-¿Me extrañaste?- me preguntó agarrando mis manos por encima de la mesa.-Mucho- respondí- ¿Vos me extrañaste?- pregunté aunque él ya me hubiera dicho que si hace unos minutos.
-No te imaginas cuanto- contestó sonriendo.
Paulo se fue acercando lentamente hacia mi, estábamos muy cerca, pero yo reaccione y me aleje. Él me estaba mirando con el ceño fruncido.
-¿Qué...?- comenzó a hablar pero lo interrumpí.
-Vos tenes novia- hablé.
-_______ ya te dije que yo no quiero a Antonella- dijo.
-Pero que no la quieras no borra el hecho de que sean novios y que lo que ibas a hacer fuera serle infiel- dije.
-Lo sé- admitió- Pero enserio te extrañe y yo...- lo interrumpí.
-No podes besarme solo porque me extrañabas- dije.
-________ vos enserio me gustas, y no te imaginas lo mucho que te quiero- dijo mirándome fijamente a los ojos.
-Paulo...- fue lo único que pude decir.
-¿Vos me queres?- preguntó.
Su pregunta me tomó por sorpresa. ¿Lo quería?, si, lo quería muchísimo, aunque hayan pasado tantos años y problemas aún lo seguía queriendo.
Lo mire y abrí ligeramente los labios para contestarle, pero las palabras no me salían y no sabía porque.-Eso creí- dijo cabizbajo y se levanto de la silla. Saco dinero de su billetera y lo puso en la mesa- Paga todo, yo ya me voy- dijo y comenzó a caminar hacia la salida del local.
Me tome unos segundos para asimilar la estupidez que acababa de hacer. ¿Por qué no le dije que sí y ya?, ¿Qué cuesta decirle la verdad?.
Me levante de la silla en la que estaba sentada y salí rápidamente del restaurante. Busque a Paulo con la mirada y lo vi que estaba caminando, no estaba tan lejos así que corrí hacia él. Al estar detrás de él, le tome el brazo e hice que se girara.-¿Qué pasó?- preguntó en un tono seco apenas me vio.
-Te quiero mucho- dije y seguido de eso lo abrace fuertemente.
Paulo correspondió mi abrazo y pasó sus brazos por mi cintura para pegarme más a él y me levanto un poco, haciendo que mis pies no tocaran el suelo.
-Voy a terminarle a Antonella- comentó sin deshacer el abrazo.
-¿Qué?- pregunté sorprendida.
-Eso- dijo encogiéndose de hombros.
-Se va a molestar mucho, y más si sabe que es por mi culpa- dije medio preocupada.
-Pues yo también estoy molesto por todas las mentiras que me dijo, y por querer alejarme de vos- contestó y yo traté de sonreír.
-¿Y por qué mejor no hablas bien con ella y aclaran las cosas?- dije. No quería que le terminará por mi culpa, sé que Antonella se molestara mucho y no quiero que me deteste más de lo que ya lo hace.
-No _______, no tiene sentido estar en una relación con alguien que no quieres, yo te quiero a vos y con vos voy a estar- dijo y yo suspiré.
-Esta bien- asentí- Ya me tengo que ir, estoy un poco cansada- le avise.
-Yo te llevo- se ofreció.
-No tranquilo, yo me voy en taxi- le dije.
-No, yo te llevo- dijo.
-Esta bien, está bien- acepte y el sonrió.
-Vamos, mi auto está ahí- dijo señalando su auto y yo asentí.
Caminamos juntos hacia su auto, Paulo me abrió la puerta y yo entré al auto, luego él hizo lo mismo. Comenzó a conducir y yo le di la dirección de mi apartamento. Empezamos a hablar de cualquier cosa, Paulo me hacía reír demasiado, sin duda no había perdido su buen sentido del humor.
-Llegamos- me aviso.
-Gracias por traerme- le sonreí.
-¿Me das tu número?- preguntó.
-Recuerda que no lo he cambiado- le dije.
-Si, pero cuando Antonella me dijo que lo cambiaste lo elimine porque creí que ya no era ese- me explicó.
-Oh, entonces pásame tu celular y te lo anoto- dije.
-Y vos pasame el tuyo y anoto el mío- dijo y asentí.
Intercambiamos nuestros celulares y cada uno anotó su numero en el celular del otro. Luego nos devolvimos nuestros respectivos celulares.
-Gracias de nuevo por traerme- le agradecí una vez más.
-No es nada- me sonrió.
-Adiós- dije e iba a abrir la puerta pero Paulo me agarró del brazo.
-¿Así de simple?- cuestionó.
-¿Qué cosa?- pregunté.
-Despedite bien- me dijo y yo reí ligeramente.
Me acerqué a él para darle un beso en la mejilla, se lo di y cuando separe mis labios de su mejilla, en un movimiento rápido, Paulo junto sus labios con los míos y comenzó a moverlos lentamente. Su acción me sorprendió y tarde en responderle el beso, pero al final lo hice. Él acarició mi mejilla con los dedos de su mano y sonrió sobre mis labios. Nos separamos por falta de aire y Paulo y yo teníamos ambos una sonrisa en el rostro.
-Te llamo luego- me dijo aún sonriendo y acariciando mi mejilla.
-Claro, adiós- le sonreí y esta vez sí salí del auto.
Entre al edificio y subí por el ascensor. Entre a mi apartamento, y apenas cerré la puerta me deslicé detrás de esta con una inmensa sonrisa en mi rostro.
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Aquí les dejo un nuevo capítulo, espero que les haya gustado.
Ya somos 1,3K leídos, muchas gracias a todas!❤️❤️.
Voten y comenten.
-L💕
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Since Always -Paulo Dybala y tu-
FanficDe pequeños todo es color de rosas, ¿Cuándo se crece será igual?.