CAPITULO 8

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Cuando terminamos el partido de volley, fuimos a los camerinos y nos cambiamos. Me despedí de las chicas y los chicos, y salí dispuesta a irme pero alguien me detuvo... Era Scott.

Scott: - Hola Lena- Me saludó con una sonrisa.

- Hola Scott-Le sonreí de vuelta.

Scott: -¿Y adónde te dirigías?- Alzó unas de sus cejas. Su acto me pareció tierno y al mismo tiempo divertido.

-A mi casa- Le respondí.

Scott: -¿Quieres que te acompañe?- Lo miré.

-Claro, no hay problema-Sonreí.

Me sorprendió que Scott se haya ofrecido para acompañarme, apenas llevábamos una hora en conocernos. Pero no me molestó en absoluto.

Scott: -Y... ¿De dónde eres, Lena?- Giré mi cabeza hacia su dirección.

-De Kansas, me mudé aquí hacia una semana- Le dije restándole importancia.

Scott: -¿Enserio?- Asentí. Hubo un breve silencio. Continuó- Cuéntame algo sobre ti, sobre tu vida-Me preguntó.

-¿Qué quieres que te cuente?- Le dije.

Scott: -No lo sé... Se supone que para que dos personas puedan ser amigas tienen que conocerse bien- Dijo en tono divertido.

-Pues en tal caso, yo no sé nada sobre ti Scott- le dije desafiándolo. El se rió con mi respuesta.

Scott: -Bueno, te haré un resumen de mi "hermosa" vida-dijo con parándose en frente mío. Nos detuvimos. Puse toda mi atención en él. -Mi nombre es Scott Styles, vivo aquí desde que tengo memoria, se jugar al basket y al volley. Vivo con mi madre, no se nada sobre mi padre, ya que nos abandonó cuando éramos pequeños, y lo mejor de todo pero menos importante sobre mí, es que tengo un hermano gemelo al cual odio y el me odia. Odio mutuo- Terminó la frase con una gran sonrisa en el rostro.

Me quedé callada. Apenas me conocía y ya me decía todo sobre él, sin siquiera titubear. 

Scott: -Lena, ¿Sucede algo?- dijo al notar mi rostro de asombro.

Salí de mis pensamientos. Volví al planeta Tierra.

-Nada, solo estoy sorprendida- Le informé.

Scott: -¿Dije algo malo?-dijo sonriente.

-No, no dijiste nada malo. Solo que tú me contaste tu vida entera, y de mí no sabes nada...- Me interrumpió.

Scott: -Corrección, se que te llamas Lena Moratz, que vienes de Kansas y que eres bonita-Me sonrojé ante su comentario, pero no le apresté atención- A mi me parece suficiente información para compartir mi extraordinaria vida contigo- solté una carcajada. El se me unió.

-Hay que agregar que eres creído y que tienes un ego muy grande-dije con un tono desafiante. Él me miró.

Scott: -¿Eso es lo que piensas de mí?, Me ofendes Lena. Heriste mi corazón-dijo haciéndose el que lloraba- La verdad me impresionas- Se hizo el ofendido. Nos miramos. Los dos soltamos una carcajada-¿Y tú?-.

-¿Y yo qué?- Le pregunté.

Scott: -Cuentame sobre tu vida... Sobre tus padres...-

Me quedé completamente inmóvil.

Que le iba a decir... "hace una semanas murieron mis padres y mágicamente apareció un pariente que ni sabía que existía, me 'adoptó' por así decirlo, y me trajo a Londres, a una ciudad desconocida. ¡Ah! y se me olvidó decirte que mi tía es millonaria o 'algo por el estilo', según ella".
Suerte con eso, me dijo mi subconsciente.

-Pues...-comencé a decir con temor, al momento llegamos a la puerta de mi casa-Digamos que tengo una vida muy complicada-.

Y antes de que pudiera contestar alguien se asomó por la puerta, era la tía Clere.

Clere: -¿Lena?- dijo sorprendida- ¿Qué haces aquí afuera?- abrió completamente la puerta, permitiéndole ver a Scott-¿Y quién es este apuesto muchacho?- Me preguntó con una sonrisa pícara.

Ay no.

Ahí viene el cuestionario.

Scott rió por lo que mi tía acababa de decir. Mis mejillas tomaron un color carmesí.

-Scott, ella es mi tía Clere, Clere él es mi amigo Scott- Los presenté.

Scott: -Un gusto señora, mi nombre es Scott Styles- Se presentó educadamente.

Clere: -El gusto es todo mío- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Luego de un incómodo silencio Scott habló.

Scott: -Lo siento, pero yo ya me iba. Un gusto en conocerla señora. Adiós Lena- Me dio un beso en la mejilla.

-Adiós Scott- Le sonreí.

Y se fue. Dejándome un poco atontada por aquel beso.

Giré mi rostro y me encontré con mi tía sonriéndome de una manera que intimidaba. Ella iba a hablar pero la interrumpí.

-Por favor tía, no empieces- La señalé con mi dedo índice. Empecé a subir las escaleras mientras escuchaba una carcajada de parte de mi tía.

The Life that I Didn't Expect Donde viven las historias. Descúbrelo ahora