CAPITULO 20

43 2 0
                                    

Narra Lena

Abrí mis ojos lentamente pero los cerré de repente. ¡AHG!, ¡cómo me duele la cabeza! Los abrí de nuevo e intenté levantarme sin sentir los pinchazos en mi cabeza.

Me paré de la cama y visualicé una habitación completamente extraña. Las paredes eran color negro y habían varios cuadros colgados en ellas, pero esperen... ¿Dónde estaba, y qué había pasado anoche? Sentí un pinchazo de nuevo. Nada más recuerdo algunas imágenes borrosas... Recuerdo que bebí como nunca con Kylie, después que bailamos, que un sujeto se acercó y...

Ay no.

Harry se peleó con aquel tipo por mi. Ya sé, me tendría que poner contenta que me haya defendido y que me haya dicho todas esas cosas lindas y todo lo otro, pero sigo resentida con él. No recuerdo muy bien lo que ocurrió después.

Escucho a alguien toser y me doy vuelta. Abro mis ojos de par en par y me quedo estática.

Harry estaba recargado en el marco de la puerta observándome fijamente, estaba sin camisa y con bóxers... ¡JODER, QUE FISICO QUE TIENE! Me quedé mirándolo como una boba, me gustan mucho sus tatuajes, más las dos golondrinas que tiene en su pecho... También la mariposa y... A quién miento, me gustan todos sus tatuajes.

Tenía una sonrisa en su rostro, yo seguía en la misma posición.
Su mirada se dirige a mi cuerpo y su sonrisa se amplía. Lo miro dubitativa hasta que veo lo que llevo puesto.

¡Madre mía! ¡Estoy en bragas y con una remera que me llega hasta los muslos!

¿Qué hago vestida así? Y... ¿Qué hago con Harry en la misma habitación? ¿Qué hace él en cuero y bóxers?

–Harry, tienes menos de cinco minutos para explicarme qué hago con esta ropa, dónde estoy y por qué estoy en una misma habitación contigo– Digo muy nerviosa. Me estoy comenzando a alterar. ¿Habrá pasado algo entre nosotros? Espero que no, aunque no estaría mal... miren ese cuerpo les juro que... ¡Lena cállate!

–Nena, en cinco minutos no te puedo explicar todo lo que pasó ayer– Dice con la misma sonrisa, ¿nunca se cansa de sonreír?

–Dime lo más importante que sucedió o que viste– Estaba muy impaciente.

–Lo mejor que vi fue verte bailar toda borracha, con ese vestido negro que tenías puesto, que marcaba tus perfectas curvas y... Lena mejor no sigo– No dejaba de mirarme el cuerpo mordiéndose el labio inferior.

Me sonrojé ante su comentario y él rió. Debo estar como un tomate.

–¡Harry hablo enserio!–

–Yo también hablo muy enserio Lena...– Dijo repitiendo el movimiento.

Lo miré fulminándolo con mi mirada.

–Esta bien, esta bien...– Se paró en frente mío levantando sus manos inocentemente, sonreí agradecida –La verdad Lena es que... No sé cómo decirlo... Es que...– Se quedó mudo.

–Es que...– Me alarmé.

–Nos... Nos... No sé si pueda con esto... Nos acostamos– Mi cara palideció.

–¡¿QUE?! ¡¿COMO?! ¡HARRY!, ¿ACASO NO SABIAS QUE ESTABA BORRACHA? ¡¿HARRY?! ¿¡DE QUE CARAJO TE RIES!?– Grité eufórica.

–¡Tenías que ver tu cara!– Soltó una carcajada –¡Estabas pálida!– Rió de nuevo– Pero hablando en serio, ¿tan feo soy para que reacciones así?– Su semblante se cambio. Ahora estaba serio y podía ver un destello de tristeza en sus ojos.

–No Harry...– Me dio lástima, de repente se empezó a reír ¿Qué onda?

–¡Dijiste que soy lindo! ¡Dijiste que soy lindo!– Empezó a gritar como un nene de cinco años. Que inmaduro puede llegar a ser Harry, por dios.

–Nunca dije eso– Contraataqué.

–Nunca lo negaste– Me guiñó el ojo.

–¡AGH! ¡Me pones de malhumor!–

–¿Ya no lo estabas?– Dijo riendo. Lo mire mal, apuesto que me estaba saliendo humo por las orejas –Que gruñona saliste– Si que le gusta molestar.

–Y tú un idiota– Dije ya enojada.

–Histérica–

–Cretino–

–Aguafiestas–

–Inmaduro–

–Boba–

–Capullo–

–Te quiero–

–Te...– Me quedé callada. Me mordí la lengua para que las palabras no salieran por sí solas.
Estábamos a cinco centímetros de distancia, nuestros labios rozaban.

–¡JA! Ahora te quedas muda eh– Una leve sonrisa se asoma de mis labios.

–¿Me podrías decir lo que realmente ocurrió ayer, por favor?– Le pregunté ya calmada.

–Luego de que te emborracharas, te fuiste a bailar con tu amiga Kylie. Ella me explicó que un capullo se acercó a ti y te quería llevar con él. Vos te resististe y lo abofeteaste. Aquel tipo se enojo y te iba a devolver el golpe, pero antes de que lo haga aparecí yo, aquel hijo de puta te iba a tocar– Me sorprendí ante la reacción de Harry, estaba apretando su mandíbula y cerrando sus puños.

–Harry tranquilo, estoy bien. Luego... ¿Qué ocurrió?– Traté de calmarlo.

–Eh...– Se quedó mudo. Me miró cómo si quisiese decirme algo pero no podía–Nada, no ocurrió nada. Te traje hasta aquí porque te quedaste dormida en mi auto, nada más–

–¿Me puedes explicar lo de la ropa?– El rió.

–Cuando te traje a mi casa, empezaste a sacarte la ropa y tirarla por todas partes, si que habías bebido, te quedaste en ropa interior. Como soy un hombre y tengo mis asuntos– Señala sus bóxers–Aunque no quería, tuve que vestirte porque me provocabas Lena. Me daban ganas de tirarme arriba tuyo...– Lo corté.

–Esta bien, mucha información, vamos a desayunar–

–Yo también tengo hambre, pero no de lo que crees...– Dijo pícaramente.

–¡Harry!–

Levantó sus manos en forma de rendición, y bajamos las escaleras.

Cuando ya estábamos abajo, escuchamos el sonido de la puerta. Los dos nos volteamos y yo abrí mis ojos con sorpresa. ¿Qué hacía aquí?

–Harry, ¿qué hacen vestidos así?– Dijo gruñendo.

–Scott...– Dijimos Harry yo al unísono.

The Life that I Didn't Expect Donde viven las historias. Descúbrelo ahora