Capitulo 18

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Tarde una hora, aproximadamente, en arreglar mis maletas. No llevaría mucho ya que solo iríamos como por tres o cuatro días, no sé bien, pero soy muy indecisa y complicada con la ropa que me pongo cada día, y por eso tarde.
Deje mi maleta en mi habitación y fui hacia la
cocina para buscar algo de comer.
Agarre un tazón, busque en el refrigerador el cartón de leche, puse un poco en el tazón y luego heche bastante cereal. Fui hacia la sala y me senté en el sofá para ver la tele, pero justo cuando me senté, sonó el timbre y tuve que ir a abrir la puerta.

-Volví- dijo Paulo sonriendo como si fuera un nene apenas abrí.

-Ay no- bromee y él torció los ojos divertido.

-Yo sé que que me extrañaste esta dos horas que no estuve con vos- dijo pasando su brazo por mis hombros y comenzamos a caminar hacia la sala.

-Tal vez- sonreí y él me dio un corto beso en los labios.

-¿Qué estabas haciendo?- me preguntó cuando nos sentamos en el sofá.

-Iba a ver la tele y a...- me interrumpió.

-Uh me preparaste cereal, tenía hambre- dijo y agarro el tazón con cereal y comenzó a comérselo.

-Oye eso es mío- dije y se lo quite de las manos.

-Hazme uno- pidió haciéndome pucheros.

-Hacetelos vos- contesté y él hizo más pucheros- Esta bien, comete el mío- dije y él sonrió y siguió comiéndose mi cereal.

-¿Ya le avisaste a tu mamá que vamos para Argentina?- me preguntó y luego se llevó una cucharada de cereal a la boca.

-Si, hace un rato la llame- respondí- ¿Vos le avisaste a Ali?- pregunté refiriéndome a su mamá.

-Si, y le conté que somos novios- contesté y yo me sorprendí.

-¿Posta?- cuestioné.

-Que si, y esta re contenta, dijo que ella sabía que íbamos a terminar juntos- dijo sonriendo y yo sonreí también.

-Yo le dije a mi mamá cuando hablamos también, pero a mi papá no le he dicho nada todavía- contesté.

-Quiero ver la cara de David cuando se entere de que somos novios- comentó burlonamente y yo reí.

-Mira en lo que pensas vos- dije torciendo los ojos divertidamente y él rió.

-Estaba rico- comentó una vez que termino de comer y dejó el tazón en la mesa que estaba frente a nosotros.

-¿A qué hora sale el vuelo mañana?- le pregunté.

-A las siete de la mañana- contestó como si nada y yo abrí los ojos como platos.

-¿Qué?- solté y él se sobresaltó un poco- ¿Por qué tan temprano?- pregunté con cara de horror y él rió ligeramente.

-Seguís siendo una vaga- dijo sonriendo y negando levemente con la cabeza- Fue el único vuelo que conseguí para Argentina mañana- respondió y yo suspire.

-Vamos a dormir ya entonces, porque creeme que cuando no duermo lo suficiente soy pesada para levantarme- avise y él rió.

-Vamos entonces- dijo levantándose del sofá y yo me levante también.

Fuimos hacia mi habitación y le dije a Paulo que iría al baño a cambiarme. Me puse la pijama rápidamente y me fui de nuevo a mi habitación.
Subí la vista hasta la cama, y ahí estaba Paulo acostado en la cama, solo llevaba puesto unos bóxers. Mordí inconscientemente mi labio inferior y él al parecer lo notó.

-¿Tenes una buena vista?- preguntó enarcando una ceja y yo me sonroje.

-Estaba viendo una cosa en la pared- contesté y él rió.

-Si, y a mí no me gustas vos- dijo sarcásticamente y yo sonreí tiernamente por el ejemplo que había dado.

-Mañana me tenes que hacer el desayuno- comenté mientras me acostaba a su lado en la cama.

-¿Por qué yo?- cuestionó en forma de queja.

-Porque me quitaste mi cena- lo señalé y él bufo y asintió, luego volvió a sonreír.

-Esta bien- acepto y bese su mejilla.

-Ya, vamos a dormir- dije acomodándome para dormir. Le di la espalda a Paulo.

-¿Ni un besito de buenas noches?- preguntó y yo me giré, quedando frente a frente con él.

-Uno solo- contesté.

-Mejor dos- pidió- O tres.

-Hasta cuatro si queres- dije y él sonrió.

Me tomó de la mejilla y luego junto nuestros labios. Comenzó a mover sus labios lentamente sobre los míos. Yo pasé un brazo por su cuello y él uno por mi espalda baja.
Pasé una de mis piernas por sus caderas y él comenzó a acariciarla. El beso cada vez se ponía más intenso, pero tuvimos que separarnos por falta de aire.

-Hasta mañana, muñequito- dije sonriendo.

-Hasta mañana, enana- dijo y beso mi frente.

Me giré y nuevamente le di la espalda, él se pego más a mi y me abrazo por la cintura, me dio un beso en la cabeza y yo cerré los ojos para poder dormir.



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Un poco aburrido el capítulo, pero ahí está. Trataré de hacer mejor el próximo.

Gracias por leer!!❤️❤️.

Voten y comenten.
-L💕

Since Always -Paulo Dybala y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora