The Life that I Didn't Expect

CAPITULO 21

Estaba inmóvil y con los ojos bien abiertos. ¿Qué hacía Scott aquí? O otra pregunta más lógica... ¿Por qué no estaba en el hospital?

–Scott, ¿Qué haces aquí?– Preguntó Harry sorprendido, al igual que yo.

Yo no me movía. Ya sé, pensarán que soy una tonta pero, no podía emitir una palabra.

–Harry, no me has respondido, ¿qué hacen vestidos así?– Scott dijo un poco enojado.

–Tú tampoco me has respondido– Harry frunció el ceño.

–Me dieron el alta esta mañana– Dijo serio.

–¿Y por qué no me avisaste?– Harry se notaba tenso.

–¿Piensas que me voy a creer el cuento de que tú, justo tú Harry, te preocupas por mí?Por dios, hasta creo que no fuiste ni a visitarme al hospital– Auch, eso debió doler.

–Créeme que lo hago– Dijo susurrando. La voz de Harry sonaba un poco herida, pero luego su semblante se transformó a serio. Demasiado serio.

–Y ¿ahora me vas a decir que hacen vestidos así?– Scott volvió a preguntar.

–Es que hermanito mío... Lena y yo nos acostamos– Dijo Harry con una sonrisa arrogante.

Esperen.

¿¡QUE!? ¿¡HARRY DIJO QUE!? NO, NO, NO Y NO.

–¿¡COMO!? ¿¡QUE HICIERON QUE!?– Scott gritó.

–Eso mismo Scott, nos acostamos– Harry sonrió.

–¡Scott... Espera... Eso no es...!– Ya era tarde, Scott se había ido dando un portazo.

Listo, este es mi límite, y Harry lo había cruzado.

–Harry... ¿¡POR QUE CARAJO LE DIJISTE ESO A SCOTT!? ¿QUE TIENES EN LA CABEZA? CLARO, AHORA RECUERDO, ¡NO TIENES CEREBRO!, ¿SABES QUE? ERES UN IDIOTA QUE NO TIENE SENTIMIENTOS, NO LE IMPORTA LO QUE LOS DEMAS SIENTEN, ERES UN IMBECIL. NO SE COMO PUDE CONFIAR EN UN CAPULLO COMO TÚ, YA ME LARGO DE AQUÍ– Me intenté ir, pero Harry me tomó del brazo.

–Lena, cálmate, por favor... Nada más lo dije para que se vaya... Aparte tú sabes bien que lo que Scott dijo no es cierto. Yo me preocupo por él–

–Harry, no hace falta que me expliques nada. Eres un maldito gilipollas. Nada más te voy a decir que si te acercas a mí, te va a ir mal. Podré parecer una chica buena y todo pero, no me conoces del todo. Mantente alejado de mí– Dije fríamente.

–Lena...– Harry intentó acercarse a mí.

–Aléjate Harry–

–Pero...–

–Pero nada. Déjame en paz– Subí las escaleras y me dirigí a su habitación. Me cambié de ropa y me fui de aquella casa.

Llegué a mi casa y recibí una muy buena sorpresa. Mi tía había vuelto.

–¡TIA!– Grité como una niña pequeña.

–¡Lena! ¡Mi amor! ¿Cómo has estado?– Corrí y me lancé a sus brazos.

–Bien tía... Bien–