y levemente una mueca que parecía ser una sonrisa se hizo en mis labios. Podía sentir la alegría de contemplar tan bella escena frente a mi. Un viejo roble sosteniendo a una pequeña casita de madera con las fuerzas que aun le quedaban y quedarían durante varios años perdidos más.
Sus viejas ramas comenzaban a crujir cuando el viento las movía al chocar contra ellas.
Nunca me importo que las ramas hicieran sonido, a veces parecían extrañas manos huesudas listas para entrar por la ventana, tomarme y llevarme consigo, pero eso no pasaba como en algunas series donde los árboles cobraban vida para asesinar a las personas.
Mis ojos brillaban de excitación al observar mi fuerte, mi guarida secreta y mi lugar favorito en este mundo: la casa árbol.
*****
—¿Qué estas haciendo?
—¡Deja de hacer esto, Bill! ¿No te das cuenta? – repitió llorando.
—Vamos tranquilo, Stanley, no te haré daño. – dije avergonzado.
—¡Qué no soy Stanley, soy Stanford!– grito.
Tomo de nuevo las cadenas y me jalo hacia él, arrastrándome sobre el suelo.
—¡Me haces daño, Stanley! – chillé – ¿Qué estas haciendo?
—¡Estoy harto de ti y lo que has hecho con mi familia!
—¿Qué quieres de mi, Stanley?
Suplique, mis lágrimas parecían no importarle.
—¡Alejate de mi familia, largo de mi vida!
*****
La luz de la casa árbol estaba encendida. ¿Había alguien dentro? Tenía que averiguarlo. La noche me invitaba a aventurarme, quería descubrir a mi nuevo huésped. El sonido de los pequeños grillos y un búho parecían ser la musica que ambientaba esta escena. El cielo estaba despejado y la luna llena parecía esplendida, brillaba de una manera diferente a otras, me guiaba a continuar con mi aventura. Con pasos torpes, llenos de miedo y excitación empecé a moverme lentamente, sonreía o al menos intentaba. Tomé una rama caída del árbol, por si necesitaba protegerme. Creo que me astille el pie, pero el dolor no me impedía continuar.
Cuando levante el rostro al viejo roble, pequeñas gotas de agua comenzaban a salpicar mi cara y empapaba mi pijama. »¿Llovera?«, pensé. Dentro de la vieja casa del árbol alguien se encontraba, listo, esperándome. Subí un pie en la escalera colgante del árbol y comencé a trepar, donde pude observar que en efecto había alguien que tenía la luz encendida.
—¿Hola?— el silencio era lo único allí que reinaba junto la obscuridad.
Pero se podía escuchar el respirar de alguien más que no sea yo. ¿Quizás de dos personas? No veía nada.
*****
—¡Son tus actos, Cipher!
—¿Por qué no puedes comprender que me apasionan estas cosas, Stanley?
—Terminarás haciéndonos daños, Bill, – respondió cansado mirándome – escucha, no podemos seguir así, ¡Tienes que acabar esto, Cipher o te autodestruirás!
—¿Qué sabes tu de mi magia?
—¡Qué es maligna!
—Stanley...
—¡Bill, lo siento, largo!
—Pero, Stanley...
—¡He dicho que, largo!
—Stanley, no puedo permitir que me hagas esto.
—¿Qué es ese sonido, Bill?
Aquella pequeña caja llena de los poderosos Waddles se había abierto.
—¡Oh, no, no, no, no es posible...!
¡NOOOOOOOOOOO!
—¡CIIPHEEERRR!
—¡STAAANLEEEY!
*****
—¿Quién es ese pequeñin, Stanley? – escuche por fin una voz.
—¿Dipper?
¿Mis oídos escucharon bien? ¿Papá estaba aquí? ¿Por qué?
—¡Dipper, – dijo corriendo hacia mí y abrazándome – no veas!
¿Qué ocultaba mi padre?
—¿Qué esta ocurriendo?– pregunte murmurando al oído de mi padre.
—Tranquilo.
Me contesto.
—¿Ese es acaso tu pequeño hijo, Stanley?– susurro maliciosamente.
—¿Por qué te dice Stanley, papá?
Me solté de él y pude ver a un chico poco mayor que yo, sus increíbles cabellos rubios parecían estar flotando sobre el aire, su mirada penetraba cualquier alma y era capaz de meter temor tan solo al mirarle.
—¿Quién eres tú?– no podía apartar la vista — ¿Y quién es Stanley?
—Él es Stanley.
Señalo a papá.
—¡No, él es Stanford!
—¿Qué? – devolvió la mirada a mi padre.
Desperté sudando en todo el cuerpo, asustado. ¿Qué había soñado? ¡No de nuevo las pesadillas! Esta es nueva. Nunca pasaba de la casa árbol.
—¿Gabé? – susurré, moviéndole del brazo.
—¿Mmh?
—¿Puedo dormir contigo solo por hoy, amigo?
—¿Mmh? , ¿Eh? , no veo el problema, Dipp. — contesto con una sonrisa semisoñoliento.
Me levante de la cama con una sabana y comencé a recostarme a lado suyo.
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Casa Árbol (BillDip)
FanficLa historia se desarrolla en la vieja casa del árbol de Dipper, un chico de media clase. Él tiene un sueño extraño y allí empezara la aventura de su vida. Tras la muerte de su madre, Dipper y Mabel se enfrenta a lo desconocido. Y solo Bills podrá a...