ღ Mi Corazón Humano ღ Hinanami ღ

Capítulo 6 | Una mañana algo movida.

Capítulo 6 | Una mañana algo movida.

~ Narración de Hinata. ~

(M-Mis oídos.) –Pensé mientras mi cabeza daba vueltas y vueltas, como si estuviera a punto de desmayarme.

A pesar de que aquella actuación había finalizado hace rato, no podía quitarme de la cabeza el sonido que hacían las tres integrantes del club de música: Hiyoko, Ibuki y Sayaka.

Había sido un espectáculo muy singular. Tanto que dejó a toda la sala con la boca abierta, incluso a los profesores. Pero no en el buen sentido.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un toque en el hombro del chico albino que caminaba a mi lado: Nagito Komaeda.

-¿Estás bien, Hajime? Te veo algo pálido.

-Sí, lo estoy. –Afirmé junto a un mudo suspiro.

Un recuerdo sobre la actuación anterior dada apareció en mi mente.

Me acordé de que Nagito, después del show, aplaudió y aplaudió sin cesar, vitoreando como un fan histérico:

"¡Magnífico, excelente!" "¡Otra vez!"

Sin pararme a pensar en que alocada respuesta podría recibir por parte de él, decidí preguntarle:

-Esto, Nagito. ¿Cómo es que te has emocionado tanto con la actuación?

-¿Bromeas? ¡Ha sido una talentosa obra de arte! Ojalá tuviera la misma destreza que Ibuki con la guitarra o el carisma y la voz de Sayaka. ¡Sería genial!

-B-Bueno, me alegro de que hayas disfrutado. –Tartamudeé asombrado.

-¿De veras han estado tan bien? Uh, me gustaría no haberme dormido... –Nanami, que caminaba a mi izquierda, expresó su frustración a través de aquellas palabras.

(¿Cómo ha podido dormirse Nanami con el ruido que hacían esas tres chicas? Eso me choca bastante...) –Pensé sorprendido.

Un rato después de discutir con Komaeda y Chiaki sobre aquel tema, llegamos a los vestuarios, donde nos prepararíamos para la clase de Educación Física.

Chiaki fue a su correspondiente vestuario, mientras Komaeda y yo al nuestro.

Cuando me disponía a entrar a aquella sala, alguien agarró mi camisa con fuerza impidiendo hacer que siguiera mi camino. Ese alguien era...

-¿Chiaki? –Pregunté confundido. ¿Ocurre algo malo?

Nanami dirigió su mirada hacia el suelo como si le preocupara algo. Tras unos segundos en silencio, ella decidió responder, diciendo con voz temblorosa:

-Esto... -Chiaki alzó su mirada y con un gesto de determinación en su rostro, exclamó:

-¡Yo...!

De repente, la puerta del vestuario de mujeres fue abierta. De ella salió una chica de cabello rojo y corto con cara de preocupación.

-¿Uh? Qué es esto, ¿una confesión de amor? –Dijo aquella joven sin reparo alguno.

-¡¿EH?! –Exclamé abochornado.

La pelirroja, tras ver le reacción de mi ruborizado rostro hizo un gesto de indiferencia con su cabeza.

-Oh, venga. Vamos Nanami, tienes que cambiarte para la clase. –Dijo conduciendo a Chiaki hasta el vestuario de mujeres.

Nanami sin ni siquiera decirme un "hasta luego", dijo:

-Está bien, delegada-saaan.

-¡Espera! ¡C-Chiaki! Eeh, ¿delegada?

Las dos jóvenes entraron en el vestuario. A partir de ese punto, no podía hacer nada más por saber que quería decirme Nanami hasta verla de nuevo en clase.