CAPITULO 22

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No lo podía creerlo. Estaba sin palabras. Literalmente, muda.

¿¡Qué hacía aquí otro Styles!? ¿Por qué me pasa esto a mí?

Estaba clara la señal, tenía una maldición... Esta incluía a los Styles... Primero Scott, segundo Harry y tercero William. Genial, de verdad, genial.

Luego de que William se presentara, se dirigió al final de la fila y tomó asiento. Me dispuse a ignorarlo, no podía seguir viéndole la cara.

Luego pensé que a lo mejor el podría ser diferente a los otros dos... quizás lo estaba juzgando mal y no era mala persona. Tal vez, si tengo mucha suerte, resulta ser un angelito de Dios. Bah, que digo, lo dudo mucho.
Pero claro, podrá ser muy bueno, extremadamente sexy, con una sonrisa que te hacia sentir calor, sus ojos te hipnotizaban, todo bien, pero, eso no quita que tenga el apellido STYLES. Ahg, detesto ese apellido.

Nada bueno salia de ello, al menos nada que no fuera problemático, porque era obvio que todos esos chicos eran problemáticos y muy sexys. William estaba incluido,  estaba fuertísimo, miento, es hermoso aquel chico.

Pero al instante en que pensé eso, una vocecita en mi interior dijo:
<<Harry esta mas bueno, no te olvides de aquello>>
Me di una bofetada en mi interior por pensar en eso, y me concentré en la clase, lo cual, me resultó imposible al ver que William me miraba. No despegaba sus hermosos ojos de mí, me sonrojé. Putas hormonas, puto William y puto el mundo.

Luego de un rato, intenté con todas mis ganas no pararme y gritarle en la cara. Ahora él es el que tiene las hormonas alborotadas. Pero era obvio, era un Styles. Todos tienen las hormonas alborotadas.
Me di vuelta y puse toda mi atención en él. Imitó mi acción.

–¿Se te perdió algo?–dije tratando de mantener la calma. Estaba comenzando a enojarme.

–No, simplemente te miraba–dijo de lo mas tranquilo.

"Que simplemente me miraba"... Literalmente me estaba desnudando con su mirada. Maldito estúpido.

–Pues procura mirar un poco menos– Me di vuelta para prestar atención a la clase.
Pero, como si no hubiera dicho nada, William se paró de su asiento y me susurró al oído.

–No escuche tu nombre, preciosa. ¿Me lo podrías decir?–dijo seductor.

Me estremecí, no podía creerlo... era todo un Styles. Y eso en cierta forma, me incomodaba... pero, me erguí en el asiento dispuesta a que no me intimidara, más de lo que estaba, aunque en cierta forma lo seguía haciendo.

–Lena...Moratz. Y te agradecería que no me molestaras más de lo que ya lo estás haciendo, gracias–dije intentando que no me temblara la voz. Cosa que no funcionó.

Y con eso mágicamente se hecho hacia atrás y no volvió a dirigirse a mi en toda la clase. ¡YUPI! Lo había logrado.
Al final no estaba tan mal... ¿Qué digo? Estaba genial...
Quizás lo juzgue mal... Sí, sí, eso ni yo me lo creo.

No lo sabía, pero, tampoco podía preocuparme por eso en estos momentos. No tenía que preocuparme más por los Styles. Listo. Está decidido. No más Styles.

Cuando salí de la clase empecé a caminar por el pasillo, pero, alguien me lo impidió.

¿Adivinen quien era? ¿Styles, uno, dos o tres?

¡TING, TING, TING!

¡TENEMOS UN GANADOR! Es William Styles. Bue, mejor que Harry es. Y que Scott también, así que no me quejo.

–Hola Lena.

–Hola William. ¿Qué necesitas?

–Te quería preguntar si querías almorzar conmigo, ya que, soy nuevo aquí.

Lo veo y no me lo creo. ¿William siendo amable? Frenen el carro. Por favor, un gran aplauso.

–¿Enserio lo dices?

–¿Por qué no? ¿Qué hay de malo almorzar con una chica tan bella cómo tú?

Y ahí está de nuevo. El comentario lindo, y sexy a la vez. En cualquier momento me voy a derretir, como un helado.

–Esta bien... Nada más el almuerzo, ¿Okay?

–Okay.

Nos dirigimos a la cafetería y fuimos a buscar nuestro almuerzo. Para mi suerte me encontré con Angela. Otra vez, genial.

–Lena...

–Angelina.

–Escuché que discutiste con Harry y Scott, ¿Eso es verdad?

–La verdad, eso no te incumbe.

–¿Por qué no?

–Porque las zorras como tú nada más hablan porque sí. Aparte no eres nada de los Styles.

–¡JA! ¿Y tú si?

–Sí, ella es mi amiga, Angela– William habló entre dientes. Me tomó del brazo y me atrajo hacia él. Uy, él la conoce. Vamos bien. Punto para mí.

–¡William! Hace tanto tiempo...

–Sí, sí, ahora, ¿Por qué no te vas y cierras tu puta boca?–Escupió William con frialdad. Me parece que Angela no se lleva bien con ninguno...

–¡Agh! Eres igual a tu primo. Mejor me voy– Lentamente se fue alejando por la cafetería.

–Mejor me voy– William imitó su voz– Estúpida.

–Veo que no te cae bien, ¿cierto?

–Es una zorra.

–Gracias, alguien por fin me entiende– Levanté mis brazos en forma graciosa. Reímos al unísono.

Pasamos todo el almuerzo platicando. La verdad, quedé sorprendida. William no era tan malo como creí. Tiene sus momentos en el cual es egocéntrico, pero, nada es completo.

Sonó la campana y nos tocó ir a clases. Me despedí de William y me dirigí a la clase de Geometría. Entré al aula, y me dirigí hacia el fondo. Tomé mi móvil y empecé a escuchar música hasta que el profesor llegara.

Me llegó un mensaje. Abrí mis ojos de par en par. Era de Scott. Mis dedos empezaron a temblar y empecé a sudar. Apreté el mensaje y este se abrió, el mensaje decía:

"Lena, soy Scott. Por favor ayúdame. Harry ha desaparecido"

Ay no, Harry... ¿Dónde te habrás metido?

The Life that I Didn't Expect Donde viven las historias. Descúbrelo ahora