Obsesión

I

I: "Bipolar este es nuestro secreto"

Subí las escalera corriendo e inmediatamente, al llegar a mi habitación, me encerré en esta sin querer escuchar más regaños. La verdad era que Lucas exageraba las cosas y no era la única que lo creía. Miranda, su novia, también se quejaba por lo menos dos veces al mes por eso. Y eso que nunca concordaba con ella en nada.

Miranda Liann era mi conocida desde que se sentó junto a mí en la clase de física con el propósito de que yo la presentara a Lucas ya que ella estaba segura que él era tímido con las muchachas, y no cabe duda decir que su enamoramiento por mi amigo se le notaba hasta por los poros de su piel blanca. No la llamo mi 'amiga' ya que para mí, ese puesto es exclusivo en mi círculo social.

Y esa era, tal vez, la razón por la que me revelaba contra Lucas. Quería pasar más tiempo con mi amigo y ella siempre estaba ahí, sin dejarle un respiro. Robándolo de mi lado.

No me mal intérpretes, la chica no era, para nada, mala persona; al contrario era toda un amor - aunque a veces llegaba a ser melosa y eso me molestaba - pero era mi orgullo de amistad y lo incómoda que me sentía al formar un mal trío cada vez que nos juntábamos. Cabe decir que cada vez que salíamos juntos, ellos terminaban besándose y yo terminaba diciéndoles que se buscarán un cuarto solo para aminorar lo incómoda y avergonzada que me sentía.

Además, estaba un poco molesta conmigo por hacer que se conozcan. Sé que eso suena egoísta ya que mi amigo se veía muy feliz con Miranda pero el solo hecho de verlos juntos hacia que mi pecho sintiera una presión...opresión.

Recordé las tanta veces que lo había hecho (ser exagerado) solo para asustarme, y aveces lo lograba, pero esta vez no podía darle el gusto. Siempre he luchado por lo que quiero y como resultado siempre obtengo lo que me propongo. Sin embargo, él decía que esta vez, lo que yo sentía era un capricho. La falsa fantasía de toda adolescente de la secundaria según él.

Este chico no era uno de mis caprichos como él decía. Aunque para ser sincera, no he sentido una gran explosión de emoción queriendo escapara de mi cuerpo por él. Para nada. Ni siquiera siento celos cuando veo a las chicas amontonarse a su alrededor a cada hora del día pero siempre me digo que es por que yo tengo autoestima.

Lucas era como esos hermanos postizos que son sobre protectores, paranoicos y, para rematarla, dramáticos. Pero era un excelente hermano postizo, aunque no más que mi hermano de sangre Giordano.

Giordano me llevaba seis años de diferencia pero aún así los dos nos comportábamos como chiquillos de inicial. Mamá solo salía de casa ni bien nos escuchaba discutir a ambos ya que podíamos llegar a ser intensos. Giordano es el hermano que en alguna ocaciones deseabas tener y en otras, no.  Son innumerables las veces que nos hemos peleado y amistado en menos de una hora.

Aunque yo lo llamaba Yuyin solo para molestarlo.Yuyin era el nombre del chico que le quitó a Leila, mi ex-cuñada. Ella me caía muy bien y estaba segura que terminarían casándose en menos de dos años, pero la vida es impredecible y cambia es un parpadeo.

Si hubiese sabido eso mucho antes, tal vez hubiese apreciado los momentos, los lugares, las personas, las brisas, las risas, su risa.

Mi hermano ya se había graduado mientras yo seguía en mi último año de secundaria; sin embargo, todas las muchachas de mi año y algunas de año menores estaban enamoradas de mi hermano. Ni siquiera sabía cómo se habían enterado de su existencia o de que era mi hermano.

Giordano y Lucas eran muy importantes para mí.

Esta era la segunda vez que Lucas me reprochaba por ir a una fiesta con <<el estúpido chico engreído y mal educado que se cree la gran cosa>>. Travis Wallet había sido el primero.