CAPITULO 18

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Narra Lena

Mientras nos dirigimos con los chicos a la fiesta, yo me decía a mi misma que no le iba a hablar más a Harry, que era una etapa felizmente superada de la antigua Lena. Ya no iba a pensar en esos ojos esmeraldas que me atrapan y que son muy lindos... ¡Dije que no voy a pensar en él! Esa sonrisa con esos hoyuelos... ¡AHG!

Me parece que se me va a hacer difícil olvidar a Harry...
No importa. Haría todo lo posible por dejar de pensar en el rizado y en todo lo que me dijo. Era hora de que me divierta y no sufra. Decisión tomada.

Esos pensamientos se esfumaron cuando entramos a la fiesta, cuando lo vi...

¡Joder! ¿¡Por qué de todas las malditas fiestas que hay en esta ciudad tenía qué venir justo a esta!? Se nota que el mundo está de mi lado. Noten mi sarcasmo.
Y encima él tenía que vestirse tan jodidamente sexy... El negro le sienta bien, me dan unas ganas de...

¡Basta Lena, concéntrate!

Te prometiste no volver a darle el gusto de verte llorar y sufrir frente a él, y eso mismo es justo lo que vas a hacer en este momento.

Bajamos los pocos escalones qué se encontraban en la entrada, y nos sentamos en una mesa. Sentía varias miradas sobre mí y me di vuelta. Unos ojos verdes me miraban con atención, era Harry y unos amigos suyos. En su derecha se encontraba un castaño, muy atractivo, y a su izquierda se encontraba un rubio, con unos ojos azules. Uy, ese chico si que era apuesto.
Los dos me sonrieron coquetos, pero Harry seguía mirándome sin ninguna expresión en su rostro. Sonreí de la misma manera a sus amigos y me di la vuelta.

Los chicos se dirigieron a la barra a buscar unos tragos para nosotros, y me dejaron completamente sola, ya que Kylie se había ido a hablar con un amigo.
Yo seguía sentada en la mesa mirando un punto fijo. La fiesta estaba llena de personas, la mayoría de ellas estaban bailando en la pista. Otras ya estaban borrachas, y otras haciendo cosas... ¡Qué se busquen una habitación!

Sentí que alguien se acercaba a mí, pero no visualicé a nadie. Levanté mi cabeza y me encontré nada menos que a Harry y sus amigos. ¡Qué felicidad!¡YEY!

–Hola Lena– Me saludó con esa sonrisa... Lo miré con expresión seria – ¿Acaso estás siguiéndome?– Su sonrisa se había transformado en una coqueta y arrogante. Levanté una ceja.

¿Y a este qué mosca le picó? Me parece qué bebió mucho... ¿Piensa qué le voy a contestar o siquiera mirar con todo lo que me dijo esta tarde? Está muy equivocado, pero... Seguirle el juego no estaría mal... Vamos a probarlo...
Va a conocer lo que en verdad soy capaz de hacer. Eso sonó como si fuese una asesina o una loca, pero bueno. Tranquilas, no soy nada de eso.

–Hola Harry– Sonreí de la misma manera, él me miró –¿Quiénes son estos sexys chicos?– Sus caras se pusieron rojas de la vergüenza, "que tiernos son" pensé para mi misma. Harry se puso rojo también, pero de la furia.

–Mi nombre es Louis– El castaño habló –Y él es Niall– Señaló al rubio. Me acerqué a los dos y les di un beso en la mejilla. Harry se acercó para qué haga lo mismo con él pero lo evité. Este bufó, y yo me reí para mis adentros. Me encantaba verlo enfadado.

–Encantada, mi nombre es Lena Moratz– Sonreí. Louis y Niall hicieron lo mismo, menos Harry. Este estaba serio.

Comencé a hablar con los chicos dejando solo a Harry. Este se acercó enojado a nosotros y me tomó del brazo.

–Lena, necesito hablar ya contigo– Yo negué intentando soltarme de su agarre.

–No Harry, estás muy equivocado. No tengo nada que hablar con vos, tengo otras cosas más importantes qué hacer. Ah, y suéltame qué me lastimas– Dije un poco enojada.

Harry me soltó y miró a Louis y Niall, estos estaban callados observando atentamente la escena.

–A ver, ¿Qué es más importante qué hablar conmigo?– Preguntó serio.

–Te soy sincera... Millones de cosas son más importantes que tú. Unas de ellas es bailar– Agarré las manos de los chicos dirigiéndome a la pista, pero Harry volvió a tomarme del brazo y eso hizo que quedemos cara a cara. Nuestras respiraciones se chocaban.

–¿Enserio piensas que ir a bailar es más importante que hablar conmigo?– Se notaba enojado.

–Sí, eso mismo. ¡Muy bien! Ahora si me entiendes. Aparte... creo qué es aburrido usar el mismo juguete de nuevo ¿o no?– Lo miré retándolo. Él se quedó mudo, sus amigos igual –Eso pensaba... Louis, Niall ¿vienen a bailar?– Los dos asintieron y comenzamos a caminar hacia la pista, dejando a Harry solo.

Bailamos un montón de tiempo juntos. Hacíamos movimientos que se nos ocurrían en el momento, nos divertíamos un montón. Parecíamos nenes de cinco años, ya que nos reíamos por cualquier cosa.
Al rato se nos unieron Matt, Thomas y Kylie. Ellos se llevaron muy bien con Lou y el rubio.
En ese momento me había olvidado completamente de Harry y todo lo que había ocurrido. Estaba disfrutando la fiesta.

Luego, nos dirigimos a la mesa de nuevo para descansar unos minutos. Los chicos habían traído más bebidas. Yo había tomado algunas, pero todavía no habían causado efecto. A sí que no me importó nada, y comencé a beber y beber.

Había perdido la cuenta de cuantas copas había tomado. Tomé la mano de Kylie y nos paramos, ella se tambaleó, ya que estaba igual o peor que yo. Caminamos hacia la pista y nos mezclamos entre la gente. Empezamos a bailar haciendo poses sensuales, y nos reíamos.

De pronto, sentí unas manos en mi cintura. Estas hicieron que me girara y me encontrara con un chico que nunca en mi vida había visto. Era castaño y tenía una sonrisa muy arrogante. Desagradable. Miré para atrás y Kylie estaba asustada, se lo notaba por su cara.

–Hola preciosura– Susurró en mi oído. Eso provocó que mi piel se erizara.

–Hola– Dije cortante. Intenté soltarme de su agarré, pero se me hizo imposible –Suéltame– Él se negó.

–Vamos bombón, yo se que quieres esto– Se señaló.

–Te equivocas. Y te lo vuelvo a repetir, suéltame– Lo empujé y me intenté alejar. Miré para los costados, Kylie se había ido. Genial.

–No mi amor, ahora tú te quedas aquí junto a mí– Me volvió a tomar en sus brazos, y siento que me aprieta el trasero. Lo empujo, alejándolo de mi. Golpeé su mejilla con todas mis fuerzas, dejándosela roja.

–No me toques imbécil– Dirigió su mirada hacia mi. Oh no. Su rostro reflejaba que estaba muy furioso. Me dio miedo.

–Ahora verás maldita zorra– Se acercó a mí con un puño arriba.

Me iba a golpear, pero alguien se puso delante mío. Tenía tanto miedo que no me había percatado quién era.

–La tocas y eres hombre muerto– Habló una voz ronca. Esa voz la reconocería en cualquier lugar. Era Harry.

The Life that I Didn't Expect Donde viven las historias. Descúbrelo ahora