Capitulo 16

3.7K 181 29
                                    


Martita y yo nos quedamos hablando durante todo el entrenamiento. Cuando se acabo, los chicos fueron a los vestuarios para cambiarse y nosotras seguimos hablando.

-¿Salimos a almorzar hoy?- me preguntó Martita.

-Si- asentí.

-Vamos con Álvaro, Paulo y Paul- me dijo y yo asentí- Oh, y también vendrá Alice, la novia de Álvaro, es muy buena onda, te caerá muy bien- dijo y yo sonreí.

-¿Ya los chicos saben que iremos a almorzar?- le pregunté.

-No, pero ahora lo sabrán- respondió y yo fruncí levemente el ceño.

-¿Ahora?- cuestioné y ella asintió.

-Hola- escuche la voz de Paulo a mis espaldas. Ahí entendí porque Martita había dicho "ahora".

-Hola- volteé y le sonreí. Él me devolvió la sonrisa.

-Iremos a almorzar- aviso Martita.

-¿Cuándo?- preguntó Paul.

-Ahora- respondió Martita.

-Yo no puedo, Alice me dijo que fuera a su casa- dijo Álvaro.

-Alice también irá- contestó Martita y entonces Álvaro asintió- ¿Paulo?- cuestionó Martita para ver si Paulo tenía algo que decir.

-Si __________ va, yo también voy- dijo Paulo encogiéndose de hombros.

-Y como __________ si irá, entonces iremos todos- dijo Martita sonriendo y nosotros reímos un poco.

(...)

Me encontraba sentada en el asiento de copiloto del auto de Paulo. Estábamos de camino al restaurante al que habíamos acordado ir con los chicos.
Yo estaba respondiendo los mensajes de mis padres y también de varios de mis amigos, y en eso sentí como una cálida mano se posó en mi pierna y la acarició lentamente. Mi espalda se erizo al sentir la mano de Paulo sobre mi pierna, pero, aunque me ponía nerviosa estar así con él, mantuve la calma.
Continue respondiendo los mensajes, pero la mano de Paulo iba subiendo lentamente por mi pierna. Me estaba poniendo un tanto nerviosa y mi respiración se fue entrecortando. La mano de Paulo seguía subiendo y cada vez estaba más cerca de "donde ya sabemos". Pero afortunadamente, el auto que iba delante de nosotros freno de golpe, y por ende Paulo también lo hizo y tuvo que colocar ambas manos en el volante.

-Conduci bien- gritó Paulo cuando bajo el vidrio y luego lo volvió a subir. Estaba enojado.

-Calmate- le dije suavemente. Él comenzó a conducir nuevamente.

-No se para que compran carro si no saben conducir- comentó muy enojado.

-Oye tranquilo- dije.

-Como me tranquilizo si acaban de interrumpir un buen momento- dijo y yo me sonroje un poco.

-¿Buen momento?- cuestioné haciéndome la tonta, ya sabia a que se refería. Él me miró
pícaro por unos segundos pero luego dirigió su vista al frente de nuevo.

-Olvídalo, de venida te lo recuerdo- contestó y yo me sonroje mucho.

-¿No es ese el restaurante?- pregunté señalando el restaurante que estaba frente a nosotros. Quería cambiar de tema.

Paulo asintió y aparcó el auto en un parqueadero que tenía el restaurante a un lado. Nos bajamos del auto, Paulo entrelazo nuestras manos y caminamos hacia la entrada del restaurante. Al entrar, un mesero nos guió hacia la mesa en donde nos estaban esperando los chicos.

Since Always -Paulo Dybala y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora